agenda 2030
El largo camino hacia la igualdad entre géneros, una cuestión de educación
EL ODS 5 centra todos sus esfuerzos en lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas del mundo que, en muchos países, siguen siendo víctimas de graves desigualdades sociales y económicas.
Desde hace más de tres décadas, el número de mujeres en el mundo es ligeramente superior al de los hombres. De hecho, en 2020, eran casi cuatro millones más. Y, a pesar de esta ligera ventaja cuantitativa, las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres, independientemente del rincón del mundo en el que se encuentren, siguen siendo muy serias y se han convertido en una de las grandes preocupaciones de la ONU.
Como respuesta a esta situación, desde este organismo internacional se ideó el quinto ODS que se centra en "lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas".
La desigualdad de género es una realidad diaria, que se manifiesta de diferentes maneras, y en muchas ocasiones con violencia de por medio. De hecho, según datos recientes, una de cada cinco mujeres y niñas, incluido el 19% de las mujeres y las niñas de 15 a 49 años, han sufrido violencia física y/o sexual por parte de una pareja íntima, durante los últimos 12 meses. Sin embargo, en 49 países no existen leyes que protejan específicamente a las mujeres contra tal violencia.
Consecuencias
En el caso de España, las víctimas mortales a causa de la violencia de género en lo que va de año y hasta octubre de 2021 ascienden a 36, según el último balance del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad. Los crímenes machistas son una de las consecuencias más extremas y visibles para la sociedad en contra de las mujeres, aunque hay muchas más formas de dañar a las mujeres.
De hecho, en el caso del empleo, las féminas representan el 58% del paro registrado, ocupan el 75% de los trabajos a tiempo parcial y hay una brecha salarial de 5.941 euros entre géneros. Además, en el ámbito doméstico son ellas quienes destinan más del doble del tiempo que los hombres a las tareas del hogar y relacionadas con el cuidado de la familia.
Realidad actual
Avances políticos. Aunque es cierto que las mujeres han logrado importantes avances en el acceso a cargos políticos en todo el mundo, su representación en los parlamentos nacionales tan solo significa el 23,7% una cifra que está muy lejos de la ansiada paridad. Además, en 46 países, las mujeres ocupan más del 30% de los escaños en el parlamento nacional en, al menos, una cámara.
Libertad de decisión. Solo el 52% de las mujeres casadas o en una unión, toman libremente sus propias decisiones sobre relaciones sexuales, uso de anticonceptivos y atención médica.
Propiedad. A nivel mundial, apenas el 13% de las mujeres son propietarias de sus propias tierras. De hecho, las habitantes en el norte de África acceden a menos de uno de cada cinco empleos remunerados en el sector no agrícola. La proporción de mujeres en empleos remunerados fuera del sector agrícola ha aumentado del 35% en 1990 al 41%, en 2015.
Matrimonios. En Asia Meridional, el riesgo que tiene una niña de casarse en la infancia ha disminuido en más del 40% desde 2000. Las tasas de niñas entre 15 y 19 años sometidas a mutilación genital femenina en los 30 países donde se concentra la práctica han bajado de una de cada dos niñas a una de cada tres (es decir, de 50 a un 30 por ciento) desde 2000 hasta 2017.
Trabajo. El techo de cristal es uno de los grandes obstáculos a los que se enfrentan las mujeres occidentales. Pero, la situación es infinitamente peor en 18 países del mundo, donde los esposos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen; en 39 países, las hijas y los hijos no tienen los mismos derechos de herencia; y en 49 países no existen leyes que protejan a las mujeres de la violencia doméstica.
Metas a corto plazo
Discriminación. Una de las grandes metas que se persiguen con el ODS 5 es poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas en todo el mundo.
Violencia. Eliminar las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.
Prácticas nocivas. Eliminar todas las prácticas nocivas, como ocurre en el caso del matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.
Trabajo doméstico Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país.
Salud sexual. Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo y la Plataforma de Acción de Beijing.
Derechos económicos. Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otro tipo de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales.
Empoderamiento. Mejorar el uso de la tecnología instrumental, en particular la tecnología de la información y las comunicaciones, para promover el empoderamiento de las mujeres.
Igualdad. Aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes que sean aplicables para poder promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.
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