en colaboración con ebroacero

Ebroacero celebra 60 años como fundición referente a base de calidad y sostenibilidad

La empresa cumple seis décadas centrada en temas como la economía circular o la responsabilidad social, dos pilares que han marcado un bagaje en el que destacan diversos premios y la expansión por la que ha apostado en los últimos años.

Ebroacero ha trabajado desde sus comienzos con los medios técnicos más actuales y eficientes, elementos que siempre ha considerado prioritarios junto a las medidas de seguridad.
Ebroacero ha trabajado desde sus comienzos con los medios técnicos más actuales y eficientes, elementos que siempre ha considerado prioritarios junto a las medidas de seguridad.
Ebroacero.

Corría el año 1963 cuando un grupo de directivos de Talleres Mercier, dedicados a la fabricación de bienes de equipo para el sector industrial y ubicados en el polígono Argualas, vio la necesidad de contar con una fundición que les suministrara acero. Catorce personas se reunieron y fundaron Siderúrgica Ebroacero S.A., que contó con un capital social de 21 millones de pesetas. Al principio, esta trabajaba casi en exclusiva para Talleres Mercier pero, poco a poco, se fueron moldeando piezas para otros clientes.

Tras conseguir todos los permisos necesarios para desarrollar su actividad, compró el primer horno de fusión por un importe de dos millones de pesetas. En 1976 cambió su denominación a la actual, Ebroacero S.A., confirmando que su futuro se dirigía hacia la fabricación de acero moldeado. Seis décadas después, es una de las principales fundiciones del país, estando especializada en la fabricación y el suministro de piezas de acero moldeado de hasta 14 toneladas, tanto en bruto de fundición como mecanizadas, para todo tipo de aplicaciones industriales.

Los sectores para los que trabaja son ‘offshore’, naval, cemento, minería, válvulas, plataformas petrolíferas, instalaciones hidráulicas, control de fluidos, generación de energía, papel y azúcar, exportando a más de 30 países. La expansión por la que ha apostado en los últimos años le ha permitido crecer notablemente, pero su vocación exportadora viene de lejos, ya que cuenta con un departamento dedicado específicamente a esta materia desde hace más de 30 años. No en vano, sus responsables viajan de forma constante a otros países y conocen las novedades y necesidades que experimenta cada sector en diferentes partes del mundo.

Una empresa familiar que gracias a la exportación y a la diversificación ha sabido mantenerse y crecer a pesar de los vaivenes económicos que ha sufrido en determinados momentos de su trayectoria, como fue la crisis económica que comenzó en 2008.

Inversiones

En la última década se han realizado inversiones importantes, como la instalación de grandes sistemas de aspiración para la absorción de humos en sus instalaciones, que supuso el desembolso de un millón de euros. También se instaló una máquina cargadora para la realización de temples al agua con capacidad de 30 toneladas, que les ha permitido suministrar piezas para proyectos ‘offshore’ con grandes exigencias mecánicas.

Asimismo, se ha instalado una máquina de granallado de 25 toneladas que permite la limpieza de las piezas de manera sostenible y se ha renovado parte del parque de grúas. Además, se hacen mantenimientos y puestas a punto constantes en los hornos de fusión, la base del proceso de fabricación. Cabe destacar aquí el compromiso de Ebroacero con la calidad, lo que se refleja en sus laboratorios y su departamento de control de calidad, que garantizan el cumplimiento de todas las demandas de los clientes.

Desde sus comienzos, la empresa ha trabajado con los medios técnicos más actuales y eficientes, que siempre ha considerado prioritarios junto con las medidas de seguridad en los puestos de trabajo y la calidad de los materiales. De hecho, tomarse tan en serio esta última les ha permitido estar presentes en el mercado a lo largo de estos años y labrarse un nombre que se asocia a confianza y seriedad por parte de numerosos agentes del sector.

Por otra parte, la trayectoria de Ebroacero cuenta con diversos reconocimientos que ponen de manifiesto su importancia en el sector y en el tejido empresarial aragonés. Prueba de ello es la certificación ISO 9001 (concedida en 1997), la ISO 14001 (en 2014), el Premio a la Exportación de la Cámara de Comercio de Zaragoza (2017), el sello de Responsabilidad Social de Aragón (que ha ido renovando desde 2019 hasta la actualidad), la medalla de plata de la calificación de sostenibilidad Ecovadis (2022) o el sello Aragón Circular (2022). Estas distinciones reconocen asimismo el compromiso de la compañía con los pilares en los que ha basado su actividad: la economía circular, la sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa (RSC).

