Conocer la experiencia emprendedora de Aldo Sorrosal contada por él mismo es un soplo de aire fresco para cualquiera que esté ilusionado con un proyecto de negocio. Su discurso es el mejor antídoto contra el aburrimiento y el conformismo, tal y como se podrá comprobar en el marco de la Feria Orienta, y estará salpicado de palabras como ‘inquietud’, ‘innovar’ o ‘diversión’, entre otras de estimulante significado.

El joven recuerda, cuando se remonta al origen de su inquietud empresarial, cómo su entorno más cercano intentó impedírselo, convenciéndole acerca de las ventajas de tener un sueldo fijo y una estabilidad laboral. Ninguno de estos consejos evitaron que en el año 2016 creara Coco Room, uno de los juegos de ‘escape’ pioneros en la capital aragonesa, que creció a nivel nacional creando más de diez franquicias con locales propios en otras ciudades de España. No solo expandieron su nombre, sino que los juegos de Coco Room aterrizaron en otras empresas del sector, levantando una marca referente en el sector del ocio y estableciendo una especie de 'spin off' de Coco Room, como él mismo lo llama.

¿Y en momentos de crisis?

Todo iba muy bien hasta que llegó la pandemia. Era evidente que Sorrosal no se iba a quedar de brazos cruzados, así que montó una empresa de comida a domicilio, The Monkeys, que buscó diferenciarse de las demás. Y lo consiguió, deduciendo la sorpresa de los clientes cuando recibían su pedido de manos de personas que llevaban caretas de mono.

¿Y ahí acaba todo? Claro que no. Aldo Sorrosal también gestiona despedidas de soltero y otros eventos en una finca zaragozana y está a punto de abrir Alcachopo, un nuevo restaurante que tendrá al filete de ternera como protagonista absoluto. Su objetivo en la vida da título a su ponencia: ‘Aprender, emprender y ayudar a emprender’.