"Poder ofrecer productos más saludables y nutritivos a nuestros clientes es de lo más gratificante"

Creada en 1974 por un grupo de agricultores de la zona que querían lograr reconocimiento en la comercialización del cultivo de su melocotón, La Calandina ha ido evolucionando de forma notable hasta conseguir abrirse un hueco en los hogares y en las grandes superficies.

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Los valores cooperativos han sido siempre los impulsores de La Calandina, aún antes de que existiese la figura de la cooperativa agraria. Creada en 1974 por un humilde grupo de agricultores ilusionados por lograr el reconocimiento en la comercialización del cultivo de su melocotón, un excelente producto artesanal obtenido de sus pequeñas plantaciones de melocotoneros, estos fueron ampliando su unión para sus producciones de aceituna, cultivada de forma tradicional en olivos centenarios, y para las cosechas de almendro y cereal. Con el paso de los años, La Calandina ha ido creciendo hasta lograr que sus productos cuenten con una gran popularidad, tanto entre el pequeño consumidor como en las grandes superficies. Su gerente, Antonio Cerdán, detalla el importante trabajo que llevan a cabo con un testimonio que constituye la cuarta entrega de 'Tesoros de la tierra', una serie de reportajes a través de los cuales Eroski da a conocer las manos que trabajan detrás de los productos de cercanía que pueden consumirse en sus supermercados, para todos aquellos que disfrutamos con la comida de auténticas raíces aragonesas por su implicación con la sostenibilidad y por su calidad.

Antonio Cerdán, gerente de La Calandina
Antonio Cerdán, gerente de La Calandina

¿Qué balance hace del medio siglo de vida de La Calandina?

El balance se refleja en la situación actual, pues nuestros productos comercializados gozan de un gran prestigio y, para nosotros, este es el mejor premio al incesante esfuerzo cooperativo por ofrecer lo mejor del que siempre hemos hecho gala. Actualmente, la empresa es una cooperativa moderna dotada de la más alta tecnología, algo que se hace patente, por ejemplo, en la sección de melocotón, con el sistema de clasificado por color, peso y grados brix de azúcar que tenemos. También en la de almendra, por su innovador secadero de bandas; en la de aceituna, por su construcción de fermentadores y el aprovechamiento de huesillo en caldera de biomasa; y, por último, en la apuesta por las renovables, con más de 2000 metros cuadrados de instalación fotovoltaica ocupando nuestros tejados. Todo ello, no sin antes luchar contra recientes y muy adversas cosechas salvadas desde la fuerza de la unión cooperativa. A ello contribuye la creación de nuestra Organización de Productores de Frutas y Hortalizas, que nos ha permitido optimizar costes en beneficio de las inversiones.

¿Cuál es el papel juegan los socios en el día a día de la organización?

Es fundamental. La creación misma de la empresa fue posible gracias a los valores de iniciativa, solidaridad, lealtad, capacidad de sacrificio, afán de superación y sentido del riesgo de los fundadores. Y más adelante, la apuesta de nuestros socios más jóvenes para ser el relevo generacional de aquellos, sus abuelos y padres, ha sido clave. Se trata de unos jóvenes agricultores preparados desde la experiencia familiar y con una formación profesional o universitaria. Emprendedores con la ilusión de vivir en el medio rural aprovechando la riqueza de nuestra tierra, creciendo desde la responsabilidad de protección al medio y la confianza de pertenecer a una organización cooperativa de cultivos tradicionales y técnicas sostenibles.

Producen y comercializan un alimento enormemente popular, el Melocotón de Calanda. ¿Qué singularidades tiene?

Es un producto genuino, lleno de prestigio e identidad y con unas cualidades que lo hacen irrepetible. Su existencia se conoce desde antes de mediados del siglo pasado, gracias a la peculiaridad de este territorio y de sus gentes, que han sabido crear un manjar, seleccionando unas variedades autóctonas adaptadas al lugar y unas originales técnicas de cultivo que marcan su diferencia. Dos meses antes de la maduración, comienza la labor más especial y artesanal, la del embolsado. Mediante esta laboriosa técnica, cuidada y precisa, se coloca cada uno de los frutos del árbol en una bolsa translucida y transpirable, creándose con ello un microclima especial, que resaltará todas sus cualidades en el momento de su maduración. El resultado es un producto único y natural, de tacto aterciopelado, color amarillo y maduración uniforme, y su sabor es auténtico por su alto contenido en azúcares y aromas. Esta fruta queda protegida de plagas y productos fitosanitarios y está avalada y controlada desde 1999 por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Melocotón de Calanda, cumpliendo con la normativa de tamaño, color, dureza y grados brix de azúcar, entre otras características.

El melocotón contiene características excepcionales como consecuencia del embolsado, originario de la villa de Calanda, que se realiza fruto a fruto de forma manual.
El melocotón cuenta con características excepcionales como consecuencia del embolsado, originario de la villa de Calanda, que se realiza fruto a fruto de forma manual.

También producen el Aceite de Oliva Virgen Extra, muy característico del Bajo Aragón.

