En la residencia y centro de día Albertia El Moreral UDP, ubicada en La Puebla de Alfidén, en Zaragoza, se ha iniciado un proyecto beneficioso para mejorar el bienestar de los residentes: unidad de convivencia. Las unidades de convivencia consisten en pequeñas enclaves habitacionales que se organizan en torno a un espacio común de relación. Esto permite a las personas participar en las tareas cotidianas y a la vez estar atendidos por personal cualificado. Basan su funcionamiento en el respeto y la consideración de las preferencias de los residentes mediante el desarrollo del modelo de atención centrada en la persona.

La primera unidad de convivencia del centro se ha podido crear gracias a la formación impartida por la Fundación Matia sobre la atención centrada en la persona. Surge con el objetivo de mejorar la calidad de vida y dar continuidad a su proyecto de vida en un entorno donde los individuos sean el eje central de la intervención.

La unidad de convivencia está ubicada en la planta baja de la residencia en el contexto de un espacio abierto y luminoso. El equipamiento que conforma este espacio ha sido diseñado teniendo en cuenta las capacidades funcionales de los usuarios y con el fin de fomentar la interacción social entre ellos.

Pretenden conseguir un espacio familiar, en el que puedan sentirse como en su propio hogar. Por ello, las personas mayores pueden aportar aquellos elementos decorativos propios que les evoquen recuerdos positivos.

Medidas adoptadas

La residencia Albertia El Moreral UDP ha adoptado una serie de medidas para mejorar la calidad de vida de sus usuarios. En primer lugar, han adecuado los espacios comunes con un diseño hogareño, con estímulos audiovisuales, auditivos y potenciación de la luz natural. Además, han buscado proteger la intimidad de las personas que conviven en ese espacio y redecorarlo para tener un lugar tranquilo y hogareño. También están personalizando la estancia con fotografías y objetos significativos para ellos.

Quieren que los usuarios tengan una atención totalmente personalizada. Para que esto sea posible, han asignado a cada uno de ellos un profesional de referencia y elaboran su historia de vida para llegar al conocimiento de la persona, sus gustos y preferencias, así como sentimientos, dando visualización a sus capacidades y fortalezas.

Con esta información, elaboran un cronograma de actividades y asignan personal de referencia a cada una. Además, están realizando talleres formativos para capacitar a las trabajadoras y que dispongan de las herramientas de trabajo necesarias.

Además, fomentan la participación de las familias o apoyos de las personas mayores en la realización de las actividades de la vida diaria, dependiendo del grado de deterioro cognitivo que presenten.