No hay que recurrir a muchos estudios del sector para confirmar que el precio de la vivienda es el factor que más condiciona el proceso de compra. Sin embargo, existen otros factores que influyen notablemente en la adquisición, especialmente cuando se ha dado el paso de decantarse por el mercado de obra nueva, donde el precio del metro cuadrado no sufre grandes variaciones.

Una vez se ha establecido la relación entre el presupuesto doméstico y el coste del inmueble, entran en juego cuestiones como la zona en la que se ubica la vivienda, su superficie, el número de habitaciones y la distribución, que marcarán la diferencia en la primera fase de selección.

Otro de los motivos más recurrentes de los compradores que consideran la opción de la obra nueva y que ha ganado en importancia en los últimos años es que este tipo de inmuebles son más eficientes a nivel energético. De hecho, en 2020 había un 39% que se ubicaba en una posición neutral con respecto a la influencia de esta característica a la hora de elegir vivienda. Sin embargo, ahora son un 31 %. Por el contrario, han crecido los que valoran positivamente esta cuestión: han pasado de ser el 49% (2020) al 56% (2021).

Igualmente, los materiales, los acabados y las calidades también redundan en la tranquilidad del comprador, según los datos publicados en el informe del portal inmobiliario Fotocasa con datos de 2022. En la gran mayoría de los casos, estas adquisiciones tienen como objetivo convertirse en vivienda habitual, de manera que sus residentes buscan contar con las máximas garantías en confort y eficiencia.

Mención aparte merece la ubicación de la vivienda, con preferencia por entornos bien comunicados y con un importante nivel de equipamientos sociales. Según el estudio del portal inmobiliario, los particulares mayores de 18 años que han comprado una vivienda en el último año y han considerado la obra nueva, buscan, en la mayoría de los casos, en la misma ciudad en la que ya viven. Son, concretamente, el 65% de ellos, que se reparten entre los que también quieren permanecer en el mismo barrio (37%), o en zonas próximas que resultan conocidas o familiares y los que planean cambiar (28%). Cabe indicar que la mayoría de viviendas de obra nueva se proyectan en nuevas zonas de expansión urbanísticas que, aunque alejadas del centro, cuentan con buenas comunicaciones.

Pospandemia y energía

La crisis sanitaria impactó en la demanda inmobiliaria, concretamente en lo que se consideraba una prioridad a la hora de comprarse casa. A este respecto, ha habido cambios sociales que han tenido su reflejo en la vivienda a raíz de la pandemia. Por ejemplo, la importancia que se le da al barrio o a los vecinos ha crecido de manera significativa: en febrero de 2020 un 69% de compradores se posicionaban a favor de este punto y ahora son el 75%. Algo similar ocurre con la posibilidad de disponer de terraza: antes del comienzo de la pandemia, un 60% consideraba importante este punto mientras que dos años después son el 71 %.

La tendencia de la demanda inmobiliaria es contar con tres dormitorios o más, lo que responde a los requerimientos de la familia actual, a la que le gusta poder contar con espacios para recibir la visita de familiares o amigos en casa.