AGUA POTABLE

Zaragoza ha vuelto a beber entre un 33% y un 60% de agua del Canal durante tres meses

Las obras de mantenimiento en el sistema de Bardenas han reducido la aportación desde Yesa y no se han bombeado reservas de La LotetaLos cortes ya han terminado, pero el abastecimiento siempre lleva un porcentaje reducido de agua del Ebro para facilitar la potabilización.

Uno de los tanques de la potabilizadora de Casablanca. La planta trata unos cinco millones de litros de agua cada mes.
Zaragoza ha vuelto a beber entre un 33% y un 60% de agua del Canal durante tres meses
ESTHER CASAS

Aquellos zaragozanos que en las últimas semanas hayan percibido un cambio en el sabor del agua del grifo pueden presumir de tener un sentido del gusto muy refinado, porque tenían razón. Las obras de mantenimiento que todos los años se acometen en el sistema de riegos de Bardenas han provocado que en los últimos tres meses la ciudad haya vuelto a beber un porcentaje importante de agua del Canal Imperial en detrimento de la de Yesa.

Los cortes acabaron a principios de marzo y el suministro ya se ha normalizado. No obstante, según los datos aportados por la sociedad estatal Acuaebro y por la Comunidad General de Regantes, tanto en diciembre como en febrero un tercio de los caudales que entraron en la potabilizadora de Casablanca fueron captados del Canal Imperial. En enero la cifra se elevó hasta el 60%.

Esos porcentajes están muy por encima de los registrados desde que el 1 de julio Zaragoza empezó a abastecerse desde Yesa. Entonces el Ayuntamiento anunció que el Canal pasaba a ser un suministro de reserva, pero lo cierto es que este cauce bicentenario no ha dejado de aportar agua a diario en cantidades, eso sí, mucho más reducidas.

Las estadísticas de Acuaebro y de la Comunidad General muestran que en la segunda mitad del año pasado el suministro de Zaragoza siguió incorporando entre un 6% y un 19% de agua del Canal. El resto sí que fueron caudales procedentes de Yesa, pero no puede decirse que la capital aragonesa se abastezca íntegramente desde el Pirineo.

Fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza explicaron ayer que ese porcentaje de agua del Canal se incorpora a la de Yesa para facilitar la potabilización. «Lo normal es que se sitúe en torno al 10%, y se hace para mejorar el proceso de decantación de los materiales que contiene el agua», concretaron las mismas fuentes.

Siempre según el Consistorio, los caudales de Yesa tienen tan pocos sólidos en suspensión que al depositarse en el fondo de los depósitos forma un fango «poco denso y muy fluido». Esta particularidad complica el proceso, por lo que los técnicos de la planta potabilizadora prefieren incorporar al suministro «una pequeña parte» de agua del Canal. «Lo hacen porque las características del abastecimiento no se ven afectadas», insisten desde el Ayuntamiento.

«Apenas se ha notado»

En cuanto a la situación provocada por los trabajos de mantenimiento en el canal de Bardenas, el Consistorio zaragozano destaca que estos cortes ya estaban previstos y que se producen en invierno, cuando el elevado caudal que presenta el Ebro mejora sensiblemente la calidad del agua del Canal Imperial -cauce que parte del propio Ebro a la altura de la presa de El Bocal, en Navarra-.

«Si los cortes se produjeran en verano habría más diferencia, pero ahora apenas se ha notado -sostienen fuentes municipales-. No solo porque ahora el agua del Ebro es de mejor calidad, sino porque muchos días la mezcla ha seguido teniendo un porcentaje de agua de Yesa».

El Ayuntamiento recuerda además que el Canal Imperial también se corta para hacer reparaciones, lo que antes obligaba a que la ciudad tuviera que abastecerse directamente desde el cauce del Ebro dos veces al año.

Respecto a la posibilidad de que, durante los cortes en Bardenas, la ciudad se abastezca con reservas del embalse de La Loteta, el Consistorio alega que el nuevo pantano construido en las inmediaciones de Gallur todavía está en fase de llenado.

Para aprovechar los más de 80 hectómetros cúbicos que almacena esa presa habría que bombear el agua, lo cual conlleva un gasto energético. Y aunque es cierto que el programa de puesta en carga aún no se ha completado -terminará a lo largo de este año-, en julio del año pasado el alcalde, Juan Albero Belloch, anunció que, cuando se interrumpiera el suministro desde Bardenas, se recurriría a La Loteta. El presidente de la CHE, Rafael Romeo, ratificó que no había obstáculos para hacerlo.