Hay quien ya tiene claro que la provincia de Teruel es un territorio apasionante, también durante el invierno. Son aquellos que han pasado de considerarla un destino pendiente a una opción preferente, valorando el contacto con la naturaleza, su rico patrimonio material e inmaterial y el nivel de sus experiencias gastronómicas. Tanto a ellos como a los que todavía tienen mucho que descubrir en el territorio, cabe recordarles todos los atractivos que alberga durante la estación más fría del año.

Esta misma semana está previsto que abran las estaciones de esquí de Javalambre y Valdelinares, ofreciendo un total de 32 kilómetros para disfrutar del deporte blanco por excelencia y del paisaje nevado, en el mismo corazón de la provincia. Con sus modernas instalaciones, sus impresionantes bosques y sus senderos panorámicos se convierten en una opción idónea para todos los públicos, desde los que se inician sobre unos esquís hasta los más avezados en esta práctica deportiva. Además, ambos enclaves ofrecen una interesante agenda de actividades para acercarse a la nieve a través de trineos, raquetas o atracciones para los más pequeños de la casa.

La naturaleza es el principal reclamo del territorio turolense, que se puede explorar a través de numerosas rutas bien señalizadas. Entre las más populares para esta época del año, destacan las que transcurren junto a los lechos fluviales, como el del Parrizal de Beceite, el del río Cuervo (señalado como uno de los diez más bonitos de España por la marca turística Vías Summum) o el del barranco de la Hoz Mala, entre Aliaga y Montoro. 

Laura Uranga

Durante esta estación, se recomienda especialmente disfrutar del avistamiento de aves, sobre todo en la laguna de Gallocanta y en otras masas de agua que invitan a conocer uno de los fenómenos naturales más espectaculares: la migración de la grulla común. Además, quien tenga ganas de conocer la fauna autóctona, no debe perderse el parque La Maleza de Tramacastilla, un proyecto emblemático de la sierra de Albarracín que acoge 40 especies en semilibertad como lobos, muflones, cabras montesas, jabalíes y otras que antiguamente poblaron los montes de la zona.

Tierra de contrastes

La provincia de Teruel ofrece todo tipo de experiencias, desde las puramente contemplativas hasta las más épicas, llenas de relax, magia, emoción y momentos de película. Es por eso que invita a disfrutar del nuevo concepto 'tranquitenso', para deleitarse con un paseo tranquilo por alguno de los muchos pueblos del territorio, algunos considerados como los más bonitos de España, o disfrutar de la tensión de alguna de las atracciones de Dinópolis o de la adrenalina del turismo activo.

También los contrastes convierten Teruel en un destino 'rapilento', donde es posible alcanzar la máxima velocidad en lugares como el circuito Motorland Aragón en Alcañiz, o subido sobre la tirolina de Fuentespalda, al mismo tiempo que se puede disfrutar del 'slow driving' por las carreteras secundarias entre maravillosos paisajes del Maestrazgo o de Gúdar-Javalambre.

Por último, la provincia puede definirse como un paraíso 'cosmopueblita'. Así, quien prefiera el estilo más urbanita, podrá recrearse con las visitas a museos de vanguardia, como el Centro Buñuel Calanda o el Salvador Victoria, o de cocina de lujo con restaurantes de reconocimiento internacional. Pero también es el mejor lugar para vivir la tradición, para aprender de dónde venimos y que recibimos de la tierra, degustando los mejores productos agroalimentarios como la trufa, el melocotón, el aceite, el queso, el azafrán, el jamón, el ternasco o el vino, o viviendo experiencias como el pastoreo o la recolección.