Un pilar sin fiestas

un pilar sin fiestas

"Queremos que vuelva a florecer la alegría"

Rubén Cebollero Gálvez, presidente de la Asociación de Empresarios Floristas de Aragón, anima a los zaragozanos a engalanar sus balcones estos días.

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Rubén Gálvez es el presidente de la Asociación de Floristas.
Aránzazu Navarro

Todos los años, el día 12 de octubre, desde bien temprano, la plaza del Pilar recibe a cientos de miles de oferentes cargados con vistosos ramos de flores con los que quieren honrar la figura de la Virgen del Pilar y que este año tendrán que hacer esta Ofrenda de forma virtual. Flores que, en 2020 la Asociación de Empresarios Floristas de Aragón, de la mano del Ayuntamiento de Zaragoza, desea que decoren los balcones de toda la ciudad, con una doble intención, seguir agasajando a la Virgen y apoyando a un sector muy tocado por la pandemia.

¿Cómo se les ocurrió esta idea?

Es algo que llevamos tiempo pensando porque una ofrenda floral en los balcones nos parecía que era la mejor manera de rendir homenaje a nuestros sanitarios por el gran esfuerzo que están haciendo desde hace meses. Por eso, ante la situación tan atípica que se va a vivir en las Fiestas del Pilar, pensamos que era necesario poner en marcha un plan ‘B’ que nos permitiera salvar un año muy complicado para todo el gremio de floristas y decidimos poner en marcha este concurso, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza. Estamos muy ilusionados y confiamos en una respuesta favorable por parte de los vecinos de Zaragoza que nos permita alcanzar, al menos, el 30 o 40% de los ingresos que tenemos por estas fechas.

¿De qué manera se puede participar?

Las personas que deseen formar parte de esta iniciativa tienen que ponerse en contacto con su florista de confianza para encargarle el ramo o el centro floral. Pueden elegir las flores que deseen, de la forma y colores preferidos. Solo les aconsejamos que para rematar los adornos se inclinen por aquellas que tengan buen agarre y permitan que el ramo cuelgue y que esté bien anclado para garantizar la seguridad de la vía pública.

¿Hace falta inscribirse previamente?

No es necesario inscribirse, tan solo hace falta enviar una o dos fotos de su decoración a nuestro instagram #ofrendabalconeszgz, del 10 al 12 de octubre. Después, el jurado decidirá la ornamentación ganadora. Habrá tres premios de 100 euros cada uno de ellos para los elegidos.

Además de la ofrenda virtual y la decoración de balcones, hay otras iniciativas.

Efectivamente, del 9 al 12 de octubre, la bodega Sommos quiere rendir homenaje a la Ofrenda de Flores. Para ello, en colaboración con nuestra Asociación, ofrece a los bares, restaurantes y tiendas especializados de la ciudad la posibilidad de contar con una réplica del manto de la Virgen donde los clientes puedan depositar sus ramos de flores cuando visiten estos establecimientos para tomar algo o comprar.

¿Es el Pilar una de las fechas más significativas del año para el gremio de floristas?

Desde el punto de vista económico, las Fiestas del Pilar, con todos los encargos que recibimos, suelen suponer entre un 5 y un 10% de nuestras ventas anuales. En este sentido, es mucho más importante la campaña de Todos los Santos. Pero a nivel emocional, son los días más alegres y creativos del año.

¿Por qué?

Son los festejos grandes de la ciudad, días para disfrutar en compañía de la gente que queremos. Los peñistas, joteros y particulares vienen a recoger sus flores con alegría, buen ambiente y, en muchos casos, con música, y eso es muy agradecido. Además, desde el punto de vista artístico, elaboramos centros muy originales y, en el caso de mi floristería, confeccionamos la Cruz de Lorena, que ocupa un lugar destacado dentro de todo el conjunto floral que se ve en la plaza del Pilar el día 12 de octubre. Este año, vamos a echarla mucho de menos.

¿Ha cambiado mucho la Ofrenda de Flores en los últimos años?

No solo ha evolucionado la organización de la misma, ya que permite participar a mucha más gente, sino que también ha evolucionado el tipo de flores que se emplean y la calidad y el tamaño de los ramos. Los claveles han dejado paso a flores más vistosas y, en muchas ocasiones, los adornos florales se hacen a juego con el colorido de los trajes regionales de los oferentes. Hace años que en la Ofrenda ofrecemos flores a la carta.

Una evolución que se extiende al modo de vender.

La opción ‘online’ se ha convertido en un pilar fundamental a la hora de vender. En los últimos años, todo ha evolucionado mucho, pero, con motivo de la pandemia, estas ventas se han incrementado en algunos de los establecimientos de nuestra asociación hasta un 60%. La gente ya no tiene miedo a comprar por internet porque les ofrecemos todas las garantías de venta segura y un producto de calidad.

¿Cómo encaran el futuro?

Con miedo y mucha incertidumbre, sobre todo de cara a la campaña de Todos los Santos que es la más importante del año porque supone cerca del 30% de las ventas anuales. Este año nos hemos quedado sin Semana Santa o el Día de la Madre y también sin apenas bodas y comuniones. Ha sido un año muy duro y ahora tenemos que preparar la festividad de los difuntos con muchas dudas, porque trabajamos con producto perecedero y no sabemos cómo va a estar la situación y si la gente va a poder llevar sus flores a sus seres queridos. Por eso, vamos a pedir que, en el caso de un hipotético confinamiento esos días, podamos contar con permisos especiales para poder hacer repartos ‘online’ y llevar las flores a los camposantos.

¿En la Asociación están más unidos que nunca?

Efectivamente, tenemos que estar unidos porque la unión hace la fuerza y si vas por libre es más complicado salir adelante.

¿Qué le piden a la Virgen del Pilar?

En primer lugar, le pedimos salud para todo el mundo y que se encuentre una solución lo más efectiva y rápida posible para un virus que este año ha causado miles de muertes y ha puesto en jaque económico a muchos sectores, no solo al nuestro. Algunos de nuestros clientes son personas mayores y nos da muchísima pena ver que no pueden salir de sus casas, que permanecen allí encerrados por precaución y por miedo. Deseamos volver a verlos por la calle, paseando y encargando flores. Queremos que vuelva a florecer la alegría de nuevo y que la ciudad brille otra vez como un colorido ramillete.

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