Encarna Samitier, directora de 20minutos: “Creo que siempre hay que tener viajes pendientes”

El proyecto ‘¿Te inspira viajar?’ de Renfe da voz a diversos profesionales de la cultura sobre sus procesos de creación e inspiración. La primera de ellas es Encarna Samitier, periodista aragonesa que, en 2017, se convirtió en la primera directora de un periódico generalista impreso.

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Perseguida por pintores y oradores, científicos y escritores, la inspiración ha sido siempre un bien muy preciado y, a la par, un esquivo don. Desde los cantos a las musas hasta trabajar sin descanso, muchas han sido las formas en las que la humanidad ha tratado de llegar a ella. Sin embargo, hay una que destaca entre todas ellas y que ha demostrado ser un recurso casi infalible: viajar.

Por ello, Renfe propone en ‘¿Te inspira viajar?’ una serie de charlas con personas de la cultura en las que hablar de inspiración, por supuesto, pero también de viajes. Viajes grandes y pequeños, porque, en muchas ocasiones, aquellos que más nos marcan no son los que más lejos nos llevan, sino los que más dentro nos llegan.

Un bosque en las faldas del pico Cerler (Huesca) se convirtió en una aventura inesperada en la que, de la mano de su padre, Encarna Samitier descubrió el placer de salirse del camino establecido y explorar el mundo. Hoy es periodista de primer nivel y dirige el periódico 20minutos desde una frenética redacción, pero la aragonesa confiesa volver mentalmente a menudo a esa cabaña de pastor en la que se sentía perdida, pero también segura y feliz.

Lleva desde 2017 al frente del periódico 20minutos, ¿cómo ha cambiado la profesión en estos años?

Los cambios tecnológicos, siempre presentes, se han acelerado. Ha irrumpido la Inteligencia Artificial, la fragmentación de las audiencias se ha intensificado y también la amenaza de los bulos. Pero la esencia, nuestra obligación de ofrecer a los lectores información veraz y rigurosa, permanece. La pandemia fue un punto de inflexión: las intoxicaciones circularon masivamente por las redes y, como reacción, las audiencias confiaron también masivamente en los periodistas, con nombre y apellidos, y en la trazabilidad de las noticias.

Fue la primera mujer directora de un medio nacional generalista impreso, ¿cómo es ser mujer en este sector?

Muy diferente de lo que era cuando empecé mi carrera, en redacciones donde las mujeres éramos una rareza y se tendía a considerar que debíamos hacer solo secciones consideradas de mujeres: Sociedad, Gente, Sanidad… Ahora estamos en todos los ámbitos: en las jefaturas, en las corresponsalías de guerra, en las secciones de ciencia, economía, política. Es un cambio imparable que refleja la transformación de la sociedad y tenemos pendientes los mismos avances hacia la igualdad real que la sociedad.

Ha pasado por distintas secciones dentro del mundo del periodismo, desde Documentación a Redacción y Opinión, ¿cuáles han sido los aprendizajes que ha extraído de cada una de ellas?

Que un periódico es como una orquesta, en la que cada instrumento es importante, y cada uno debe sonar afinadamente y en armonía para conseguir un buen resultado. Y eso pasa con las secciones de un periódico, todas son necesarias para ofrecer información de calidad y opinión fundada a los lectores. He aprendido que editar una carta al director es tan importante como escribir el editorial.

“Me gustaría que las nuevas generaciones de periodistas pongan las nuevas tecnologías al servicio de la información, no al contrario”

También se ha dedicado a la docencia del Periodismo. ¿Cuál es la lección que todo periodista debería aprender durante su formación?

Suena redundante, pero es muy importante que entiendan la importancia de la formación. Esto incluye leer todo lo posible, por supuesto todos los periódicos que puedan. La lectura es fundamental para escribir correctamente, para entender la realidad y para poder expresarse después con claridad y con precisión. También que interioricen la letra “c” del periodismo, para conocer, comprender, confirmar, contrastar y contar, como dice Iñaki Gabilondo.

¿Qué espera de las nuevas generaciones de periodistas?

Que pongan las nuevas tecnologías al servicio de la información, no al contrario. Que mantengan la vocación y el compromiso. Que sepan escuchar y preguntar.

¿Cómo es el periodismo de hoy?

Internet ha cambiado las reglas del juego y el algoritmo condiciona hoy los ingresos y la manera de titular. Hay una confusión interesada entre los medios y las redes y mucho ruido provocado por la polarización y los mensajes falsos, pero los ingredientes del periodismo de calidad son los mismos: cumplir el deber de informar verazmente.

¿Hacia dónde se dirige el periodismo?

Los medios caminamos acompasamos con la sociedad, pero nuestra misión es impulsar y acelerar los cambios positivos. En la medida en que seamos capaces de seguir siendo útiles a la sociedad, iremos en el buen camino.

¿Cómo definiría el ambiente de una redacción para alguien ajeno al sector?

Es bastante parecido al de las series o las películas de periodistas… En serio, es un caos organizado, porque los periodistas tienen una gran autonomía, pero a la vez una redacción debe funcionar como un reloj para que se cumplan los tiempos, se cierre a punto y no haya fallos de coordinación. Las redacciones hoy son más silenciosas que antes porque no hay teléfonos móviles ni máquinas de escribir, pero hay mucha comunicación, hay un debate exprés a cada momento y siempre una merienda que compartir.

¿Qué aporta la profesión a la sociedad? ¿Cómo hace frente a los problemas sociales?

