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Por qué un plan de pensiones mixto es la mejor opción si quieres ahorrar e invertir al mismo tiempo

Este producto financiero ofrece una mayor rentabilidad manteniendo a su vez un colchón relativamente seguro de ahorro.

Un plan de pensiones es el complemento perfecto para disfrutar de una jubilación tranquila.
Un plan de pensiones es el complemento perfecto para disfrutar de una jubilación tranquila.
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Uno de los consejos que más repiten expertos financieros sobre la economía personal es que, alcanzada cierta estabilidad económica, y cuanto antes mejor, es momento de empezar a ahorrar a través de un plan de pensiones, para que llegada la jubilación no haya preocupaciones en este sentido. "Un plan de pensiones es un producto de ahorro, que ofertan las entidades financieras, en el que el cliente realiza aportaciones periódicas de dinero dirigidas a un fondo de pensiones. Este fondo tiene la función de mover ese dinero, comprando y vendiendo activos para generar rentabilidad del dinero invertido a largo plazo", explican desde Ibercaja.

Eso sí, a la hora de contratar este producto, destinado a generar un dinero para la jubilación como complemento a la pensión pública, conviene dejarse asesorar por expertos, pues existen diferentes tipologías que se adaptan a todo tipo de perfiles y necesidades, como son los planes de renta fija, de renta variable o mixtos.

¿Qué diferencia un plan de otro?

Los planes de renta fija son aquellos que invierten el dinero en activos de renta fija (como bonos u obligaciones), es decir, en activos que ofrecen una rentabilidad conocida de antemano. En los de renta variable, el dinero va dirigido a activos de renta variable, como las acciones, y por lo tanto la rentabilidad depende del resultado de la actividad de las empresas que las emiten. En este caso, el rendimiento esperado es incierto, lo que conlleva más riesgo, pero también suelen ofrecer más rentabilidad.

Los planes de pensiones mixtos son, por lo tanto, una combinación de los dos anteriores, e invierten tanto en activos de renta fija como en activos de renta variable. Dentro de los mixtos, también existen dos categorías: los planes de pensiones de renta fija mixta, de tipo más conservador, "en los que más del 70% del dinero invertido va dirigido a activos de renta fija y un máximo del 30% restante se destina a activos de renta variable"; y los planes de pensiones de renta variable mixta, en los que el porcentaje de renta variable supera el 30%.

Sobre la rentabilidad

"Si decidimos invertir en planes de pensiones de renta fija mixta, estamos asumiendo un riesgo menor, lo que se puede traducir en una menor rentabilidad", explican desde Ibercaja, en referencia a la rentabilidad de este tipo de planes. En el caso de los de renta variable mixta, la rentabilidad es mayor, pero también el riesgo que se asume.

Por ello, "si nos decantamos por los planes de pensiones de renta variable mixta, estamos asumiendo mayores riesgos, lo que nos ofrece la posibilidad de obtener una mayor rentabilidad, pero siempre teniendo un colchón relativamente seguro gracias a que seguimos invirtiendo una pequeña parte en activos de renta fija", señalan.