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Cómo ganarle la batalla a los mosquitos y disfrutar de plazas, parques y piscinas

Muchas poblaciones han recurrido a la colocación de las trampas Agritrap para solucionar la molestia que causan estos insectos en los espacios públicos.

Equipos Agritrap.
Equipos Agritrap.

Aún no hace un mes que ha empezado el verano, sin embargo son muchos los que tienen la sensación de que el de este año se va a hacer muy largo. La reciente ola de calor de los últimos días del mes de junio y las elevadas temperaturas que se están registrando en Aragón desde que arrancó la época estival son las causas de este hastío generalizado que se ha convertido en el motivo central de gran parte de la conversaciones de los aragoneses.

Nada mejor para soportar este calor extremo que tirar de piscina o de aire acondicionado, mientras se espera hasta bien entrada la tarde o, incluso, al anochecer para disfrutar de las veladas al aire libre en parques, terrazas o plazas, siempre y cuando... la presencia de mosquitos no estropee la velada y obligue a retirarse a casa.

Tal es la molestia que generan estos insectos voladores que no son pocos los ayuntamientos y entidades locales que han decidido tomar medidas con el objeto de impedir que los mosquitos invadan sus espacios públicos y perjudiquen el esparcimiento y la vida social de sus vecinos. 

Ayuntamientos y entidades locales han decido tomar medidas contra la invasión de los mosquitos en los espacios públicos de pueblos y ciudades

Entre las soluciones que se están aplicando en lugares estratégicos de poblaciones españolas, destaca la estación de control de mosquitos Agritrap, que comercializa la empresa Agritek Ibérica, y que ya es una realidad en regiones como Murcia o Valencia. Desde la empresa, con sede en Ejea de los Caballeros, se ha anunciado el lanzamiento de la nueva estación antimosquitos en Aragón, que esperan sea un éxito para todas las localidades aragonesas. 

Se trata de un equipo totalmente autónomo alimentado con una placa solar y batería, aunque también puede ser conectado a la corriente eléctrica. Están formados por lámparas ultravioleta que generan dióxido de carbono y calor para atraer a los insectos que, posteriormente, son capturados en un recipiente interior donde se deshidratan y mueren. 

Estas trampas son eficientes, ecológicas y sostenibles y combaten eficazmente las plagas de insectos voladores tanto en el interior como en el exterior sin necesidad de usar pesticidas ni otros productos químicos.