Marianistas, un hogar en el que crecer

En Marianistas ofrecen, además de un excelente proyecto educativo para que los alumnos puedan dar lo mejor de sí mismos, un acompañamiento en su crecimiento personal y, por supuesto, en su vivencia de la fe. “Nuestra prioridad es ayudar al alumno a construir su proyecto de vida”, aseguran desde la dirección del colegio. Y aún van más allá. “Queremos que nuestros estudiantes se integren creativa y constructivamente en el mundo. Con el legado de nuestro fundador, educamos con una sensibilidad social para que no pierdan de vista el trabajo por el bien común”, añaden.

Para el centro, las relaciones que se establecen durante la edad escolar son de suma importancia. Por ello, quieren que la estancia de los niños en el colegio esté llena de referentes y se convierta en una verdadera experiencia vivencial de aprendizaje y construcción de su persona. “Si por algo se caracteriza esta escuela es por el cuidado de las relaciones”, recalcan.

La tradición marianista ha mimado especialmente, bajo el nombre de espíritu de familia, la calidad de las relaciones humanas dentro de la escuela. En sus propias palabras: “El sistema que ofrecemos es un armonioso equilibrio en la relación entre educadores y alumnos; familia y escuela, y entre el colegio y la sociedad, tanto la cercana como la lejana”.

Marianistas

Una educación integral

"Proporcionar una educación verdaderamente integral significa ofrecer variedad de procesos, académicos, extracurriculares y pastorales, que brindan al alumnado la posibilidad de crecer en todas las dimensiones de su persona. Educar integralmente significa también aportar sentido y coherencia a todos estos procesos educativos", explican.

“Educamos en el encuentro con el otro a través de distintas metodologías que plantean la participación del alumnado para que su aprendizaje sea más activo y significativo- incide la dirección-. Promovemos el desarrollo del pensamiento crítico, la comunicación, la colaboración y la resolución de conflictos”.

En Marianistas explican que desarrollan proyectos que dan respuesta a problemas de la vida real y permiten a los alumnos adquirir conocimientos y competencias para situarse ante las circunstancias que se les presentan con capacidad crítica y libertad. Asimismo, se sirven de metodologías que les ayudan a educar en el compromiso con el entorno, a comprometerse en la construcción de un mundo más justo, solidario y pacífico.

“Creemos en la personalización del aprendizaje, acompañamos a cada alumno/a para ayudarle a conseguir las competencias necesarias para ser dueños tanto de su proyecto personal como profesional”, concluyen.