Si algo nos ha demostrado la crisis de la covid-19 es que las empresas más preparadas son las que mejor han sabido adaptarse a los cambios de tendencias que se han producido en estos largos meses. Y en esta adaptación, la tecnología se ha convertido en el mejor salvoconducto para hacer frente al impacto que esta crisis está teniendo en las empresas y también en las personas.

Una tendencia, la tecnológica y digital, que lleva años haciéndose hueco, pero que ahora ha recibido el espaldarazo definitivo y que marca la hoja de ruta que deberán seguir las compañías de cara a aumentar la productividad y el volumen de sus negocios. Una tendencia que, además, les proporcionará la flexibilidad que necesitan para estar preparadas ante los cambios de un mercado que cada día es más impredecible.

Inversión

Todas aquellas compañías que quieran afianzarse saben que tienen que apostar por las inversiones tecnológicas y deben hacerlo en aspectos tan claves como la innovación, la transformación digital, la eficiencia operativa y la ciberseguridad, puntal clave para dar respuesta a aspectos relacionados con el refuerzo de la seguridad de la cadena de suministro o el cifrado de la información.

Y todo ello sin olvidarse de la Automatización Robótica de Procesos (más conocida como RPA), que está transformando la forma en la que operan las empresas y que va a condicionar el desarrollo futuro de la mayoría de ellas. Una de sus grandes ventajas es que, al limitar la posibilidad de un error humano, aumenta considerablemente los protocolos de seguridad. Y, en materia de productividad, mejorar los procesos empresariales de manera eficiente y eficaz.

Innovación

Y junto con esta apuesta tecnológica y digital, los expertos aseguran que hay que incentivar la innovación constante, con el fin de que la productividad no se vea afectada y sea posible encontrar nuevos nichos de mercado para rentabilizar un negocio. Para ello, no hay que dejar de invertir en I+D+i con el fin de lograr consolidarse y posicionarse dentro de un mundo cada día más globalizado.

Finalmente, no hay que olvidar que todos los negocios se basan en la relación entre las personas. Por eso, es importante tener en cuenta el trato humano que se establece entre la persona que manda un e-mail y quien lo recibe, o quien marca un número de teléfono y quien atiende la llamada. 

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