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La Hermandad del Refugio pide para poder seguir ayudando

Sacará a la calle más mesas de cuestación para aumentar la cantidad recaudada

Mesa recaudatoria de la hermandad del Refugio en la campaña del año pasado.
Mesa recaudatoria de la Hermandad del Refugio en la campaña del año pasado.
Hermandad del Refugio

La Hermandad del Refugio, un año más, hace un llamamiento con el lema 'Ayúdanos a ayudar' durante la campaña que realiza en Semana Santa. Esta institución más que centenaria y sin ánimo de lucro necesita de la colaboración de todos. Las aportaciones se pueden realizar en las mesas que pondrán durante estos días, en una cuenta corriente creada a tal efecto (ES52 2085 0167 04 0330898795) u otorgando un testamento o legado solidario a favor de la Hermandad.

Desde el Refugio se señala que en los últimas dos campañas se ha recaudado en torno a 150.000 euros, mientras que en el año 2016 logró alcanzar 210.000 euros. Para conseguir aumentar los fondos, han ampliado la campaña de cuestación en los siguientes días:

  • Domingo de Ramos (14 de abril) : se ubicarán mesas en la plaza de Sas y Coso esquina con la calle de Don Jaime de 11.00 a 14.00 y por la tarde, de 18.00 a 21.00.
  • Jueves Santo (18 de abril): además de las 53 mesas repartidas por diversas iglesias de la capital aragonesa, se instalarán otras en la plaza de Sas, en la calle de Alfonso I esquina con la plaza del Pilar (cafetería Santiago),calle de Don Jaime I esquina con calle Estébanes (iglesia San Gil), paseo de la Independencia (pasaje del Caracol) y avenida de Cesar augusto, 8 ( comandancia de la Guardia Civil). Su horario será de 11.00 a 14.30 en horario de mañana y por la tarde de 18.00 a 22.00.
  • Viernes Santo: de 11.00 a 14.00, se realizará la cuestación en la plaza de Sas y en la mesa ubicada en la esquina de la calle Don Jaime I con el Coso.

Junto a esta campaña de Semana Santa, la Hermandad también pretende la incorporación de nuevos miembros a su comunidad mediante la campaña 'Yo soy del Refugio, y tú?'  que anima a sostener económicamente a esta institución.

24 horas al día, 365 días al año, 376 años

La Hermandad del Refugio fundada por un grupo de vecinos de Zaragoza en 1642 ha mantenido sus puertas siempre abiertas para ayudar a los que se han acercado hasta ella sin distinción de nacionalidad o religión. Ese servicio que se prestaba entonces continua de plena actualidad. La institución acoge a familias y personas con problemas económicos en varios programas. Desde sus inicios, las mujeres han estado especialmente protegidas. Aquellas mujeres embarazadas a las que se les prestaba ayuda antes se ha transformado ahora en la Gota de Leche. Esta figura pionera en su tiempo se creó a principios del siglo XX mediante la contratación de amas de cría para aquellas madres imposibilitadas de alimentar a sus hijos. La demanda de madres necesitadas de este servicio hizo que en algunas ocasiones fuera preciso comprar leche de burra para atender la demanda. Un siglo después, el servicio sigue activo y durante el año 2018 se han atendido a 291 niños de distintas nacionalidades.

“Los niños y la educación es una apuesta segura de futuro”, afirma Santiago Sánchez, Hermano Mayor del Refugio. El valor de la infancia hace que se tenga especial cuidado en su centro de educación infantil, al que acuden 53 niños de distintas nacionalidades hasta los tres años. Al finalizar el periodo académico, la Hermandad ofrece colonias a niños de mayor edad para aquellos padres que trabajan, con plena ocupación en el mes de julio y algo menor en agosto.

Entre los servicios prestados a familias se han entregado alimentos y ropa. También han estado acogidos en la casa 1.461 transeúntes y se han dado 21.284 desayunos, 14.881 comidas y 18.268 cenas en el año 2018.

La biblioteca que inició su andadura coincidiendo con el 375 aniversario va creciendo. Además de la sala de lectura y algunas mesas con libros repartidas a lo largo de la institución, se ha ampliado el círculo a los hospitales para hacer más llevadera la estancia. Como siempre, los libros se escogen según los intereses de los que allí se acercan y en su sello siempre pone el lema 'Este libro es un regalo'.

El paso del tiempo por el edificio, construido en los años 30, hace necesaria una reforma de las instalaciones para adaptarlo a las nuevas necesidades que lo hagan más eficiente. Por ello, reclaman la necesidad de ayuda de las instituciones públicas y también de particulares.