El personal de enfermería podrá prescribir recetas en un par de meses en Aragón
El objetivo es lograr un sistema sanitario más eficiente, evitando posibles duplicidades y reduciendo el tiempo de espera del paciente.
En estos días se está dando un paso histórico en la sanidad aragonesa, con la acreditación del personal de enfermería para la prescripción de medicamentos y productos sanitarios. Concretamente, la orden que lo regula se publicó el pasado 14 de enero, pero da un plazo de tres meses para autorizar al personal que reúna los requisitos, adaptar las herramientas necesarias y aprobar los protocolos y guías al respecto, entre otras cuestiones.
"La prescripción del personal de enfermería va a mejorar la accesibilidad, provisión y calidad de todos los usuarios en la adquisición de los medicamentos y productos sanitarios -explican desde el Colegio de Enfermería de Zaragoza-. De esta forma los enfermeros pueden resolver los problemas de los pacientes en determinadas situaciones, en las que no es el médico quien les atiende, evitando duplicidades y esperas innecesarias, haciendo, por lo tanto, el sistema más eficiente".
Según este cambio legislativo, desde enfermería se van a poder prescribir los medicamentos no sujetos a prescripción médica, como antitérmicos, analgésicos, antihistamínicos, antigripales, preparados vitamínicos, colirios, antihemorroidales o lociones para el alivio de dolores musculares o de irritaciones de la piel, entre otros. Además, podrán prescribir los medicamentos sujetos a prescripción médica, como por ejemplo la insulina en un diabético, mediante unas pautas y guías. Así, el personal enfermero necesitará un protocolo para llevar a cabo un control diabético.
Desde el reconocimiento universitario de la Diplomatura de Enfermería en 1975, la profesión no ha dejado de evolucionar, tal y como se indica desde el Colegio de Enfermería de Zaragoza. Gracias a su profesionalización se han ampliado sus competencias y su rol autónomo, lo que pone de manifiesto la aprobación de las especialidades formativas enfermeras y la actual titulación de grado.
Hoy en día, las enfermeras de atención primaria hacen controles de medicación y prescriben fármacos y otros productos sanitarios en la atención domiciliaria. En la asistencia hospitalaria, tienen la autonomía necesaria para prescribir ciertos medicamentos destinados a paliar signos y síntomas como el dolor, la temperatura elevada, las náuseas, la diarrea o curas de distintas características.
Estas acciones que se llevan a cabo de forma habitual en el sistema sanitario, no estaban reguladas jurídicamente, por eso, las competencias incluidas en este decreto se han reivindicado durante muchos años.
Una experiencia positiva
Son muchos los países que han autorizado la prescripción enfermera desde hace años con resultados muy positivos. Según la experiencia a nivel internacional, esta medida ha mejorado la atención de las personas y ha conseguido un uso mas efectivo del tiempo y de los recursos, además de aumentar la satisfacción y autonomía de los profesionales de la enfermería.
Desde el Colegio de Enfermeria de Zaragoza se insiste en que hay numerosos estudios que demuestran que la prescripción enfermera beneficia tanto a las personas atendidas como a los profesionales que prestan la atención: "Al igual que ha ocurrido en otros países, en Aragón deberemos ampliar progresivamente el catálogo de medicamentos, siempre con el objetivo de atender de la forma más segura y eficiente a todos los usuarios de la sanidad española".
Por otra parte, los profesionales ponen de relieve la importancia de la prevención en la actual situación de emergencia sanitaria, donde, según subrayan desde la entidad colegial, el personal de enfermería tiene un papel crucial.
Casos en los que la prescripción enfermera va a ser más eficaz
- Cuando se administra y aconseja una vacuna al paciente tras realizarle una valoración clínica.
- Cuando las matronas (enfermeras especialistas) gestionan un embarazo o bien un parto de forma autónoma.
- Cuando se aconseja una vitamina, un probiótico o un espesante.
- Cuando se utilizan cremas (a veces antibióticos) o apósitos medicamentosos para curar heridas, quemaduras o úlceras por presión.
- En caso de asistencia de equipos de urgencia (donde no viaja un médico) o en las unidades de cuidados crítico,s donde el tiempo de reacción es crucial para salvar vidas.
- En los hospitales cuando se administra heparina (medicamento sujeto a prescripción médica) para evitar la coagulación de sangre en las vías, o en atención primaria en los reservorios que se utiliza el mismo medicamento.
- En todos aquellos servicios donde no hay médicos en plantilla de forma permanente: empresas, escuelas, ambulancias, prisiones, en el ámbito militar, etc.
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