En esta tierra de excepcionales cualidades para el cultivo del olivo y con una profunda tradición olivarera, la cual hizo posible la creación del Consejo Regulador de la D.O. del Aceite del Bajo Aragón, obtenemos de la mano del mimo de sus agricultores y las técnicas más avanzadas un producto natural de gran personalidad, un aceite de oliva virgen extra de la máxima calidad, procedente de la variedad empeltre. Nuestro almazarero, miembro oficial del panel de cata del Bajo Aragón y que ha sido galardonado con innumerables premios, selecciona la mejor aceituna de la copa de olivos que son centenarios en su mayoría. Tras ello y con el método de extracción en frío, que mantiene inalterables sus propiedades, elabora este magnífico aceite de perfecto equilibrio con todas sus cualidades organolépticas potenciadas al máximo: suave paladar, sabor afrutado, atractivo color amarillo pajizo y baja acidez. 

¿Por qué es importante defender los productos locales?
Las cooperativas son sinónimo de defensa del producto y la economía local. La nuestra está conformada sobre todo por familias que trabajan en las explotaciones cultivando lo suyo con un mimo especial. Esto dota de una calidad al producto alejada de la que aportan las grandes empresas. Cuando un cliente de Eroski decide comprar nuestro aceite está sosteniendo a estos productores locales y a todo el tejido local de Calanda, que se ve estimulado. Con esta práctica todos ganan: el cliente obtiene productos más frescos y de mayor calidad, la economía del entorno se beneficia y se reduce la huella de carbono. Además, se está dando un cambio de hábitos, pues el consumidor aragonés busca cada vez más los valiosos alimentos de su tierra en los supermercados.

La cooperativa está conformada principalmente por familias que trabajan en las explotaciones cultivando el producto con mimo.
La cooperativa está conformada principalmente por familias que trabajan en las explotaciones cultivando el producto con mimo.
"Con nuestra práctica todos ganan: el cliente obtiene productos más frescos y de mayor calidad, la economía del entorno se beneficia y se reduce la huella de carbono"

¿Desde cuándo trabajan con Eroski? ¿Cómo valora esta relación?

Empezamos en 2011, suministrándoles nuestro aceite de oliva virgen extra de la D.O. Bajo Aragón en garrafas de 2 litros. Un formato muy interesante para su uso diario en las cocinas por su práctico manejo y la buena relación calidad-precio. La venta de este producto se fue afianzando, a la vez que también lo hacía la relación con Eroski. Con el tiempo, incluimos también nuestra aceituna negra aderezada bañada en aceite de la variedad empeltre, autóctona del Bajo Aragón y muy apreciada como aceituna de mesa. Por sí sola es una delicia, pero si buscas un aperitivo con un sabor único, las aceitunas aderezadas con ajo, que también se las suministramos, son ideales, sin dejar de lado a la aceituna Caspe. Hace dos años, tras una sólida colaboración sostenida en el tiempo, se incorporó el último de los productos para su venta en Eroski, el melocotón en almíbar de la D.O. Calanda, con todo el sabor característico de esta tierra y bañado en un almíbar ligero. El crecimiento de nuestra relación comercial ha sido el fruto de un trabajo en común con una misma expectativa, la de ofrecer una constante de calidad en base a los valores de ambas marcas. El mejor camino para ello es la cooperación y la comunicación continua, y esto último ha sido especialmente sencillo.

Vicente del Bosque, nombrado embajador del Melocotón de Calanda en 2019, durante una visita a La Calandina.
Vicente del Bosque, nombrado embajador del Melocotón de Calanda en 2019, durante una visita a La Calandina.

Por otro lado, han desarrollado una línea propia de productos de agricultura ecológica. ¿El consumidor los valora por tener esta característica? ¿Encuentran alguna dificultad para mantener e impulsar estos cultivos?

La Calandina, en el marco de su compromiso con el medio ambiente y la salud de sus consumidores, se embarcó en un proyecto hace casi 20 años: producir y comercializar sus productos mediante la utilización de la agricultura ecológica para el Melocotón de la D.O. Calanda, el aceite de oliva virgen extra de la D.O. Aceite del Bajo Aragón, la aceituna negra variedad empeltre y el paté de aceituna. Estos se cultivan y elaboran exclusivamente con medios naturales, sin tratamiento químico ni abonado inorgánico, y todo bajo la supervisión de la entidad certificadora Certifood. Esta transformación en la manera de producir reporta unos beneficios claros hacia nuestros cultivos y fincas, mejorando la fertilidad del suelo, la calidad del agua y la biodiversidad regional. Poder ofrecer productos más saludables y nutritivos a nuestros clientes es de lo más gratificante, haciendo de ello además el motor de una apuesta que no es sencilla. Actualmente, el sector agroalimentario ecológico se enfrenta a varios problemas, principalmente una escasa red de distribución y la reducción de la capacidad de compra de los hogares españoles. Este cóctel no favorece su comercialización, pero nos mostramos optimistas, porque el mercado ecológico ha venido para quedarse y la manera en la que se consolida año tras año lo demuestra. 

REALIZADO POR AML
Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.