ZARAGOZA

Los tomates crecen en un solar de San Pablo

Los vecinos del barrio zaragozano cuidan desde el pasado mes de marzo un huerto en un solar de Las Armas. Están acabando de recoger la primera cosecha.

Florencio Laína, en el huerto de la calle de Las Armas, dentro del proyecto Estonoesunsolar.
Los tomates crecen en un solar de San Pablo
JOSé MIGUEL MARCO

El solar de la calle de Las Armas 92-94, en el barrio de San Pablo, servía hasta hace un año para tirar basura, aparcar coches o para nada. Ahora, los vecinos han recogido la primera cosecha de tomates y pimientos de su huerto urbano. Dentro del programa municipal Estonoesunsolar, este espacio se ha convertido este año en una huerta en mitad del barrio, rodeada de viviendas y cuidada con mimo por varios colectivos.

"Empezamos a plantar en marzo y ahora estamos cogiendo los primeros tomates y pimientos. También tenemos acelgas, lechugas, borrajas, calabazas? Y en verano tuvimos melones y pepinos. Hace mucha ilusión ver crecer nuestras propias verduras", afirma Florencio Laína, de 74 años. Los hortelanos son del centro de mayores de San Blas, del colegio Santo Domingo y del centro de tiempo libre Cadeneta.

"Del centro de día nos encargamos tres personas de cuidar el huerto. En primavera y verano veníamos casi todos los días a dar una vuelta. Cuando hace mucho calor, hay que regar mucho. Ahora en otoño, solo hacemos labores de mantenimiento. Y en invierno, si hace mucho frío, tendremos que poner unos plásticos", explica Florencio, que ha sido taxista y hostelero, y de joven tuvo un huerto en su pueblo, Padilla del Ducado (Guadalajara). "Vivo aquí al lado y desde la ventana de la cocina veo mi huerto. Lo primero que hago por las mañanas, cuando me levanto, es asomarme a la ventana", señala este hortelano aficionado, que divide su tiempo libre entre este huerto y el solar nº 4 del programa Estonoesunsolar, en la calle San Blas, que ha sido habilitado como pista de petanca.

El huerto está hecho con materiales reciclados: palés para los caminos entre los bancales, sirgas para la valla y un contenedor para guardar materiales. Los cuidadores solo piden una valla más sólida para que no les roben los melones en verano. "A veces entran críos. No pasa nada por que se lleven algún tomate, pero no saben donde pisan y estropean algunas plantas", apunta Florencio.

"Teníamos un solar desaprovechado, un foco de suciedad, y ahora hemos ganado un huerto para el barrio. Es una gran idea. Los mayores cuidan de las plantas y los chavales aprenden de dónde nacen los tomates", afirma Javier Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos Lanuza-Casco Viejo. Javier presume de que se trata del único gran huerto urbano en el centro de la ciudad. En otros barrios de Zaragoza hay iniciativas similares, como los huertos del Jardín de la Memoria (en San José) y del Parque Oliver.

El proyecto Estonoesunsolar comenzó a ocupar espacios urbanos sin uso en el Casco Histórico y este año se extiende también por otros barrios, coordinado por la arquitecta Patrizia di Monte, en colaboración con asociaciones de vecinos y el Ayuntamiento. En San Pablo, el programa ha transformado la cara y la vida del barrio. Se ha intervenido en siete solares, con la creación de pistas deportivas y espacios de encuentro.