¿Por qué es tan importante reciclar?

Un pequeño gesto para el hombre, un gran paso para el futuro sostenible del planeta. Esta es la premisa que define la práctica del reciclaje, todo un ejemplo de responsabilidad social y compromiso con el medioambiente. Pero, ¿en qué consiste reciclar y por qué es tan importante? Hoy se celebra su día mundial, proclamado en 2005 por la Unesco, para concienciar.

El reciclaje es un proceso en el que se transforman residuos usados o desechados en nuevas materias primas listas para volver a ser utilizadas. Para conseguir este objetivo, este procedimiento implica separar los residuos en función de su tipología –orgánico, papel, plástico o vidrio–, e introducirlos en el contenedor correspondiente para que puedan ser procesados de forma correcta. También existen puntos limpios donde llevar otro tipo de objetos, como los electrodomésticos o las maderas.

A pesar de lo sencillo que puede parecer, todavía son muchos quienes se resisten a ayudar y favorecer la supervivencia del planeta, a pesar de que el impacto positivo del reciclaje en el medioambiente es muy profundo. Según enumera la oenegé Oxfam Intermón, una de las principales razones por las que es necesario practicarlo todos los días es su contribución al ahorro de energía y a la lucha contra el cambio climático.

Al evitar el despilfarro energético –con la reducción del trabajo de extracción, transporte y elaboración de nuevas materias primas–, se disminuyen las emisiones de CO2 a la atmósfera y, con ello, el efecto invernadero.

Por otro lado, al reutilizar materias primas para fabricar productos, se ahorra una cantidad importante de recursos naturales y se ayuda a conservar espacios como los bosques, considerados los pulmones del planeta. Estos captan el CO2, actúan como filtros de pequeñas partículas urbanas y las grandes superficies de árboles y vegetación ayudan a moderar el cambio climático.

Creación de empleo

Otro de los múltiples beneficios del reciclaje es que, además, favorece la generación y mantenimiento de puestos de trabajo, ya que, para llevar a cabo este proceso, son necesarias empresas y empleados para recoger, clasificar y transformar los distintos materiales. La compañía Ecovidrio, por ejemplo, se encarga de la gestión del vidrio, y la empresa Ecoembes se ocupa de los plásticos, latas y ‘briks’.

Por último, esta práctica contribuye a solucionar otro de los grandes problemas del planeta: la contaminación de algunos de sus ríos, que está provocada por el vertido de las basuras domésticas y los desechos procedentes de la industria, como tintes o productos químicos, y que destruye los hábitats de muchas especies.

La salud y el futuro del planeta está comprometida y depende de quienes lo habitan hoy. Para que los descendientes de los actuales pobladores puedan seguir disfrutando de él, es necesario concienciar y educar en la cultura del reciclaje y el respeto al medioambiente.

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