talento aragón joven
Claves para el día a día en una empresa
La formación que se brinda a través del programa Talento Aragón Joven se basa en los requerimientos de la empresa, que demanda perfiles proactivos para el ámbito laboral.
Cada sector profesional demanda unas habilidades, unos conocimientos y el manejo de unas técnicas concretas. Sin embargo, existen unas competencias transversales que todos los que forman parte de una organización deberán reunir si quieren desenvolverse con solvencia en el mercado de trabajo. Se conocen como ‘soft skills’ o habilidades blandas y son muy tenidas en cuenta en cualquier proceso de selección para conocer en profundidad el perfil del candidato: ¿cómo reaccionar ante un conflicto entre puntos de vista?, ¿cómo sacar el máximo partido de un suceso imprevisto?, ¿cómo presentar una idea al resto de los compañeros?... Estos son solo unos ejemplos de las múltiples situaciones que se dan en el día a día de una organización y que deben ser resueltas con éxito.
Es por ello que los módulos formativos que se ofrecen en el transcurso del programa Talento Aragón Joven (TAJ) son impartidos por expertos en el mundo de la empresa que tienen muy en cuenta lo que necesitan las distintas organizaciones para su buen funcionamiento. Así, abordan la importancia de conocerse a uno mismo, las habilidades del trabajo en equipo, la comunicación eficiente, la gestión de conflictos, la asignación de roles, el trabajo de colaboración y otros muchos aspectos determinantes para el crecimiento profesional y, en consecuencia, también para el personal, que permitirán desarrollar un trabajo competitivo y eficiente. Como todos los años, los aspirantes de TAJ a las becas en empresas deberán poner en práctica lo aprendido a través de una serie de dinámicas de grupo.
Competencias:
Trabajo en equipo: es un proceso crucial en una organización, en el que diferentes personas aportan sus habilidades, conocimientos y tiempo para alcanzar metas de forma conjunta. Si todos esos recursos se coordinan adecuadamente, los resultados son superiores frente a equipos que no trabajan de este modo.
Liderazgo: el objetivo de un buen líder es conseguir que el equipo trabaje de manera efectiva tanto invidualmente como de forma grupal. Potenciar el talento, trabajar la comunicación y la escucha activa, así como la eficacia en la toma de decisiones son las principales fortalezas que debe reunir un perfil que asuma el liderazgo.
Adaptación al cambio: es una de las competencias más valoradas en los últimos años por las empresas y consiste en la habilidad de transformarse de forma constante para alcanzar un determinado objetivo. La digitalización ha representado el mejor ejemplo de cambio.
Fijarse retos: er una persona de éxito implica tener confianza en uno mismo y huir del miedo al fracaso. Para valorar las capacidades y aptitudes a nivel individual, es recomendable marcarse desafíos que impliquen salir de la zona de confort, donde todo está bajo
control.
Comunicación eficiente: la buena comunicación de la empresa mejora el rendimiento considerablemente. Fomentar el diálogo, preguntar a los miembros de los equipos y conseguir que se planteen nuevas propuestas resulta muy eficaz. En un contexto de comunicación relajado, las ideas fluyen mucho mejor.
Orientación a resultados: es la capacidad para actuar con velocidad y sentido de urgencia cuando es necesario tomar decisiones importantes para atender las necesidades del cliente, mejorar la organización o incrementar su competitividad en el mercado en momentos complicados.
Creatividad: puede ser un factor diferencial en un proceso de selección. Una personalidad creativa es capaz de contribuir a solucionar problemas empresariales y a conseguir objetivos comunes de forma eficaz. Además, implica otros valores importantes para la empresa, como la motivación, la implicación y la generación de nuevas ideas, entre otros.
REALIZADO POR AML
Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.
