SUCESO

Un incendio de madrugada en un garaje obliga a desalojar doce viviendas en el Actur

Todo apunta a que un cortocircuito en un coche desató el fuego, que afectó a tres turismos más, una moto y una bicicletaLa elevada temperatura provocó daños en los desagües, la instalación eléctrica y la línea telefónica de dos edificios.

Dos vecinos comprobaban ayer por la mañana el estado en el que habían quedado los cuatro coches carbonizados.
Un incendio de madrugada en un garaje obliga a desalojar doce viviendas en el Actur
OLIVER DUCH

Un incendio fortuito en un garaje obligó ayer a desalojar doce viviendas de un bloque de la calle Adolfo Aznar, en el barrio del Actur. Al parecer, según las primeras investigaciones de la Policía Científica, un cortocircuito en un coche fue el detonante de las llamas que carbonizaron otros tres turismos más, una moto y una bicicleta. No hubo que lamentar daños personales, aunque numerosos vehículos del aparcamiento subterráneo se vieron afectados. Además, la elevada temperatura provocó importantes daños en las instalaciones generales de dos de los edificios que estaban justo encima del garaje, por lo que muchas viviendas se quedaron sin agua ni luz ni teléfono.


El incendio comenzó sobre las 2.10 de ayer, aunque el aviso no se dio hasta dos horas después, cuando un vecino que regresaba a su domicilio avisó de que había mucho humo. El garaje tiene unos 7.500 metros cuadrados de superficie y cerca de 250 aparcamientos, ya que es utilizado por los vecinos de los bloques impares del 5 al 17 de esa calle.


Según informaron los Bomberos, en la extinción trabajaron 25 funcionarios y siete vehículos especiales. Los profesionales explicaron que el combustible provocó una deflagración que, junto al humo de la quema de 20 ruedas (si se cuentan las de cada vehículo más las de repuesto) genera mucho humo, que se coló por el hueco de la escalera y el ascensor, lo que hizo que se alertaran los vecinos.


Aunque no había peligro para las viviendas, los bomberos decidieron desalojar a los vecinos de las tres primeras plantas del bloque once, que suman doce pisos. La densidad del humo obligó a que todos los residentes tuvieran que ponerse mascarillas. Pudieron volver a sus casas varias horas después.


No hubo que atender a ningún vecino, aunque a media mañana un equipo médico observó a un menor, ya que sus padres estaban alertados por la gran cantidad de humo que había llegado hasta su casa. Los Bomberos recordaron ayer que, en casos como este, en los que el fuego está muy acotado, lo mejor es que todos los vecinos permanezcan en sus casas y coloquen toallas húmedas en la parte baja de las puertas para evitar que se cuele el humo.


Manchas negras y mucho hollín

Muchos vecinos de la urbanización no se enteraron de lo ocurrido hasta la mañana siguiente. El humo había manchado las paredes y sus terrazas y casas estaban llenas de hollín. La mayoría aprovecharon para sacar sus coches del garaje y comprobar si tenían algún desperfecto, ya que la elevada temperatura había afectado a las partes de plástico. Salvo los vehículos justo al lado de los que ardieron, el resto solo estaban manchados por las cenizas.


Las dificultades para localizar dónde se había originado el fuego prolongaron durante algo más de tres horas las labores de extinción de los bomberos.


El propietario de las viviendas, ya que la mayoría de los vecinos viven en régimen de alquiler, colgó en las puertas una nota informativa en la que avisaba de que el incendio había afectado a las instalaciones generales del edificio que discurren por el sótano. Por eso, avisaban de que el saneamiento y las telecomunicaciones, además de las instalaciones eléctricas del garaje podían afectar a algunas escaleras. De hecho, algunos vecinos confirmaron a este periódico que les habían cortado el agua y tampoco disponían de servicios como el teléfono o internet.