Por unas navidades más sanas y sostenibles

El respeto por el medioambiente ha pasado de ser una elección moral a convertirse en una obligación que se aplica a cualquier gesto cotidiano. Por supuesto, también a las comidas navideñas. Por eso, seleccionar los productos que se llevan estos días a las mesas de los hogares se ha convertido en una decisión importante, donde conceptos como la producción de temporada, los cultivos de proximidad o la condición de ecológico se tienen cada vez más en cuenta.

Por todo ello, cabe insistir en que optar por los alimentos de Aragón para confeccionar los menús de estas fechas señaladas no solo contribuye a ofrecer una cocina saludable y de calidad, sino que, además, ayuda a preservar la salud del planeta.

Lo natural gana adeptos

Los datos de los últimos años confirman este cambio de mentalidad a la hora de hacer la compra en la Comunidad. Así, según los últimos datos recogidos por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica en su memoria de actividad de 2022, son más de 106.000 hectáreas las que se dedican a este tipo de agricultura en Aragón y 1.688 operadores los que integran la actividad, que ha experimentado un crecimiento de casi un 60% en los últimos tres años. Esto significa que los productos agrícolas o agroindustriales producidos bajo procedimientos sostenibles, limitando el uso de productos sintéticos como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales, y de aditivos alimentarios, tienen cada vez más peso en el consumo.

Asimismo, otra de las cuestiones importantes en el mundo de lo ecológico es el tema de la cercanía o kilómetro cero, dos elementos que, según numerosos expertos en la materia, deberían ir unidos pero que no siempre lo hacen, siendo habitual ver en los establecimientos artículos de este tipo que han sido elaborados a miles de kilómetros de distancia.

Esto es porque, en ocasiones la demanda se centra en productos que no son característicos de la región. Así, por ejemplo, la piña es una fruta habitual en las comidas de Navidad, pero no se cultiva en España. Expertos en cocina sostenible recomiendan sustituirla por un kiwi nacional o, incluso, una manzana, que favorece la digestión y se puede encontrar en cualquier punto del país.

Es por ello recomendable atender a la procedencia del producto cuando se incluye en la cesta de la compra. Igualmente, el distintivo de ‘ecológico’, que representa el ya conocido icono de la hoja verde, se puede ver en el etiquetado de aquellos alimentos que han pasado por un proceso libre de químicos.

En resumen, los expertos del sector, tanto en la producción como en el consumo de estos alimentos, aconsejan optar por productos de temporada, característicos del cultivo de la región y que se encuentren lo más cerca posible del lugar del consumo. Igualmente, una producción natural y sostenible contribuirá a adoptar un estilo de vida más saludable y responsable en la sociedad.

Cuestión de etiquetas

La apuesta por producciones respetuosas con el medioambiente ha generado una amplia tipología de etiquetas y conceptos que acompañan a los productos agrícolas y agroindustriales en su comercialización y que pueden resultar confusos para el consumidor. Así, a los productos ecológicos también se les conoce como ‘bio’ u ‘orgánicos’, haciendo alusión a aquellos que siguen procedimientos sostenibles y naturales en su cultivo y recolección.

Por otra parte, a los productos de ‘kilómetro cero’, se les denomina igualmente ‘de proximidad’ o de ‘cadena corta’, haciendo referencia a la corta distancia que existe entre el lugar donde se produce y el lugar donde se consume.