DÍA MUNDIAL DEL RECICLAJE
Repensar el sistema hacia una economía circular
La economía circular se basa en reutilizar y reciclar los elementos de los productos que llegan al final de su vida útil para reducir residuos.
Actualmente, el sistema de producción y consumo que impera en el mundo desarrollado se basa en la cultura del ‘usar y tirar’. Este modelo lineal, vigente desde la Revolución Industrial, está agotando los recursos naturales del planeta y generando una gran cantidad de residuos. El objetivo del Parlamento Europeo es avanzar hacia la economía circular, un método que trata de aprovechar al máximo los recursos de forma sostenible.
En una economía circular, las materias primas extraídas entrarían a formar parte de la rueda de un sistema que iría desde el diseño y producción de los productos hasta su reciclado. Al llegar al fin de su vida útil, los materiales del producto serían reutilizados o reciclados y, aunque existan ciertos desechos residuales, la mayor parte de los elementos volverían a comenzar el ciclo.
Entre los principios de la economía circular destacan la conversión de los residuos en nuevas materias primas, la necesidad de darle una segunda vida a los productos, fomentar la reparación si algo se estropea, aprovechar energéticamente los elementos que no puedan reciclarse, apostar por fuentes renovables o la economía de la funcionalidad, entre otros. Esta última consistiría en pasar de un modelo de propiedad de bienes a uno de alquiler, de manera que una vez terminada la vida útil de un producto, el consumidor lo retornaría a la empresa que se lo proporcionó para que dicha compañía pudiera reutilizar sus piezas.
Según el Parlamento Europeo, la UE genera más de 2.500 millones de toneladas de residuos al año. Esto tiene consecuencias muy negativas en el medioambiente. Además, el aumento de la población mundial hace que estas cifras tiendan a aumentar. "Si continuamos así necesitaríamos no solo un planeta, sino tres", afirma el eurodiputado Jan Huitema. Según él, aproximadamente un 80% del impacto medioambiental a la hora de crear un producto se produce en la extracción de materias primas. "La economía circular no solo es deseable, sino que es necesaria", añade.
Expertos de la Unión Europa aseguran que este nuevo sistema circular no solo reducirá la presión medioambiental, sino que estimularía el crecimiento económico, la innovación y el empleo.
Para lograr este objetivo es necesario que todos los agentes sociales, desde las grandes empresas a los individuos, trabajen al unísono.
Una economía circular en casa
Aunque los residuos en hogares solo representan el 8,5% del total según la UE, es responsabilidad de todos avanzar hacia un modelo más respetuoso con el medioambiente.
Usar bolsas de colores
No en todas las casas hay espacio para tener varios cubos para reciclar. Por ello, una buena idea es poner bolsas de colores en un mismo cubo para poder hacerlo de forma práctica y sencilla.
Segunda vida
Cuando algo ya no sirva se pueden utilizar sus elementos para fabricar otra cosa. Por ejemplo, crear unos títeres con dos calcetines viejos. Asimismo, si hay algo que no se utilice, es mejor donarlo.
Adiós al plástico
En la medida de lo posible, conviene sustituir los plásticos por otros materiales. Por ejemplo, llevar bolsas de tela para hacer la compra en lugar de comprar las de plástico de los supermercados.
Enseñar a los más pequeños
Las nuevas generaciones deben aprender buenos hábitos y respeto al medioambiente desde el principio. Mostrarles buenos hábitos en casa y predicar con el ejemplo es fundamental.
Cambiar la mentalidad
Hay que desterrar la idea de equiparar el éxito y la felicidad al consumo excesivo.
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