conversación heraldo sobre el plan de Anticoagulación de aragón

Agilidad administrativa y calidad asistencial para mejorar la vida del paciente anticoagulado

HERALDO reunió este martes a tres profesionales sanitarios que debatieron sobre la importancia de retomar el plan de anticoagulación de Aragón y de mejorar las comunicaciones entre la atención primaria y la especializada.

Los intervinientes en un instante del debate celebrado el pasado martes en las instalaciones de HERALDO.
Los intervinientes en un instante del debate celebrado este martes en las instalaciones de HERALDO.
Aránzazu Navarro.

El surgimiento de la covid-19 provocó la paralización de diversos programas sanitarios que las administraciones públicas se vieron forzadas a dejar a un lado debido a la urgencia que requerían las acciones derivadas de la pandemia. No obstante, ya ha pasado la fase más crítica de la crisis y sigue quedando un importante camino por recorrer en lo relativo a la mejora de la calidad de vida de personas como los pacientes anticoagulados, un fin en el que los canales de información del sistema público sanitario juegan un papel clave.

Esta fue una de las principales conclusiones que pudieron extraerse en la Conversación HERALDO organizada por la Federación Aragonesa de Sindicatos de Médicos de Atención Primaria (Fasamet) y Pfizer que se celebró este martes en las instalaciones de este diario. La doctora de la Unidad de Tratamiento Anticoagulante del Hospital Clínico de Zaragoza y miembro de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), Olga Gavín; el médico de familia y miembro de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Juan Carlos Romero; y el médico de familia y miembro de Fasamet, Antonio Gómez, pusieron en común sus argumentos en una cita moderada por la periodista Nerea Tirado.

"El plan de anticoagulación en Aragón está parado. Se comenzó a diseñar antes de la covid, pero no avanzó. Aunque los profesionales y la administración tienen buena disposición, las trabas administrativas que existen impiden progresar. Sin embargo, dado que tanto las personas implicadas en la anticoagulación como las autoridades responsables están en la línea de reconducirlo para dar una asistencia de calidad a nuestros pacientes, esperamos que se vuelva a poner en marcha en breve y que la pandemia haya sido solo un paréntesis", explicó la hematóloga.

"Hay una base de acción sobre la que trabajar, porque el plan de acción está escrito. Lo que pedimos son medidas dirigidas a la mejora de la calidad asistencial. Tenemos que hacerlo con indicadores que sean útiles para cambiar esta inercia del mal control del paciente que hay tanto en Aragón como en el conjunto del país", manifestó por su parte Romero. "El plan de anticoagulación que se empezó debería continuarse con el objetivo de mejorar la calidad de la atención. La covid ya demostró que podíamos hacer cambios en los tratamientos para beneficiar al paciente", resaltó Gómez.

El impacto de la pandemia

Precisamente, el impacto de la pandemia fue uno de los temas que centró buena parte del encuentro. El doctor Romero destacó la paralización de procesos como los crónicos y que, aunque se ha ido retomando la actividad de forma progresiva, los profesionales sanitarios están en un "barco a la deriva, pues reman sin saber a dónde van". "La parte positiva del covid es que puso un punto muerto para poder identificar las mejoras. Y, en el caso de la anticoagulación, está claro que hay una inercia clínica que arrastra desde hace tiempo y que hay que cambiar. Lo bueno también es que el visado ha permitido la prescripción y el acceso a la información a los médicos de atención primaria, y eso ha supuesto una gran mejora, aunque no sea una situación óptima", agregó.

Gavín señaló que en los hospitales apenas pudieron parar, pero la etapa sí les sirvió para cambiar la forma de trabajar y flexibilizar los horarios a los pacientes de Hematología. Además de destacar el visado electrónico por sus beneficios, también lo hizo con la historia clínica electrónica, clave para agilizar trámites, y las consultas telefónicas.

Establecer un protocolo asistencial común adaptado a las necesidades actuales del paciente es otra de las hojas de ruta en la que coincidieron los intervinientes. "Me parece increíble que no tengamos un protocolo para toda la Comunidad y consensuado por las partes. Cualquiera que no sea así está abocado al fracaso. Es imprescindible que los procesos estén mejor encauzados, y que cuando un paciente tiene un problema no te lo tengas que echar encima como algo personal para resolverlo", indicó la doctora. Romero, por su parte, apostó por mejorar los procesos de la atención primaria para que, con ello, lo haga también la calidad de vida del paciente. Esto conllevaría igualmente que se ahorrasen costes a la sanidad pública y se aliviase la carga sanitaria.

