en colaboración con huesca LAMAGIA

Destinos con mucha magia a los que volver una y otra vez en la provincia de Huesca

¿Cuál es el plan más atractivo para una escapada? Disfrutar de una exclusiva experiencia gastronómica, practicar deporte en plena naturaleza, volver a vibrar con un festival de música, relajarse en un lugar recóndito... todo lo que más apetece cabe en la amplia oferta turística del territorio altoaragonés.

Cascada de Ardonés, conocida como del Bom.
Cascada de Ardonés, conocida como del Bom.
TuHuesca.

No hay mejor recomendación para unas vacaciones que disponer de cuantas más alternativas de ocio mejor. Dependiendo de la compañía, del tiempo que se vaya a permanecer en el destino, del presupuesto estimado y, sobre todo, de lo que más apetezca en cada momento, es de agradecer que existan distintas opciones, lo que ocurre sin tener que salir de la provincia de Huesca.

Su patrimonio es amplísimo. Si se atiende a la historia y a su huella artística se ofrecen experiencias inolvidables tras las paredes de monasterios medievales, iglesias románicas, palacios renacentistas y fortificaciones militares, donde transcurrieron las vidas de personajes ilustres y se representaron decisivos acontecimientos del pasado, tal y como se relata en las correspondientes visitas guiadas. Además, un momento de soledad en el castillo de Loarre, una visita al monasterio de San Juan de la Peña o un recorrido por las empedradas calles de Alquézar consiguen algo más que asomarse al pasado y logran evocar sensaciones únicas.

Abordar el patrimonio que alberga el territorio oscense pasa por la contemplación de la inmensidad de su entorno natural, omnipresente en el atractivo turístico de la provincia. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido también es un monumento, certificado por la UNESCO, que lo declaró Patrimonio Mundial.

Este legado natural es rico e incomparable y está al alcance de todo el que quiera descubrirlo, con una red de senderos y alojamientos accesibles que permiten llegar a valles recónditos, altas montañas y parajes de cuento. Tanto para los perfiles más activos y osados, como para aquellos que buscan relax y confort, el entorno ofrece un sinfín de posibilidades. Por un lado, el deporte y la adrenalina; por otro, el descanso y la paz, cualquiera es una opción atractiva para disfrutar de la naturaleza.

Huesca es escenario, además, de una agitada vida cultural. Son muchas las citas con la música, el teatro y las artes en general que se celebran a lo largo y ancho del territorio. Muy reconocida es, por otra parte, su gastronomía que, ligada siempre a sus costumbres y tradiciones, ha traspasado fronteras con propuestas vanguardistas e innovadoras.

Toda la información de interés sobre la provincia puede consultarse en la aplicación ‘Huesca la Magia’, disponible para Android e iOS.

Barranquismo Sierra de Guara

Una de planes divertidos y refrescantes

Son las prácticas más divertidas y, a su vez, más populares de todo el Alto Aragón durante la primavera y el verano. Rafting, barranquismo y kayak, entre otras actividades acuáticas, se convierten en los planes preferidos para realizar en familia o con amigos y en el motivo central de las fotos más seguidas en las redes sociales. La sierra de Guara, el pantano de Mediano, el Congosto del Mont-rebei o los ríos Gállego y Cinca son los escenarios preferentes. Existe una importante red de empresas oscenses que sirven de guía oficial para que estas actividades se disfruten con la máxima seguridad y con todas las garantías. Pero no hay que olvidar que la oferta en turismo activo es muy amplia y permite volar en parapente, escalar montañas o recorrer la naturaleza en quad, entre otras opciones. Además, no es exclusiva de los amantes de las emociones fuertes, pues son muchas las empresas especializadas que organizan rutas a caballo, jornadas de senderismo o circuitos BTT para todos los públicos. Por supuesto, los parques de aventuras de la provincia también son una alternativa para quienes buscan acción en sus momentos de ocio.
Después del verano, el deporte y las experiencias para liberar adrenalina siguen siendo principales reclamos para visitar el territorio altoaragonés. Así lo certifican las miles de visitas que reciben cada año las estaciones de esquí oscenses, sin olvidar las especializadas en la modalidad de fondo o nórdica, que ganan adeptos cada invierno y promueven otras muchas actividades trepidantes para realizar sobre la nieve. Igualmente, la profesionalidad de las empresas del territorio se pone al servicio de los visitantes para orientarles y asesorarles en sus expediciones, cumpliendo las máximas garantías de seguridad.

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Castillo de Loarre

El legado de la historia

Arte y cultura son testigos del paso del tiempo y de las civilizaciones en la provincia de Huesca. De las épocas más remotas son los monasterios medievales de San Victorián, el más antiguo de la Península Ibérica según los historiadores, y de Siresa. La huella musulmana se puede admirar en los castillos de Benabarre y de Monzón, mientras que las joyas del románico son indiscutiblemente Loarre y la catedral de San Pedro de Jaca. En esta época, concretamente en el siglo XI, comienza la cronología del majestuoso monasterio de San Juan de la Peña, escenario principal de la leyenda del Santo Grial. Para quien quiera presenciar los capítulos claves de la historia altoaragonesa, se organizan afamadas recreaciones en poblaciones como Barbastro, Fonz o Aínsa.

