especial recursos humanos
Nuevos desafíos para la gestión de personas
Todo lo vivido por la población durante los dos últimos años de pandemia ha llevado a un cambio de preocupaciones y prioridades global, lo que ha generado nuevos retos para los departamentos de recursos humanos en las empresas.
Tras todos los cambios vividos en los dos últimos años, 2022 es un año de asentamiento y consolidación. Así, muchos procesos que empezaron a darse de forma un tanto forzosa en 2020 para poder seguir trabajando y adaptarse a la situación de pandemia se han quedado en nuestro día a día, como la normalización de las soluciones de teletrabajo. Sin embargo, otros han desaparecido por su poca practicidad.
Además de los procesos y costumbres que llegaron para quedarse, estos cambios han permitido vislumbrar por dónde irá el futuro de los departamentos de recursos humanos. Acelerando un proceso de criba que, de otra forma, hubiera tardado más tiempo en llevarse a cabo. Por ejemplo, la pandemia ha sacado a la luz muchos problemas de salud mental que sufre la población general. Según los datos que recopila el Global Consumer Survey de Statista, en países como Brasil, Estados Unidos o Suecia, más del 40% de la población padeció síntomas de depresión, estrés y ansiedad. En España, la cifra es de hasta un 27%.
En este contexto, teniendo en cuenta que el ámbito personal influye en el laboral, se ha abierto un nuevo desafío para la gestión de personas que además, no es el único: la retención de talento joven, la diversidad en las plantillas, la sostenibilidad, la desconexión digital o las soluciones para poder llevar a cabo modelos híbridos de trabajo físico o presencial suponen algunos de los nuevos retos para los recursos humanos.
- Priorizar el cuidado de la salud mental: Los profesionales del departamento de Recursos Humanos de cualquier empresa deben contar con habilidades y herramientas para detectar problemas de salud mental entre los empleados y, también, asegurarse de que se les proporcionan los recursos necesarios para lidiar con ellos. También entra dentro de sus responsabilidades el animar a los trabajadores a participar en actividades grupales que ayuden a mejorar la relación entre todos y a fortalecer su integración dentro de la compañía.
- Mejorar las competencias: Hoy en día, los trabajadores son conscientes de que, a lo largo de su vida laboral, van a necesitar adaptarse a diferentes cambios en su entorno de trabajo. Aprovechar este cambio de mentalidad e invertir en formación para mejorar y ampliar las competencias y habilidades de los empleados es una forma de ahorrar costes de nuevas contrataciones a la compañía y, además, contribuye a mejorar la ambición y las perspectivas de futuro de los trabajadores, que sienten que pueden mejorar sin salir de la empresa.
- Analizar los datos para progresar: La digitalización de los recursos humanos permite recoger gran cantidad de datos sobre los trabajadores, pero tenerlos recopilados no es suficiente. Es necesario analizarlos, interpretarlos, visualizados y compartirlos con las personas interesadas para desarrollar un plan estratégico que permita mejorar la situación personal de los empleados dentro de la compañía. Estos datos permiten, por ejemplo, mejorar la productividad pero, también, adaptar puestos a las personas adecuadas.
- El derecho a desconectar: Los avances tecnológicos han traído muchas ventajas a nuestro día a día, pero también algún que otro inconveniente. Por ejemplo, a través del móvil es muy fácil estar siempre localizado para cualquier emergencia que pueda surgir, incluidas las laborales. Por eso, se ha llegado a la determinación de que los trabajadores tienen derecho a la desconexión digital. ¿Qué significa esto?Que durante su periodo de descanso, vacaciones o fuera de su horario laboral, el empleado tiene libertad para no estar conectado a ningún ‘software’ corporativo.
- Mayor diversidad en la empresa: Uno de los grandes retos de los recursos humanos es ver a las personas por lo que son, terminar con ciertos criterios preestablecidos en los procesos de selección y llevar a cabo una apuesta en firme por conseguir una mayor diversidad dentro de la empresa. La Ley de Igualdad del Registro Salarial Obligatorio ha dado un empujón a la visibilidad de las mujeres dentro del mundo empresarial y ha facilitado su acceso a puestos de responsabilidad, tratando de romper el antes conocido como ‘techo de cristal’.
