Medio siglo formando, con el francés como lengua vehicular

Desde su primigenia ubicación en la calle de Ram de Viu hasta hoy, con más de mil alumnos matriculados, el colegio Molière
ha vivido una historia llena de vocación y amor por la enseñanza

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El colegio Molière cumple 50 años convertido en uno de los centros educativos de referencia en Zaragoza. Aunque aún tardaría unos años en ponerse en marcha, tuvo su germen a finales de los años sesenta del pasado siglo. En ese momento, la compañía petrolera francesa Elf, que contaba con una sede en Zaragoza, creó una escuela con el propósito de educar a los hijos de su personal expatriado. Su estructura era tan pequeña que cabía en un piso, pero representó la primera piedra de una institución académica muy vinculada a la ciudad.

En este medio siglo de vida, el colegio Molière se ha posicionado como un centro privado, plurilingüe y laico, con carácter internacional, pero su evolución hasta llegar a donde se encuentra a día de hoy no ha sido sencilla. Más allá de los sucesivos cambios de ubicación en pro de lograr mejorar sus instalaciones y, con ello, la calidad de la enseñanza que impartían, varias han sido las situaciones que revelan la enorme capacidad de adaptación de su personal docente y de sus alumnos a lo largo de toda su historia.

Todo comenzó en la calle de Ram de Viu, impartiéndose las clases en dos pequeñas casas. El servicio de comedor, que ahora se halla dentro de sus instalaciones, dependía de un establecimiento zaragozano por entonces. Un total de veinte escolares debían trasladarse junto con un profesor al restaurante Castana, que se encontraba en lo que a día de hoy es la plaza de San Francisco.

Alumnos a finales de los años 70.
Alumnos a finales de los años 70.
Colegio Molière

No es hasta bien entrada la década de los setenta, cuando desde Francia se mandan funcionarios a gestionar el colegio Molière. Esta época, aunque de crecimiento, es recordada como un tiempo en el que el personal debía implicarse más allá de su labor educativa. Así, la directora era la encargada también de hacer la compra para el comedor escolar, que llevaba en su propio coche, ya que no había supermercados ni encargos a domicilio.

A principios de los años ochenta, se encontraban en plena expansión, lo que obligó a ganar espacio mediante el alquiler de un terreno vecino, convirtiendo un gallinero en un aula, que resultó ser la más bucólica de la escuela y la más demandada por sus alumnos para recibir clases.

Vanguardia educativa

El colegio Molière ha acogido a más de mil niños de todas las nacionalidades, desde los 2 años en infantil (Maternelle), hasta los 18 años en 2º de bachillerato (Terminale). La lengua vehicular desde el comienzo de su historia ha sido el francés, y el inglés se introduce, actualmente, desde los 3 años.

Incentivan el trabajo colaborativo.
Incentivan el trabajo colaborativo.
Colegio Molière

Su pertenencia a la Mission Laïque Française (MLF) marca un camino lleno de alianzas, ya que esta institución cuenta con 500 liceos de 137 países y 400.000 alumnos inscritos. Además, el sistema educativo que se imparte sigue los programas oficiales del Ministerio de Educación francés, y están reconocidos por el ministerio homólogo español.

Noël Jegou, director del colegio Molière, resalta que "la educación que reciban nuestros hijos será nuestra mejor herencia" y anima a los padres a escoger este centro, que actualmente se encuentra en el zaragozano barrio del Actur. "La educación francesa tiene prestigio internacional, es un sistema que enseña a reflexionar, a razonar. Y hablar francés distingue, en mitad de un mundo impregnado por lo anglosajón", resalta.

Apuestan por la enseñanza de idiomas con profesionales bilingües en inglés y francés, y por la innovación educativa, que en la actualidad se centra en la sostenibilidad, con su consideración como ecoescuela como principal hito. Su objetivo es formar ciudadanos internacionales, con una visión abierta, sentido crítico y capacidad para vivir y trabajar en cualquier lugar del mundo, como llevan haciendo desde 1962

HItos de 50 años de historia

  • 1972: Este año se crea el primigenio colegio Molière de Zaragoza. con el nombre de Asociación Franco-Española del Colegio Molièr. Su primera sede está en la calle Ram de Viu.
  • 1975: La Mission Laïque Française asume la responsabilidad administrativa, financiera y pedagógica de la escuela. El centro zaragozano depende de la contabilidad del Liceo de Alicante.
  • 1977: El colegio se traslada a la carretera de Logroño a un chalet con piscina, en un terreno de 5000 metros cuadrados. Las habitaciones del chalet son transformadas en aulas y las palmeras adornan su jardín.
  • 1978: Los primeros funcionarios dependientes del estado francés llegan al colegio Molière en una etapa de expansión del centro.
  • 1986: Primera visita de un inspector francés al Molière, que vino a certificar la conformidad de la escuela con el sistema y los programas educativos nacionales franceses.
  • 1987: La DGA, la Mission Laïque Française y el Ministerio de Cultura francés conceden el uso de un terreno, en el área 17 del polígono Actur, entre la vieja chimenea y el edificio Kasan, para la construcción del nuevo Molière. Esta es su ubicación actual.
  • 1990: Traslado a la calle de Manuel Marraco Ramón, 8.
  • 1997: El Molière se convierte en el Lycee Molière francés. El programa de ‘baccalauréat’ se imparte, en un primer tiempo, a distancia por el Centro Nacional de Enseñanza a Distancia (CNED).
  • 2015: Se alcanzó el umbral de 1000 alumnos matriculados. Todos los niveles se enseñan presencialmente y el colegio acoge a los niños zaragozanos, desde los 2 años hasta la universidad.