Los jóvenes alpinistas aragoneses completan su experiencia en los Alpes

Las conocidas Tres Cimas de Lavaredo, en la cordillera italiana de los Dolomitas, se han sumado a la lista de cumbres escaladas por el Grupo de Tecnificación de Alpinismo de Aragón (GTAA). Cinco de los componentes de este equipo partieron el pasado día 3 de julio a una expedición que se completará durante la próxima semana con nuevas actividades en Chamonix, en las laderas del Mont-Blanc, para completar su formación y entrenamiento en las diferentes modalidades del alpinismo.

El GTAA es uno de los grupos de alto nivel de la Federación Aragonesa de Montañismo, que tiene como primer objetivo formar jóvenes deportistas para “poder aspirar con garantías a formar parte del Equipo Nacional de Alpinismo”, así como “formar deportistas autónomos destacados”, señala Alejandro Bada, técnico responsable del programa.

Cada dos años, en enero, se realiza una selección entre los federados aragoneses de 18 a 30 años, en base a su currículo y pruebas prácticas de esquí de montaña, escalada en hielo y escalada en roca. Los seleccionados participan así en un programa formativo con actividades mensuales para formarse en las distintas técnicas de progresión y rescate en terreno de montaña.

Ahora son ocho los miembros de este equipo, que, excepcionalmente, están en su tercer año de formación, ya que por la paralización de actividades que supuso la covid se ha ampliado un año su participación. A pocos meses de completar su paso, el GTAA ha organizado esta experiencia en la cordillera de los Alpes.

Los cinco participantes son Andrés Falo, Álvaro Lafuente, Jorge Larraz, David Mateo y Rubén Subías. No han podido sumarse Juan Manuel Gómez, Ricardo Salgedo y la única fémina del grupo, Amaya Agirre, que está participando con la selección española en una expedición al Himalaya.

Junto con el técnico Alejandro Giménez, los aragoneses han subido algunas de las vías emblemáticas de Lavaredo, tres distintivos picos en forma de almena que tienen su cumbre máxima en los 2.999 m de la Cima Grande y son uno de los más conocidos retos para los alpinistas, porque la erosión ha tallado torres aisladas con angostas sendas en la roca. Así, en la Cima Grande se han ascendido las vías Hasse Brandler, Comici Dimai y Dibona, y en la Cima Piccola, las vías Prima Ballerina y Veccio Zadeo; vías con dificultad hasta 7a+.

La experiencia continuará en Chamonix, donde el equipo participa en una reunión intercentros del Grupo de Alta Montaña Español (Game-Fedme) para practicar técnicas como el autorrescate en glaciares y también reunir a los deportistas de toda España de entre los que saldrá el próximo equipo nacional de alpinismo.