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Conciertos Huesca

Arte que vibra

Los conciertos y las actuaciones en vivo resurgen este año en la provincia oscense y salpican el calendario, combinando nuevas propuestas con citas muy esperadas. Vuelve el Festival Internacional de las Culturas, Pirineos Sur, que tendrá lugar del 15 de julio al 6 de agosto en Lanuza y Sallent de Gállego. Estopa, Residente, Rayden, Rozalén, Tanxugueiras y Macaco son solo algunos de los nombres propios que figuran en el cartel. Antes, se celebrará el Polifonik Sound de Barbastro el 1 y 2 de julio, dedicado a la música independiente o ‘indie’. Y a finales de mes, el regreso del Monegros Desert Festival deleitará a los amantes de la música electrónica. Ya en agosto, se celebra la segunda edición de Brizna, el Festival de las Artes de Ayerbe del 5 al 7 de agosto, reconocido por la Fundación Contemporánea como una de las mejores propuestas culturales del medio rural.

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Selva de Oza

Monumento natural

En primavera la nieve comienza a derretirse y el agua brota por los ríos creando mágicas estampas como las cascadas. La de Aiguallut, en el valle de Benasque, la de Sorrosal, cerca de Broto; las del Cinca, en el valle de Pineta o el Salto de Pozán de Vero, en el Somontano son algunos ejemplos de excursiones idílicas para organizar estos días. Destaca la Cola de Caballo, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, una de las zonas más espectaculares de todo el Pirineo oscense. La visita a los Cañones de Ordesa es obligada por sus maravillosos paisajes, de los más transitados de la provincia. Y no hay que olvidar que en Huesca existen otros tres Parques Naturales: el de la Sierra y Cañones de Guara, el de los Valles Occidentales y el de Posets-Maladeta. Mucho por recorrer.

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Santa Cruz de la Serós

Rincones mágicos

Huesca está lleno de postales espectaculares en forma de rincón. Aunque lo ideal es que cada visitante haga su lista, se proponen a continuación algunas sugerencias. Como la localidad de Santa Cruz de la Serós, entre el río Aragón y la Sierra de San Juan de la Peña, cuyo casco es uno de los más cuidados y más bellos del Alto Aragón. Muy recomendables las cuevas del Ciervo de Chimiachas, en el Parque Cultural Río Vero, y la del Oso en Tella. Es obligado detenerse en la ermita San Úrbez, en el Cañón de Añisclo y muy aconsejable contemplar la magnitud de las bordas de Biadós, en el valle de Chistau. Los miradores siempre son un buen destino, por eso hay que apuntar los de San Juan de la Peña y el de los Buitres, en Sarsamarcuello. Saltos de agua, plazas y bosques también contienen sus rincones mágicos. Solo hay que buscarlos.

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Gastronomía provincia oscense

Gastronomía e identidad

El gastronómico es otro de los patrimonios más importantes de la provincia de Huesca, que cuenta con un contrastado reconocimiento a nivel internacional. Sus ricos campos cultivan exquisiteces como la trufa de Graus, o el vino del Somontano, así como productos hortícolas de alta calidad como la cereza de Bolea. También son el escenario de la carne de caza, la ternera del Pirineo, el lechal tensino o el latón de La Fueva, sin olvidar la cría de trucha del Cinca en El Grado.
En el capítulo de la artesanía alimentaria, destacan los quesos, los más antiguos son los pirenaicos de Hecho, Biescas y Ansó, a los que hay que sumar la rica variedad de embutidos. Mención aparte merecen los dulces como la trenza de Almudévar, las glorias de Huesca, la tarta de Loreto, el pastel ruso o las deliciosas castañas de mazapán.
Todo ello se plasma y se recoge en el buen hacer de la restauración. Son cuatro los establecimientos reconocidos con estrellas Michelin, a los que hay que sumar los dos que han recibido este año los no menos meritorios soles de Repsol. El secreto de su éxito reside en fundamentar su cocina en los productos de la tierra, que constituyen excepcionales materias primas para actualizar las recetas tradicionales. Estos platos de antaño se preparaban para combatir el frío de la tierra y son los que caracterizaban la cocina de las abuelas aragonesas. Ahí están las migas a la pastora, la sopa oscense o de ajo, las ensaladas, las legumbres o verduras como cardo o borraja, el salmorejo, el pollo al chilindrón, la trucha o el bacalao ajoarriero, el cordero a la pastora, las chiretas, los productos derivados de la caza, embutidos variados, morcillas, tortetas y el plato estrella que, sin duda, es el ternasco asado.

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