Ángel Conde: "Para mí, la cocina es trabajo, investigación, creación y sacrificio"

Ángel Conde ha recogido el Premio Con Mucho Gusto a la Trayectoria Gastronómica con orgullo y alegría. "Después de tantos años de carrera, de tantas horas dedicadas a la cocina, de trabajo sin descanso, de investigación, de sacrificio personal y familiar; un reconocimiento como este, lógicamente, te alegra y mucho", afirma el chef de El Chalet. Se siente satisfecho del trabajo bien hecho, de haber compartido enseñanzas con todos sus compañeros de fogones y de poder dejar un legado en la cocina aragonesa.

Recuerda sus comienzos como una época dura pero ilusionante. "A veces la cocina te escoge a ti, en lugar de tú a ella. Comencé como aprendiz. Muchas horas y, en ocasiones, sin días de fiesta. Hay que pensar que eran otros tiempos, pero te curtían lo necesario para aprender -incide-. Sea como sea, si le dedicas tiempo, lees, experimentas y te formas, todo tiene su recompensa".

Tradición, innovación y vocación

Al frente de la cocina de autor de El Chalet, Ángel Conde ofrece una experiencia única a sus clientes. "Procuramos hacer una cocina con producto de gran calidad, donde la elaboración y la presentación está al filo entre lo clásico y la modernidad", explica el cocinero. Su plato estrella es, sin duda, el 'steak tartar', un clásico en la casa que les ha otorgado una merecida fama. "Además de una buena cocina, contamos con un equipo envidiable y una atmósfera maravillosa. Todos ellos son los ingredientes indispensables para hacer que el comensal se sienta relajado en un lugar especial", añade.

Además de ‘Los Intocables’, esos platos que se han ganado un sitio fijo en la carta del restaurante por su alta demanda, siempre dejan espacio para incorporar otros nuevos. El cocinero señala que es importante jugar con nuevas preparaciones: "Unas veces, viene la inspiración y salen ideas o platos muy buenos casi sin quererlo. Otras, cuesta días y días de trabajo hasta que le damos la forma adecuada que queremos a un plato. Lo importante es no dejar de intentarlo".

Para Ángel, la cocina es una forma de vida. "Llevo 50 años trabajando por y para ella. Lo es todo para mí. Es investigación, es trabajo, es creación, es sacrificio, es amor y odio, es ingrata y agradecida, es nervios y estrés, es superación y un largo etc. Pero, estamos tan acostumbrados a esta forma de vida que, la mayoría de los cocineros, no sabemos ni queremos hacer otra cosa", concluye.