Nicotina o humo: ¿cuál es el principal problema a la hora de fumar?

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La nicotina es la sustancia más conocida del tabaco. Presente de forma natural, es adictiva y no está exenta de riesgo; sin embargo, y al contrario de lo que se cree, no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, sino que están ligadas, principalmente, a los químicos que se liberan en la combustión.

El consumo de tabaco es nocivo en cualquiera de sus formas, aunque en muchas ocasiones se desconoce las sustancias que provocan los principales daños del hábito de fumar. La nicotina es el mejor ejemplo de ello: presente de forma natural en el tabaco, es el elemento más conocido de los cigarrillos, y el que muchas personas señalan, de forma errónea, como principal agente de las enfermedades asociadas a fumadores.

¿qué provoca la nicotina?

Esta sustancia es la principal responsable de la adicción a los cigarrillos; de hecho, está presente en los chicles y los parches de nicotina, comúnmente utilizados como tratamientos sustitutivos cuando alguien decide dejar de fumar.

Al fumar, la nicotina se introduce en nuestro organismo a través de los pulmones, y llega al cerebro desde el torrente sanguíneo. Es esa conexión con el cerebro lo que la convierte en adictiva. Sin embargo, no es lo único que genera adicción en el tabaco: también lo hacen el ritual, la experiencia sensorial y los momentos de consumo, que juegan un rol principal a la hora de dejar de fumar.

Puesto que es adictiva y no es inocua, la mejor recomendación es que nadie debería consumir nicotina en ninguna de sus formas. No obstante, el consumo de cigarrillos conlleva la inhalación, además de nicotina, de decenas de sustancias químicas nocivas, aunque menos conocidas. Saber qué efecto tiene cada una de ellas es un gran paso a la hora de plantearse dejar de fumar o, en caso de no dejar el hábito, buscar mejores alternativas a seguir fumando cigarrillos.

Hoja de tabaco.
Hoja de tabaco.
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LO MÁS NOCIVO ESTÁ EN EL HUMO

Una vez clarificado el efecto –y riesgo– de la nicotina llega la siguiente pregunta, la más importante: ¿cuál es la principal causa de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar?

Para entenderlo, hay que visualizar el proceso tradicional de consumo de tabaco. Un cigarrillo se posa en la boca y se enciende; es ese momento, cuando se produce la combustión, se liberan una gran cantidad de sustancias químicas, unas 6.000, de las cuales alrededor de unas 100 han sido identificadas por expertos en salud pública como nocivas o potencialmente nocivas. Es este alto nivel de sustancias químicas presentes en el humo del cigarrillo la principal causa de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar.

“Cuando quemas, se produce ceniza y partículas sólidas presentes en cada cigarrillo”, explica Gizelle Baker, vicepresidenta en el área de Global Scientific Engagement en Philip Morris International. “La nicotina no está exenta de riesgo, pero la causa principal de enfermedades relacionadas con el tabaco son las toxinas cancerígenas del humo”, argumenta, citando la guía Smoking: harm reduction publicada por el Instituto Nacional de Salud de Reino Unido.

MÁS ALLÁ DEL HUMO

Con la evidencia científica sobre la mesa, el trabajo de empresas tabaqueras como Philip Morris International se ha dirigido, desde hace años, al desarrollo de alternativas más allá del cigarrillo. “Necesitamos productos que reduzcan lo nocivo de fumar, y necesitamos que los consumidores nos entiendan: estos productos siguen teniendo riesgos, pero reducen la exposición a sustancias químicas nocivas”, explica Baker.

La compañía es clara en este sentido: la mejor decisión que puede tomar un fumador es dejar de consumir productos con tabaco y nicotina por completo. Pero, para todos aquellos que no dejarán de hacerlo, ya existen productos que, al menos, son capaces de reducir los riesgos asociados al hábito de fumar.

Las empresas tabaqueras están desarrollando alternativas a los cigarrillos.
Las empresas tabaqueras están desarrollando alternativas a los cigarrillos.
PMI

Las cifras que se han revelado hasta ahora al respecto son esperanzadoras: su dispositivo de calentamiento de tabaco, el buque insignia de esta transformación, ha sido analizado por distintos organismos de salud, como la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés), que tomó una decisión histórica sobre este producto de calentamiento de tabaco, autorizando su comercialización como un “Producto de Tabaco de Riesgo Modificado” (“MRTP”, por sus siglas en inglés), con un mensaje de exposición reducida.

Concretamente, tras haber revisado la totalidad de la evidencia científica disponible, la FDA concluyó que este producto de calentamiento de tabaco es fundamentalmente diferente en comparación con los cigarrillos, señalando que: “Los estudios científicos han demostrado que cambiar totalmente de cigarrillos convencionales a este producto reduce significativamente la exposición física a sustancias químicas dañinas o potencialmente dañinas”. Otros organismos, como el Health Canada o la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), perteneciente a la Organización Mundial de la Salud han obtenido conclusiones similares tras examinar los desarrollos científicos detrás de estas alternativas.

Desde Philip Morris International son claros: dejar de consumir tabaco y nicotina por completo es la mejor decisión que un fumador adulto puede tomar y nadie debería empezar. Sin embargo, muchas personas nunca dejarán el hábito: según la Organización Mundial de la Salud, solo el 4% de los fumadores consigue dejarlo sin ayuda. Es por ello que se hace necesario contar con una tercera vía de reducción del daño para aquellos que no van a dejar de consumir tabaco en su forma más nociva: los cigarrillos. Este camino debe ser una herramienta complementaria de apoyo a las políticas tradicionales de cesación y prevención del hábito de fumar y, además, contar con el apoyo de las autoridades públicas para poder apreciar realmente un cambio hacia un futuro sin humo lo más rápido posible.