El periodismo es consustancial a las sociedades democráticas, al progreso y a las libertades. Puede haber periodismo sin democracia, pero no democracia sin periodismo. Los medios, como he dicho, son fundamentales para visibilizar y denunciar situaciones injustas, para combatir cualquier tipo de discriminación positiva. En 20minutos este compromiso atraviesa todas las secciones y estoy especialmente orgullosa de Capaces, el vertical dedicado al mundo de la discapacidad, impulsado por Henneo, el grupo editor de 20minutos y la Fundación Querer, que leen casi medio millón de personas al mes y que, en poco más de un año de existencia, atesora varios premios, los últimos concedidos por Cermi y el Consejo General del Poder Judicial.

¿Cuál es la mayor alegría que le ha dado el periodismo?

Me da 'microalegrías' cada día, cada vez que somos útiles con los contenidos del periódico. Mi alegría diaria es poder cumplir la vocación que he tenido desde pequeña y mantener la ilusión del primer día.

¿Qué tiene 20minutos de Encarna Samitier?

Te lo digo a la inversa, qué tengo de 20minutos, porque he aprendido mucho de un equipo maravilloso, que hace un periodismo cercano, ágil, comprometido y riguroso. Como directora, intento que el periódico aporte lo más posible a la causa de la igualdad y que las mujeres tengan la presencia que les corresponde en nuestras portadas, en nuestras páginas, en todos los foros y actos que organiza el periódico.

¿Qué noticia de apertura sueña con publicar?

Ahora mismo, que ha llegado una paz duradera y justa a Ucrania y a Gaza.

¿Por qué le gustaría ser recordada en el Periodismo?

Como una periodista que hizo bien su trabajo.

¿Qué o quién le inspira como periodista?

De pequeña admiraba a Oriana Fallaci. Ahora admiro a los periodistas encarcelados o asesinados por defender la libertad de prensa o por cumplir el deber de informar. Mis referentes son los periodistas que tienen criterio propio, que no se guían por la soberbia, el interés o el partidismo.

Fue directora de la revista ‘La magia de viajar por Aragón’. ¿Qué tienen los viajes para resultarnos tan fascinantes?

Los viajes significan libertad, aventura, una tregua en la rutina. Son aprendizaje y conocimiento, una puerta a paisajes, personas, culturas diferentes que nos enriquecen y nos transforman.

“El tren da espacio y reposo para dejar volar la imaginación”

¿Qué le ha aportado viajar como profesional?

Amplitud de miras, un punto de comparación, miradas diferentes y complementarias. Durante un año, cogí el talgo desde Zaragoza a Madrid para entrevistar a aragoneses ilustres, como Lázaro Carreter, José Luis Borau o Soledad Puértolas y fue absolutamente enriquecedor.

¿En qué lugar o momento se inspira?

En los más variados y en los más insospechados. Me inspiro en el tren, en el autobús, en el metro. En la barra de un bar, en un taxi, en la caja de un supermercado, en la sala de espera de un hospital. Me gusta escuchar y entablar conversación cuando se dan las circunstancias. Me inspiro y aprendo.

¿Un viaje que siempre recordará?

Una excursión con mi padre al pico Cerler, en el valle de Benasque en el Pirineo aragonés. Nos separamos del grupo, anduvimos fuera de los senderos, en las faldas de montañas imponentes, nos aprovisionamos de pan en la cabaña de un pastor, y yo sentí que estamos viviendo una aventura apasionante.

¿Un viaje que le cambió la vida?

El que hice de Barbastro a Pamplona para estudiar Periodismo en la Universidad de Navarra.

¿Qué medio de transporte considera más inspirador?

Sin duda, el tren. Viajé en tren en las novelas de Julio Verne, viví las historias de novelas como ‘Estación Victoria a las 4.30’, el tren estaba presente en todas las películas del Oeste y de aventuras de mi infancia. El tren da espacio y reposo para dejar volar la imaginación.

¿Cuál es el viaje que más repite?

El trayecto entre Zaragoza y Madrid, lo hago varias veces al mes y siempre encuentro alguna novedad en el paisaje.

¿Un viaje soñado?

Machu Pichu, en Perú, desde que lo descubrí en una enciclopedia de lugares exóticos ‘Viajar por el ancho mundo’. No he ido todavía, pero creo que hay que tener siempre viajes pendientes.

¿Cuándo le gusta escribir?

Sin duda, por la noche, si puedo elegir. En el trabajo, me toca a cualquier hora.

¿Ha escrito alguna vez en el tren?

Escribo habitualmente en el AVE los domingos por la tarde los artículos que publicó el lunes en 20minutos. También aprovecho para escribir otro tipo de textos.

¿Tiene alguna historia que le marcara en un tren?

La primera vez que viajé en tren, cuando era muy niña, y nos llevaron al último viaje de la locomotora de vapor que hacía el trayecto Barbastro-Selgua, de unos veinte kilómetros. Fue simplemente por el placer de hacer el viaje y como homenaje para despedir a esa vieja y cansada máquina. Lo recuerdo cuando veo la ilusión de los niños que viajan por primera vez en tren.

¿Con quién le gusta viajar?

Con las personas que se desvían del camino si procede, se ríen de los imprevistos y dejan espacio para que cada uno viva la experiencia del viaje a su manera.

Si tuviera un solo billete de vuelta, ¿a dónde iría?

A Roma. Fue mi primer viaje fuera de España, y recuerdo perfectamente el asombro ante cada monumento visitado, la belleza absoluta en cada esquina, el aroma del primer capuchino y las flores de la escalinata de la plaza de España.

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