en colaboración con eroski

Hamburguesa vegetal o queso vegano: por qué importa el nombre de lo que se come

Desde Eroski Consumer explican las principales claves que están detrás de la nomenclatura de diversos productos tras la reciente aprobación de una enmienda al respecto por parte del Parlamento Europeo.

Los alimentos vegetales son percibidos a menudo como más seguros y saludables que la carne y la leche.
Los alimentos vegetales son percibidos a menudo como más seguros y saludables que la carne y la leche.
Freepik.

Las ventas de carne y leche no dejan de descender año tras año. Para hacerse una idea, en España, el consumo de carne por persona entre los años 2010 y 2019 pasó de 53 a 45 kilogramos, y lo mismo ocurrió con el consumo de leche, que pasó de 77 a 69 litros. Mientras tanto, el consumo de productos elaborados a base de vegetales, como las bebidas de soja o los sustitutos de productos cárnicos, no ha parado de aumentar. Este fenómeno se debe sobre todo a que cada vez existe una mayor concienciación sobre el bienestar de los animales y el medioambiente, a lo que hay que sumar además que los alimentos vegetales son percibidos a menudo como más seguros y más saludables que la carne y la leche –lo cual no significa que la leche y la carne sean inseguros o insanos–.

Esta es una de las reflexiones que hacen desde Eroski Consumer ante la reciente aprobación por parte del Parlamento Europeo de una enmienda que permitirá utilizar términos como ‘hamburguesa vegetal’ o ‘embutido vegetal’ para vender productos a base de vegetales. Sin embargo, no se podrán hacer referencias a los productos lácteos, así que no se permitirán denominaciones como ‘queso vegetal’ o ‘preparado vegetal imitación queso’.

Ante la citada tendencia favorable a lo ‘vegetal’, desde Eroski Consumer se apunta que "es fácil entender que las industrias de la leche y de la carne estén preocupadas, porque en cierto modo ven amenazados sus ingresos". "Por eso, han tomado diferentes medidas para tratar de mantener las ventas de estos alimentos, como el lanzamiento de campañas publicitarias para promocionar su consumo o el uso de reclamos que hacen referencia a los esfuerzos por reducir el impacto ambiental, mejorar el bienestar de los animales o evitar el uso de antibióticos", agregan. Asimismo, algunas de esas empresas han decidido diversificar su oferta y lanzar sus propios productos elaborados a base de vegetales, al comprender que estos cambios en los hábitos de consumo no son una moda, sino que han venido para quedarse.

Hasta hace unos pocos años, los productos a base de vegetales, como las bebidas de soja, eran de consumo minoritario, así que prácticamente no recibían atención. De hecho, muchos de ellos ni siquiera existían. Pero ahora que han cobrado importancia y están mucho más presentes en el mercado, con infinidad de variedades y características organolépticas atractivas, se plantea un problema que es bastante habitual cuando se trata de nuevos alimentos: hay un vacío legal a la hora de cubrir ciertos aspectos.

Hoy en día no existe una norma específica que los regule y tampoco están definidos unos nombres para designarlos. Surgen así diversas cuestiones: ¿Cómo podemos llamar a un producto que parece una hamburguesa y se consume como una hamburguesa pero que está elaborada con vegetales? ¿Y a un producto elaborado con pasta de anacardos fermentada que tiene aspecto de queso? Para cuya respuesta, han de tenerse en cuenta varios aspectos relevantes.

En primer lugar, el nombre que se utiliza coloquialmente para nombrar algunos alimentos no siempre coincide con el nombre legal – el que se muestra en la etiqueta, delante de la lista de ingredientes–. Por ejemplo, normalmente se habla de ‘jamón york’ para hacer referencia a un determinado producto cárnico. Sin embargo, ese término no aparece en la legislación y además, se emplea de forma indistinta para productos que son diferentes: ‘jamón cocido’, ‘fiambre de jamón cocido’ –que, a diferencia del anterior, puede tener almidón y menos proporción de carne– o incluso ‘magro de cerdo’, que se elabora con carne que no pertenece a la pata trasera del animal.

Ocurre algo parecido con el término ‘hamburguesa’, que se usa para nombrar una preparación a base de carne picada o una ‘burger meat’, cuyo aspecto es muy similar pero que se caracteriza por contener sulfitos como conservante y un mínimo del 4 % de cereales u hortalizas. Con estos ejemplos, se puede entender que definir el nombre legal de un producto tiene mucha más importancia de la que a veces se cree, porque permite identificarlo y definir sus características. De este modo, se pueden evitar fraudes y engaños, además de establecer diferentes requisitos, por ejemplo, los aditivos que se pueden añadir a cada tipo de alimento, el tipo de IVA, etc.

Tres formas de nombrar

Desde Eroski Consumer recuerdan que la legislación contempla tres formas de denominar los alimentos. En primer lugar, algunos tienen nombre propio porque están definidos expresamente en la normativa. Entre ellos se encuentran la leche, el queso, el pan o el chocolate. Por ejemplo, la ‘leche’ es la secreción de la glándula mamaria de los animales de abasto, como las vacas o las ovejas, mientras que el ‘chocolate’ es el producto obtenido a partir de productos de cacao y azúcares que contenga al menos un 35% de materia seca total de cacao, del cual un 18% como mínimo debe ser manteca de cacao y un 14 % como mínimo materia seca y desgrasada de cacao. Es decir, si no se cumplen esas condiciones, el producto no se puede vender con ese nombre.

En segundo lugar, en caso de que los productos no estén definidos legalmente, se pueden comercializar con su denominación tradicional, si se considera que está arraigada y no da lugar a engaños; por ejemplo, ‘natillas’ o ‘fabada’. Por último, en los productos que no tienen un nombre definido por la legislación y que no cuentan con una denominación tradicional, lo que debe hacerse es utilizar una descripción lo más certera posible, para que los consumidores se puedan hacer una idea de sus características sin caer en engaños. Por ejemplo, ‘copos de avena azucarados con trozos de chocolate’.

REALIZADO POR BLUEMEDIA STUDIO
Este contenido ha sido elaborado por BLUEMEDIA STUDIO, unidad Branded Content de Henneo.