Para esta estrategia empresarial, Ebroacero se basa en los criterios ESG. A este respecto, en 2021 dio un paso importante en la apuesta por la eficiencia de sus procesos industriales al instalar en uno de sus hornos un sistema que ayuda a reducir su huella de carbono y le permite aumentar su capacidad productiva. De esta manera, y teniendo en cuenta que muchas de las piezas que pasan por los hornos son de gran envergadura, las pérdidas térmicas se han reducido en un 59%.

Acto de aniversario

Con motivo de su 60 aniversario, el pasado 16 de febrero la empresa celebró un acto conmemorativo junto a los responsables de Talleres Mercier (que acaba de cumplir 153 años) en la sede de Caja Rural de Aragón que reunió a sus clientes y colaboradores durante todo este tiempo, además de a diversas autoridades y personalidades de la Comunidad. El encuentro tuvo lugar en el Salón de Columnas del edificio zaragozano, que en los años ochenta fue escenario de las juntas de accionistas de la compañía.

Ignacio Giménez (en el centro de la imagen), con algunas de las autoridades que acudieron al acto.
Ignacio Giménez (en el centro de la imagen), con algunas de las autoridades que acudieron al acto.
Aránzazu Navarro.

Una cita que sirvió para poner de manifiesto la trayectoria de éxito de ambas organizaciones y para explicar con detalle los orígenes históricos de Ebroacero, nacida de la mano de su empresa hermana, que fue su único cliente en sus inicios hasta que la fundición dio el gran salto que le convirtió en una de las grandes referentes del país en su sector.

El hecho de que la compañía haya estado siempre en constante evolución fue uno de los hitos que se puso en valor. "Nuestro principal objetivo es alcanzar una fundición sostenible. Para conseguirlo, nos estamos enfocando en la economía circular, la obtención de un significativo grado de autosuficiencia, la reconversión ecológica de instalaciones y materiales y la inversión tecnológica y actualización constante", explicó su director comercial, Ignacio Giménez. Una serie de objetivos que se suman a su compromiso ético y su responsabilidad social, "siendo grupo de ejemplo de diversidad gracias a nuestra plantilla inclusiva, a las políticas de conciliación que impulsamos, a la fluida comunicación interna y externa y a los numerosos ejemplos de buenas prácticas y participación activa en la sensibilidad transversal que llevamos a cabo", agregó.

Logros que se deben a acciones como las medidas a largo plazo o las inversiones complejas y que requieren de un compromiso constante por parte de todo el personal que protagonizan, tal y como apuntó su responsable, así como al "esfuerzo" y al "espíritu luchador" que siempre les ha caracterizado.

Por último, y como muestra de su búsqueda continua de la innovación, la ocasión permitió presentar la nueva página web de la empresa. Un portal mucho más visual, con un aspecto totalmente renovado, que expone toda la información de una manera muy sencilla y que cuenta con la ventaja de que facilita notablemente su uso a los clientes.

Plantilla de Ebroacero.

Las personas, su activo principal

Los 98 empleados que conforman la plantilla de Ebroacero son su activo principal, tal y como señala su director general, Ignacio Giménez. Los principios de ESG que constituyen una de las señas de identidad de la empresa impactan directamente en las políticas relativas a la organización del trabajo.
Así, uno de los objetivos del plan de responsabilidad social de la compañía es el logro de una empresa diversa e inclusiva, para lo cual se definen una serie de actuaciones encaminadas a su consecución. En este sentido, en el año 2021 empezaron a desarrollar su plan de igualdad, que tiene como finalidad "promover el principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres, garantizando las mismas oportunidades profesionales en el empleo, selección, retribución, formación, desarrollo, promoción y condiciones de trabajo".
Al respecto de la diversidad, cabe destacar que cuentan con empleados pertenecientes a diez nacionalidades y que adaptan los turnos de trabajo respetando las tradiciones culturales y religiosas de la plantilla.
Por otra parte y en lo relativo a la conciliación de la vida profesional con la personal, se siguen manteniendo buena parte de las acciones que se impulsaron con motivo del surgimiento de la pandemia del coronavirus, como la consolidación del teletrabajo parcial para todas las personas que trabajan fuera del ámbito productivo y de mantenimiento de las instalaciones.
Además, en los periodos estivales y con el fin de favorecer la adaptación al calendario escolar, se facilitan las vacaciones para aquellas personas que tienen hijos.

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