"Para mí, la jota es el amor de mi familia"

Lorena Margalló, ganadora de la segunda edición de Jotalent, forma parte del elenco de 'Aragón, tierra de jota'.

Lorena Margalló en ‘Belchite, memoria y paz’.
Lorena Margalló en ‘Belchite, memoria y paz’.
Luis Simón Aranda

Lorena Margalló se coronó ganadora de la segunda edición de Jotalent gracias a dos jotas y una canción de folclore: ‘Con un puñado de sal’, ‘Sale el sol por Los Monegros’ y ‘Sol d’Ibierno’. La fragatina, que destaca por su versatilidad, su talento artístico y su capacidad de trabajo, es una de las voces más notorias de la región.

¿Cómo comenzó su relación con la jota?

En mi familia hay mucha tradición, así que de bien pequeña. De hecho, mi abuelo fue uno de los joteros que fundó la rondalla Peña Fragatina. Para mí la jota es el amor de mi familia, amor de familia en general. Y ya recuerdo perfectamente que a los 3 o 4 años me apuntaron a las clases de aquí, en Fraga, y enseguida entré en la rondalla. Para mí es la mayor de las expresiones que tenemos en el seno de la familia, y para con todo lo demás. Es expresar los sentimientos más profundos de mi ser hacia Aragón y la familia.

Fue la ganadora de Jotalent este 2023. ¿Qué se siente al ganar un concurso así?

El llegar hasta el final fue cumplir mi objetivo de lejos. Yo solo quería que se me conociera. Ganarlo ya supuso el premio a todo el esfuerzo, la constancia y el trabajo de todos esos meses. Y encima compartirlo con personas que se convirtieron en amigos, como con Raúl Palacios ha supuesto un regalo. Ha sido un envoltorio fenomenal y estupendo de las ganas, el sueño, los viajes…, vamos, el colofón máximo y el premio de toda la energía que había puesto. Un programa así te pone muy en el candelero, con oportunidades laborales que sino no se darían.

Y, ¿qué siente cuando canta?

Sea jota o no jota para mí cantar es una liberación. Cantar en sí es una forma de estar en el mundo, lo que mejor se hacer. No me dará por ver la tele o ponerme a leer una novela, pero sí estoy todo el día con música. Ahora puedo decir que me dedico a cantar. Cada mes me van saliendo actuaciones y se me están dando regalos como este, vivencias que no pensaba que viviría. Hace un año me lo dicen, que ahora estaría cantando en el Auditorio de Zaragoza y no me lo creo. No solo canto jota, también folclore. Como en Aragón somos lingüísticamente un diamante en bruto me tocara cantar en aragonés y en el dialecto que hablamos aquí, el fragatino. Así que volver a cantar la jota está siendo un regalo y encima que me pueda dedicar ya...

¿Por qué decidió participar en la gala ‘Aragón, tierra de jota’?

Sergio Aso me llamó para ver si quería participar y yo le dije: “¿tienes un ápice de duda de que yo quiera ir?”. Cómo decir que no si un verdadero lujo que piensen en ti para actuar con lo mejor del panorama. Un sueño que hace un año ni siquiera sabía que tenía. Así que fue una sorpresa por eso mismo, porque me lo dices hace un año y no me creo que estaría, ya de primeras cantando jota, y ya hacerlo en el Auditorio de Zaragoza y con ese elenco que va a estar encima del escenario.. Voy como parte de la representación de Huesca, pero más que por la parte tradicional, por lo vanguardista con lo que se está experimentando un poco. También en cuanto al vestuario, soy yo en mi máximo esplendor, aunque siempre desde un amor máximo a todo lo que es la jota.

¿Cree que la jota tiene el lugar que se merece en la sociedad aragonesa?

Yo creo que en la sociedad aragonesa sin lugar a dudas sí que tiene reconocimiento. Se le ha dado siempre, pero ahora con más inri se le está catapultando a los primeros puestos como una de nuestras insignias más completas. El nombre que le han dado a la gala no podría ser de otra manera, es perfecto. Cantamos jota cuando estamos contentos, tristes, para celebrar, en el campo trabajando, en la mayoría de las casas de Aragón está presente y, si no es como tal, sigue estando en nuestro yo más profundo, en la lengua, en las casas. Finalmente, creo que la declaración como Bien Inmaterial de la Humanidad ya será la medalla de oro que se merece tener.