Conversación Heraldo sobre el plan de anticoagulación de Aragón

Un punto directamente relacionado con la fluidez en las comunicaciones. El miembro de Semergen cifró en 170 millones de euros lo que se dejaría de gastar si se mejorase el control de los pacientes, algo que pasa de manera inexorable por que la atención primaria y la especializada compartan las mismas herramientas informáticas para acceder a sus datos. "Tenemos que tener unificado el software. El sistema de alerta lo llevamos reivindicando desde hace tiempo porque permite visualizar mejor si un paciente está o no bien controlado. Muchos compañeros conocen la recomendación pero no la accesibilidad que permite la herramienta para iniciar el tratamiento. Así que las facilidades en lo referente al manejo del sistema informático, que nos beneficiarían a todos, tienen que venir de la administración", agregó.

Para resaltar la importancia de este asunto, Gavín apuntó que la falta de fluidez en estas comunicaciones puede llevar a que no se tome la mejor decisión porque no se tenga toda la información. "No podemos tener sistemas informáticos que no se hablen. En Hematología siempre hemos funcionado con un programa que nos permite tanto dosificar como hacer un seguimiento adecuado al paciente. En atención primaria tenían uno al que pedimos tener acceso, pero no es ágil, porque tienes que salir de una plataforma y entrar en otra. Creo que es importante que si no se puede poner un mismo sistema, que al menos estos se hablen, porque hoy por hoy la historia del paciente anticoagulado no está unificada", resumió.

Ruta asistencial

Que estos pacientes tengan un profesional de referencia en ambos ámbitos para garantizar sus reevaluaciones fue otro de los aspectos sobre los que puso el foco la especialista, quien añadió en que no por tratarse de una dolencia crónica significa que su situación va a ser la misma siempre. A este respecto, Gómez recalcó que la atención primaria recibe al mayor porcentaje de pacientes de este tipo, que son los que presentan fibrilación auricular. Asimismo, indicó que hay tratamientos anticoagulantes que son "caducos", como el Sintrom, mientras que para otros más nuevos que se aplican no existe un verdadero protocolo de seguimiento, algo que echan en falta estos doctores.

Con el fin de lograr estas mejoras, los profesionales hicieron hincapié en el concepto de la ruta asistencial. Romero resaltó que es fundamental adaptarla a los pacientes, y que se den en su marco conversaciones ágiles entre los médicos de familia y los hospitales para saber cómo manejar a esas personas y que todos los agentes implicados hablen un mismo lenguaje, pues hay una gran variabilidad sobre cuándo suspender un tratamiento anticoagulante ante pruebas como colonoscopias o cirugías menores. En este sentido, Gavín señaló que "lo más importante es que todos los que estamos implicados nos juntemos y seamos capaces de hacer rutas que estén consensuadas por los dos lados y bajo el amparo de la administración".

Por último, los intervinientes resumieron sus impresiones a modo de conclusión. "Al paciente hay que darle una buena calidad asistencial y hacer un buen plan de seguimiento y de cuidados, empleando todas las herramientas que tengamos", sostuvo Gómez. "Tenemos que vertebrar todas las decisiones que tomemos sobre el paciente anticoagulado y hacer que todos tengan las herramientas adecuadas para implementar esa calidad asistencial", coincidió Romero. "El objetivo es que el paciente esté siempre bien anticoagulado, y podemos lograrlo. Además, hay que establecer un seguimiento adecuado y garantizar las reevaluaciones", concluyó Gavín.

Olga Gavín, hematóloga del Hospital Clínico de Zaragoza e integrante de SETH

Olga Gavín hematóloga del Hospital Clínico de Zaragoza

Juan Carlos Romero, médico de familia y miembro de Semergen

Juan Carlos Romero, médico de familia y miembro de Semergen.

Antonio Gómez, médico de familia y miembro de Fasamet

Antonio Gómez, médico de familia y miembro de Fasamet.

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