El dinamismo del comercio exterior de Aragón es innegable. Esta afirmación está sustentada por datos objetivos: según el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, las exportaciones aragonesas han alcanzado un valor, entre enero y julio de este año, de 7.898 millones de euros lo que representa un crecimiento del 15,4% respecto al mismo período de 2018. Y por primera vez las ventas de Aragón al exterior superan todos los meses los 1.000 millones de euros.

Buena parte del comercio exterior aragonés opta por el barco como medio de transporte. Los datos indican que el comercio marítimo de mercancías transportadas en contenedor se ha casi triplicado entre los años 2001 y 2018, pasando de 627.000 toneladas a 1,73 millones. Y aún más positivo es el dato que hace referencia al valor de este comercio, que se ha multiplicado por 3,5 en este periodo de tiempo. De los 1.025 millones de euros en el año 2001 se pasó a 3.565 millones de euros en 2018.

Estos relevantes datos acreditan el buen hacer de las empresas aragonesas en los últimos años, abriéndose al exterior y posicionándose de forma exitosa en los mercados internacionales. En esta tarea de internacionalización de la economía, el Puerto de Barcelona ha tenido, y tiene, un papel destacado ya que desde hace años ha apostado por Aragón y por su tejido empresarial, facilitando su conexión con el exterior. De hecho, la cuota de mercado del Puerto de Barcelona en Aragón ha pasado del 41% al 69% entre los años 2001 y 2018, siendo este porcentaje del 70% en las exportaciones y del 68% en el caso de las importaciones. Y en valor, el Puerto de Barcelona canaliza mercancía contenerizada con origen o destino en Aragón por valor de 2.080 millones de euros. Tanto en volumen de mercancías como en valor, el Puerto de Barcelona es la primera opción logística del tejido empresarial de Aragón.

Dos factores han sido fundamentales en esta evolución: la potente oferta logística y de servicios ferroviarios entre Aragón y el puerto, y la eficiente conectividad marítima del enclave, que permite a las empresas de la comunidad posicionar sus productos de forma competitiva en todo el mundo.

El Puerto de Barcelona mantiene hoy su compromiso con Aragón, comunidad de la que es socio logístico por excelencia, no solo por razones de proximidad sino también por el convencimiento de que una economía con un potencial como la aragonesa debe contar con cadenas logísticas eficaces y sostenibles que le permitan ganar posiciones a nivel internacional.

Teniendo siempre presente la idea de acercar el puerto al cliente, ya en 2001 junto con Mercazaragoza se creó la Terminal Marítima de Zaragoza (tmZ), en la que también participa el Gobierno de Aragón. Diseñada como una plataforma de servicios logísticos para importadores, exportadores y operadores de la región, tmZ ha experimentado una excelente evolución, como demuestra el volumen de tráficos que gestiona y también las sucesivas ampliaciones que se han llevado a cabo en la instalación.

Gracias al impulso de tmZ, Aragón es actualmente la tercera región con mayor grado de internacionalización del Estado. Y el marítimo ha sido el modo de transporte que más rápido ha crecido en esta comunidad, alcanzado una cuota de mercado en el comercio exterior del 35% y pasando de un valor del 14 al 21%.

La conectividad de las empresas aragonesas con el Puerto de Barcelona es clave para acceder, por vía marítima y de manera directa, a más de 200 destinos internacionales de los 5 continentes. Actualmente, la oferta ferroviaria entre la instalación catalana y Aragón se concreta en 40 servicios semanales con diferentes plataformas interiores, entre las que se encuentra tmZ (con un total de 30 servicios semanales), Plaza (con 5 semanales) y la Terminal Intermodal de Monzón (Selgua) -con otros 5-. Además, existen otros 5 servicios semanales que operan entre la Terminal de Morrot -situada junto al Puerto de Barcelona- y Zaragoza.

Servicios de alto valor

Entre los servicios que operan entre tmZ y la capital catalana, destaca el servicio ferroviario Canal Frío, específico para el transporte de productos a temperatura controlada. Con un tren diario (5 frecuencias semanales), este servicio da un impulso importante a la internacionalización del sector agroalimentario, una industria clave en la economía aragonesa.

Canal Frío se complementa con el esfuerzo que las terminales de contenedores del Puerto de Barcelona han realizado en los últimos meses para ampliar el número de conexiones eléctricas destinadas a los contenedores 'reefer', los encargados de transportar todas las cargas que requieren de un control de temperatura, tanto congelación como frío positivo.

Recientemente, la terminal BEST ha pasado de 1.600 a 2.750 puntos de conexión para 'reefers', lo que representa un aumento del 70%. También APM Terminals Barcelona ha puesto en servicio a principios de 2019 una nueva pasarela, con 152 conexiones, aumentando sus conexiones hasta 632. Terminal Port Nou, por su parte, ha puesto en marcha 170 conexiones 'reefer' para dar respuesta a este creciente tráfico. En total, el Port de Barcelona dispone actualmente de más de 3.500 conexiones 'reefer' permanentes en sus terminales de contenedores, lo que le sitúa como líder del Mediterráneo para este tipo de tráfico.

El puerto catalán también destaca por su liderazgo en las principales rutas de comercio mundial que son las que conectan con los mercados asiáticos. De hecho, gracias a su potente oferta marítima, Barcelona es el primer puerto de España en tráficos de importación y exportación, con especial relevancia en el caso de Extremo Oriente, donde la cuota de mercado asciende al 40%.

En definitiva, el uso del ferrocarril Zaragoza/Monzón-Barcelona y la conectividad marítima han hecho más competitivas las cadenas de suministro locales, favoreciendo nuevos centros de distribución a nivel nacional y atrayendo inversiones y actividad económica a Aragón. Y convirtiendo a esta comunidad en uno de los centros logísticos del país.

Aragón exporta en tren

Puerto de Barcelona

La sostenibilidad en su sentido más amplio -social, económica y medioambiental- es hoy un factor incontestable a la hora de trazar las cadenas logísticas que permiten el movimiento de productos y servicios a lo largo y ancho del planeta. Ante la necesaria, y obligada, reducción de las emisiones contaminantes en el ámbito del transporte, modos como el ferrocarril y el 'short sea shipping' (transporte marítimo de corta distancia) se presentan como el aliado necesario.

Por ello, las empresas aragonesas, en colaboración con el Puerto de Barcelona, apuestan cada vez más por el ferrocarril como modo para transportar sus mercancías.

Buena prueba de ello es el significativo incremento que han experimentado en lo que va de año las exportaciones aragonesas que se mueven en tren hasta el Puerto de Barcelona. Entre los meses de enero y agosto, el tráfico ferroviario de contenedores llenos que parte desde las terminales intermodales ubicadas en Zaragoza hasta el puerto barcelonés ha crecido un 15,47% con respecto al movimiento registrado en el mismo periodo del año anterior. Un total de 33.881 TEUS (contenedores de 20 pies) han salido de estas terminales, cargados con productos aragoneses destinados a la exportación.

En el cómputo global, entre enero y agosto de este año el tráfico de contenedores entre las terminales intermodales de Zaragoza y el Puerto de Barcelona ha alcanzado los 80.600 TEUS, una cifra similar a la de los ocho primeros meses de 2018.

Automoción, bienes de equipo, alimentación y agroalimentario son algunos de los sectores económicos de Aragón que se muestran más competitivos en su relación con el exterior, generando buena parte de las cargas de exportación de la comunidad.