en colaboración con quirónsalud zaragoza

Verdad o mito: ¿cómo tratar la menopausia?

Debido a la variabilidad de síntomas, la forma de abordarla puede ser diferente en cada paciente.

La edad media en la que suele aparecer la menopausia es en torno a los 50 años.
La edad media en la que suele aparecer la menopausia es en torno a los 50 años.

La menopausia es una condición en la mujer que se alcanza una vez han transcurrido 12 meses o más sin ciclos menstruales. Este proceso natural conlleva la pérdida de la actividad folicular ovárica y una caída significativa en la producción hormonal de estrógenos. La edad media en la que suele aparecer es en torno a los 50 años, aunque puede darse entre los 45 y 55, desencadenando una serie de cambios corporales que pueden ser temporales y algunos definitivos.

A pesar de los cambios biológicos y la percepción de envejecimiento de la menopausia, existen aspectos positivos en su aparición. Por ejemplo, puede servir como punto de inflexión para adoptar hábitos más saludables, adquirir mayor seguridad en una misma y definir nuevos objetivos. Asimismo, al dejar de menstruar, algunas pacientes pueden sentir alivio, ya que la estabilización de las hormonas a veces hace desaparecer síntomas como la mastalgia (molestia en las mamas) o la hinchazón ligadas al síndrome premenstrual. Por estos motivos, aunque es clave tratar sus efectos, hay algunas ideas que son importantes matizar a la hora de abordarla.

¿La menopausia siempre provoca sofocos?

La sintomatología habitual a menudo causa numerosas dudas entre las mujeres. En este sentido, la doctora María Lapresta, ginecóloga de la Unidad de la Mujer de Quirónsalud Zaragoza, apunta lo siguiente: “Se trata de un proceso biológico natural y normalmente va acompañado de una serie de transformaciones físicas y psíquicas debidas al déficit hormonal. No obstante, mientras que en algunas pacientes se manifiesta de manera muy patente, otras apenas perciben cambios importantes”.

Entre las principales alteraciones, se encuentran los sofocos, las modificaciones en el patrón del sueño, variaciones en el estado de ánimo, sequedad en la piel y las mucosas, el síndrome genitourinario (falta de lubricación, dolor en las relaciones sexuales, infecciones de orina y molestias en la micción) o el aumento ponderal y acúmulo de grasa abdominal, entre otras.

"Mientras que en algunas pacientes se manifiesta de manera muy patente, otras apenas perciben cambios importantes”

Estos síntomas “presentan una intensidad variable en la mayoría de las mujeres”, señala la especialista. Asimismo, su duración también difiere: en un 20% o 30% de los casos pueden prolongarse diez o más años y, según cómo se manifiesta y los factores de riesgo, pueden tratarse con terapias, ya sean naturales u hormonales.

Para reducir las posibles consecuencias, en la Unidad de la Mujer de Quirónsalud Zaragoza recomiendan, en algunos casos seleccionados, la terapia hormonal sistémica sustitutiva y otros fármacos más específicos para el síndrome genitourinario como la prasterona o el ospemifeno. A su vez, se llevan a cabo opciones más novedosas como el ácido hialurónico o el láser para disminuir la sequedad vaginal. “En el centro contamos con la tecnología más avanzada en el campo de la ginecología regenerativa, concretamente el láser CO2 y las inyecciones de ácido hialurónico”, puntualiza la doctora.

¿Se ve afectada la sexualidad?

Con frecuencia, los cambios hormonales de la menopausia hacen que la mujer tenga menos interés en el sexo y disminuya su excitabilidad. Igualmente, la disminución de estrógenos puede provocar atrofia vaginal y, como consecuencia, dolor e incomodidad en las relaciones sexuales. “No obstante, el hecho de liberarse de la preocupación de quedarse embarazadas de forma no deseada afecta positivamente a la sexualidad de algunas mujeres”, indica María Lapresta.

¿Por qué son habituales los cambios en el peso?

Una de las principales consecuencias del déficit de estrógenos en la menopausia es el incremento de la grasa abdominal y las alteraciones metabólicas, ya que las hormonas sexuales influyen también en la regulación del apetito o el gasto energético. Por otro lado, el sedentarismo y unos hábitos dietéticos inadecuados favorecen también el aumento de peso.

Por ello, “es importante informar a la paciente de estos posibles cambios, así como ofrecerle herramientas y tratamientos eficaces que minimicen el impacto de la menopausia sobre su composición corporal”, explica la doctora Lapresta. Una alimentación saludable; evitar el alcohol y el tabaco; la práctica de ejercicio físico, incluyendo ejercicios de Kegel e hipopresivos, y mantener una higiene corporal adecuada son los pilares fundamentales para hacer frente a estos síntomas y tener una correcta salud vaginal.

¿El riesgo de sufrir enfermedades es mayor?

En esta etapa, según apunta la especialista, “se incrementa la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en mujeres mayores de 55 años”.

La salud ósea también puede verse afectada, ya que las hormonas reproductivas tienen un papel importante en su mantenimiento. “En la menopausia, la reabsorción ósea comienza a superar a la construcción de hueso nuevo y estos se vuelven más porosos y frágiles, se debilitan y aumenta así el riesgo de fracturas”, indica la especialista.

¿Debo seguir acudiendo a revisiones ginecológicas?

En este momento vital, los controles periódicos son de gran importancia. Las revisiones regulares permiten a la paciente estrechar el vínculo con su especialista y hacen más sencillo que la mujer exprese todas sus preocupaciones y miedos en la consulta. Las connotaciones negativas que a veces ha arrastrado la menopausia han provocado que muchas mujeres evitaran hablar del tema tanto en la consulta médica como en su entorno. “No verbalizar las inquietudes sobre este periodo es lo que en múltiples ocasiones favorece las alteraciones emocionales y psicológicas”, señala la doctora.

En la Unidad de la Mujer del centro hospitalario realizan una atención integral para valorar cada caso desde un punto de vista multidisciplinar. Esto se lleva a cabo gracias al equipo de Quirónsalud Zaragoza, formado no solo por ginecólogos, sino también por especialistas en fisioterapia, rehabilitación, psicología, nutrición, dermatología y cirugía plástica. Un área que cuenta además con una sección específica de Menopausia y Ginecología Regenerativa para valorar aquellos casos más complejos.

REALIZADO POR AML
Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión