Los monjes de la Cartuja Aula Dei de Zaragoza, que se encuentra en el barrio rural de Peñaflor, han decido trasladarse a Valencia y abandonar el complejo monástico, que cuenta con grandes pinturas murales de Francisco de Goya.

Las pinturas, que han permanecido casi ocultas al público durante muchos años, están dedicadas a la vida de la Virgen y son uno de los mejores y más desconocidos conjuntos artísticos creados por el pintor nacido en Fuendetodos.

La comunidad monástica ha informado mediante un comunicado de que la decisión de abandonar el complejo fue adoptada por el Capítulo General de la Orden el pasado día 3 de junio, para unificar la Comunidad de Aula Dei y de Porta Coeli en una sola que residirá en la cartuja que tienen en Valencia.

El traslado se ha aprobado porque «las condiciones ambientales de la Cartuja de Valencia son mucho más benignas y favorables a la vida cartujana» y por su ubicación «en un ámbito mucho más privado».

Además, porque las dimensiones de la Cartuja de Aula Dei de la capital aragonesa «son excesivas» para el número de miembros que formarían la comunidad, que ha puesto en conocimiento del Gobierno de Aragón y del Arzobispado de Zaragoza la decisión que han tomado.

Las 3 instituciones, según destaca en el comunicado, están manteniendo «una comunicación constante en cuanto a las decisiones a tomar y la conservación del patrimonio cultural y monástico».

La comunidad advierte que comunicará oportunamente a los medios las decisiones que tomen, pero que «no responderá a ninguna demanda de más información», por lo que ruega que se abstengan de hacer llamadas «para no alterar su vida monástica».

Las pinturas de Goya

Fuentes del Gobierno de Aragón han señalado que lamentan la marcha de los monjes y que están trabajando para que no se vean afectadas los bienes culturales del monasterio. Las pinturas de Goya en el Aula Dei constituían originalmente once elementos realizados en 1774 al óleo en las paredes de la iglesia del monasterio, que se encuentra cerca de Zaragoza.

En la actualidad solo quedan 7, algunos de ellos bastante restaurados, 4 fueron sustituidos a principios de siglo por lienzos pintados por los hermanos Buffet. Goya pudo realizar estos murales gracias a su cuñado Manuel Bayeu, que era cartujo en Aula Dei y en los mismos se puede contemplar la maestría de un joven Goya de 28 años.

La decoración mural se reparte en grandes composiciones unitarias, separados a lo largo de todos los muros internos de la iglesia, y está dedicado a la historia de la Virgen María en relación con la infancia de Cristo. Las escenas se desarrollan en las paredes de los dos costados, de modo que para seguir el desarrollo de los hechos narrados es preciso contemplar alternativamente las escenas mirando a la izquierda y derecha según se avanza por la nave hacia el altar.

Las pinturas quedaron bastante dañadas cuando la orden tuvo que abandonar la Cartuja a raíz de la desamortización de Mendizabal en 1835, perdiéndose casi totalmente las del muro de la pared izquierda de la iglesia. Las 7 pinturas murales del joven Goya que pueden verse en la iglesia de la Cartuja zaragozana son las correspondientes al muro de la derecha mirando hacia el altar, los muros del crucero, y el muro de la entrada.

Estas pinturas, de unas dimensiones de 300 por 790 centímetros, son el Pórtico de San Joaquín y Santa Ana; Nacimiento de la Virgen; Los Desposorios; La Visitación; La Circuncisión; Presentación en el templo y La Adoración de los Reyes.