en colaboración con el gobierno de aragón

Felipe Faci: "Hay que seguir estudiando para que Aragón sea más competitivo y equitativo"

Entrevista al consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.

El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, en su despacho.
El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci, en su despacho.
Oliver Duch

El pasado mes de septiembre la Lomloe llegó a las aulas. Superado el ecuador del curso escolar, ¿qué impresiones hay en la comunidad educativa acerca de su aplicación?
Ha habido un trabajo por parte de los centros educativos para adaptar todo el tema curricular y metodológico a la nueva ley, y desde Aragón les hemos dado flexibilidad, un periodo de tres años para hacerlo. Hemos permitido que las programaciones se entreguen conforme se hacen, hemos procurado que el trabajo sea lo más programable posible y también se ha trabajado la formación. La implantación de una ley es progresiva en todos sus conceptos y en ningún momento hemos pensado que esto debía hacerse de forma automática. Hay que trasladar tranquilidad y apoyo a los docentes.

Muchos de los que se acerquen a esta Feria Orienta el próximo 1 de marzo serán alumnos de 1º de bachillerato, que deberán hacer frente a una nueva selectividad. ¿Cómo deben prepararse para esta prueba?La implantación va a ser paulatina, de tal manera que el cambio total será en 2028 y no en el próximo curso 2024-2025. Nosotros haremos la preparación correspondiente tanto al profesorado como al alumnado, pero deben prepararse de acuerdo a las nuevas formas de evaluar, y sobre todo para esa prueba de desarrollo competencial que va más allá de los contenidos.

El Centro Europeo para el Desarrollo de la FP prevé que en 2025 cerca de la mitad de los puestos de trabajo que se requieran en España corresponderán a personas con un nivel medio de cualificación. ¿Está preparado Aragón para cubrir esa demanda de profesionales?Toda la legislatura hemos trabajado para fomentar la FP, a través del Campus Digital de Formación Profesional, con un cambio metodológico y adaptando las titulaciones a los requisitos y empleabilidad que busca el sector productivo aragonés. Estamos en contacto con las organizaciones empresariales, sindicatos y clústeres y, de hecho, hemos firmado un acuerdo para que, de aquí a ese horizonte de 2025, se cualifiquen unos 200.000 aragoneses, 50.000 que se incorporan por primera vez al sistema productivo y el resto que ya cuentan con un título pero que además se cualifican para las nuevas exigencias del mercado laboral.

"Hemos trabajado para fomentar la FP y para 2025 queremos que se cualifiquen unos 200.000 aragoneses"

Escoger entre un grado universitario o un título de FP o saber a qué dedicarse en un futuro profesional es un momento complicado para los estudiantes. ¿Cree que los jóvenes aragoneses conocen bien sus opciones?Creo que hoy los jóvenes tienen que saber que la FP es una formación que lleva a encontrar un puesto de trabajo de forma inmediata, porque más del 90% de los alumnos encuentran un trabajo en menos de cinco meses. Hay muchas empresas que demandan profesionales medios y que están esperando que los jóvenes se cualifiquen para ofrecerles un empleo y una carrera profesional. Por otro lado, elegir un grado universitario también les va a ofrecer una salida profesional, pero el mercado laboral va a necesitar en su mayoría de una cualificación media, frente a un 20-25% de estudios universitarios.

Ha anunciado que este año se va a celebrar de nuevo un congreso de innovación educativa, centrado en la reducción de la brecha educativa. ¿Por qué es tan importante abordar esta cuestión? ¿Falta equidad en la educación aragonesa?La equidad es garantizar que todos los alumnos accedan y salgan del sistema educativo en igualdad de condiciones. En Aragón tenemos centros muy innovadores y ya se está trabajando en un sistema que garantiza la equidad, con programas y proyectos de acompañamiento a alumnos con dificultades, pero debemos profundizar más. Los datos de Aragón no reflejan que estemos peor que otras comunidades o a nivel europeo, pero la pandemia ha revelado que hay brechas y tenemos que reducirlas a lo mínimo posible. Se ha confrontado innovación y equidad, pero son perfectamente compatibles, porque la innovación no es un fin, sino un medio.

¿A qué otros retos se enfrenta la educación aragonesa?Además de seguir trabajando la equidad, hay que crecer en oferta de formación profesional para alcanzar ese objetivo de 200.000 alumnos y disminuir la tasa del abandono escolar. En 2015, se situaba en el 20% y ahora está cerca del 10%, pero hay que seguir reduciendo. Los alumnos de 16 años tienen que seguir estudiando y formándose y hay que ser generadores de talento, porque una sociedad con altas tasas de cualificación es mucho más desarrollada a nivel económico, cultural y social y hará de Aragón un territorio más competitivo y equitativo.

"Se ha confrontado innovación y equidad, pero son compatibles. La innovación no es un fin, es el medio"

¿Cómo se crea ese talento?Enseñando a los jóvenes, desde muy pequeños, a aprender por sí mismos, a triunfar, a desarrollar iniciativas, a ser autónomos, creativos, a que sean capaces de tomar decisiones, de enfrentarse a problemas y solucionarlos… No hay que dirigir tanto sus aprendizajes, sino acompañarles en ese desarrollo personal.

Ahora que la legislatura está a punto de terminar, ¿qué balance hace de los proyectos que se han desarrollado desde su departamento en estos cuatro años?Nos planteamos objetivos que van encaminados a más de una legislatura, pero esta ha sido especialmente difícil porque hemos tenido una pandemia de por medio. Cuando asumimos el gobierno en 2015, la ciudad de Zaragoza tenía una carencia en infraestructuras educativas y hemos invertido más de 200 millones de euros para atender a esos equipamientos que estaban al borde del colapso, como Valdespartera, Arcosur o Parque Venecia. Hemos ampliado la FP y reducido la tasa de abandono, extendido el bilingüismo en muchos centros y continuado con los programas como Erasmus Plus. Dentro de las dificultades, creo que el balance ha sido positivo y que la respuesta de la comunidad educativa aragonesa ante una amenaza tan imprevisible y desconocida como fue la covid ha sido ejemplar. En ningún momento se paralizó el sistema, por lo que es de agradecer su fortaleza y compromiso.