El viaje al que invita el curso del río Martín

Singular, sorprendente y perfecto para disfrutar de una escapada en familia o con amigos sin salir de Aragón. El Parque Cultural del Río Martín se ha convertido en un destino 'top' dentro de la Comunidad por su rico patrimonio, que conjuga el valor paisajístico con el reconocimiento artístico, histórico y cultural a nivel internacional.

Así, convertido en destino de obligada visita, es posible alcanzar el centro del territorio en menos de dos horas desde la ciudad de Huesca y en poco más de una hora desde Zaragoza. Eso si se llega hasta su sede, Ariño, en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos, ya que el parque también se extiende por el territorio de las Cuencas Mineras al sur, con Montalbán y su barrio pedáneo de Peñarroyas, Torre de las Arcas, Obón y Alcaine; y por la comarca del Bajo Martín al norte, con el municipio de Albalate del Arzobispo.

El arte rupestre, en el centro

El Parque Cultural del Río Martín, con sus cerca de 250 kilómetros cuadrados de superficie, se enclava al sur de la provincia de Zaragoza y al nordeste de la provincia de Teruel, a la que pertenece. Se creó en un territorio vertebrado por las pinturas rupestres, que fueron declaradas en 1998 Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco como parte integrante del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo.

En 2010 fue declarado Itinerario Cultural Europeo por formar parte de los ‘Caminos de Arte Rupestre Prehistórico’ junto con otros enclaves del continente. En total desde el parque se han protegido mediante vallados cerca de una treintena de abrigos pintados, además de estudiar y documentar un total de 52.

Su defensa y promoción fue clave también en la instauración del modelo de gestión del parque, responsabilidad tutelada que se comparte en la actualidad con el Gobierno de Aragón, los representantes municipales y de las asociaciones de la zona, y los investigadores que conforman los comités científicos de asesoramiento. Su objetivo, en estos 25 años de trayectoria, es la conservación, protección y difusión del rico patrimonio cultural del tramo medio del río Martín, "en estrecha vinculación con el medio físico", tal y como subraya José Royo, director del parque cultural.

Así los cañones existentes en el curso del río y sus afluentes acotan los más de 50 covachos con pinturas y grabados rupestres prehistóricos al aire libre. Para conocer más sobre ellos, se recomienda la visita al Centro de Arte Rupestre ‘Antonio Beltrán’, situado en Ariño, que a su vez actúa de sede del parque y centro de congresos.

Poblado ibérico de El Palomar, próximo al municipio de Oliete.

Son varios los yacimientos arqueológicos que se encuentran en el parque. Destacan los poblados ibéricos del Palomar y del Cabezo de San Pedro, en Oliete, datados en el siglo III-I. a.C. Llama la atención la necrópolis visigoda-medieval en Albalate del Arzobispo o la localizada en las faldas de la sierra de Arcos, en Ariño.

La paleontología encuentra su meca en Obón, en la cueva de los Huesos, considerado como el principal yacimiento del Pleistoceno en Aragón. En el mismo municipio pueden encontrarse en torno a 50 huellas fosilizadas de dinosaurio, al igual que en Ariño, donde las investigaciones continúan.

En cuanto al patrimonio arquitectónico, se han recuperado los torreones independientes y de vigilancia en Alcaine y la torre Vieja de Alacón, que formaban parte de una estructura defensiva medieval. De obligada visita son el castillo-palacio de Albalate del Arzobispo y la iglesia fortaleza de Santiago en Montalbán, considerada una joya del gótico mudéjar aragonés, y los arcos medievales de Montalbán.

Para conocer más acerca de cómo se vivía en el territorio, resulta interesante visitar las neveras de Montalbán, Alcaine y Albalate. También se distinguen los lavaderos tradicionales en Obón, Alcaine o Alacón. Por otra parte, se han musealizado almazaras tradicionales para la extracción del aceite de oliva, como la de Alacón, y estructuras de molinos de harina como el de Albalate.

Atractivo natural

Recorrer la zona implica detenerse a contemplar los Puntos de Interés Geológico, tal y como fueron declarados por el Gobierno de Aragón. En muchos de ellos se cuentan con pies temáticos explicativos como el anticlinal en el collado Burriel, también conocido como de la Fuente del Regallo en Montalbán, el recorrido geológico en Peñarroyas, donde el visitante podrá observar diferentes formaciones geológicas, los pliegues angulares de Alcaine y los manantiales de los baños en Ariño. Destaca la sima de San Pedro en Oliete, única desde el punto de vista geológico en Europa. Se trata de un pozo con más de 100 metros de profundidad, que cuenta con un lago en el fondo.

De hecho, la ruta que permite alcanzar la sima es una de las más populares del parque cultural, que en 2019 se convirtió en destino de unos 20.000 visitantes. Otra de las más transitadas es la que permite descubrir el barranco de Valdoria.

La red de caminos, que se articula principalmente en torno al Sendero de Gran Recorrido GR 262 que vertebra el Parque Cultural, dispone otras 14 rutas aptas para todos los públicos y de distintos niveles de dificultad.

Finalmente, cabe subrayar que los siete centros de interpretación permiten conocer más en profundidad los distintos atractivos del parque: cultura ibérica, paleontología, geología, espeleología, cultura popular, fauna y flora. Todos ellos son edificios de interés arquitectónico y cultural recuperados.

El arte rupestre, en una nueva app

Ya está disponible la ‘app’ turística sobre el Arte Rupestre del Parque Cultural del Río Martín, basada en la realidad aumentada. Se trata de una herramienta gratuita, patrocinada por el Gobierno de Aragón, e indispensable para optimizar la visita a los abrigos, con explicaciones de la historia, una descripción de los accesos y los mapas de localización de las pinturas. Es preciso contactar previamente con los guías para poder abrir las vallas de protección a través de los centros de interpretación o en el teléfono de la sede del parque cultural 978 817 042, preferiblemente de jueves a domingo por las mañanas.