La sostenibilidad y los criterios ESG son la referencia del grupo IQE a la hora de definir su estrategia de desarrollo, integrando así el logro de sus objetivos económicos/comerciales convencionales con el respeto de los valores éticos, de las personas y del medioambiente permitiendo, de esta forma, satisfacer de manera equilibrada las expectativas que, sobre su comportamiento y resultados, mantienen sus grupos de interés.

Como empresa industrial, el impacto ambiental asociado al consumo de energía es uno de los más significativos derivados de su actividad, motivo por el que desde IQE integran en su estrategia acciones que tienen como objetivo su ahorro y optimización, así como la progresiva sustitución de combustibles fósiles por combustibles de origen renovable que permitan reducir su huella de carbono.

En el ámbito de la economía circular, que avanza en paralelo a la descarbonización, IQE, fiel a su decidida apuesta por la innovación, basa sus nuevos desarrollos en los principios de circularidad.

Así, la compañía tiene ya previstas nuevas inversiones para el mayor y más eficiente aprovechamiento de subproductos en sus procesos productivos y analiza la viabilidad del uso del CO2 emitido como materia prima alternativa en sus procesos industriales. Además, para minimizar su consumo de agua, la empresa lleva años trabajando, en primer lugar, a escala piloto y ya, a día de hoy, a pequeña escala industrial, en un proyecto de economía circular que incluye, entre otras acciones, un proceso para hacer posible la reutilización del agua derivada de sus procesos reduciendo de ese modo el consumo de este recurso natural.

Todas estas acciones y algunas más, son la evidencia del compromiso de IQE para contribuir al desarrollo sostenible.