EMPADRONAMIENTOS

Los barrios históricos perdieron población el año pasado por primera vez en este siglo

Las Delicias, San José, Centro, Universidad, Casco Histórico, Las Fuentes, Torrero y La Almozara cedieron casi 4.000 residentesEl tirón de Valdespartera permite a Zaragoza ganar habitantes, aunque de manera mucho más sostenida que en los años anteriores.

Las Delicias (en la imagen, la calle de Delicias) es el distrito que más población ha perdido.
Los barrios históricos perdieron población el año pasado por primera vez en este siglo
ASIER ALCORTA

Lo que hasta ahora era solo un temor se ha convertido ya en una realidad refrendada por el padrón: los barrios tradicionales de Zaragoza pierden población. Aunque suena a una canción muchas veces oída, el año pasado fue la primera vez que, con las cifras en la mano, las zonas históricas de la capital aragonesa perdieron comba en su ritmo sostenido de crecimiento. Salvo el Centro, que ya tuvo pequeñas fugas de residentes en años anteriores, el resto de distritos habían tenido hasta ahora ligeros repuntes en el número de habitantes.


Entre Casco Histórico, Centro, Las Delicias, La Almozara, Universidad, Las Fuentes, San José y Torrero han perdido casi 4.000 empadronados solo entre 2009 y 2010. La caída es variable, pero afecta de manera especial a Las Delicias (1.176 habitantes menos), al Centro (749), a San José (560) y a Universidad (556).


El fenómeno es preocupante para estos barrios. Isabel Antón, de la asociación de vecinos de Las Delicias, dice que la pérdida de población del distrito «se está dando en una franja de edad muy significativa, la de los chavales que se van a vivir a Valdespartera». La fuga de los jóvenes, por lo tanto, provoca pérdida de población. Sin embargo, la tasa de inmigrantes no ha caído. Al contrario, «este mismo año aumentó», señala Antón, quien apunta también que «la integración tiene que consistir en que la población joven extranjera se junte con la población joven local».


Sin embargo, los primeros llegan y los segundos se van. El motivo es claro: «Las condiciones de las viviendas no son adecuadas para los jóvenes, hay muchos pisos sin ascensor, sin garaje, sin calefacción... Prefieren pisos nuevos». Y muy a su pesar, ya que como señala Antón, «se trata de gente de 25-30 años que ha vivido siempre en Delicias y que se quedaría aquí». «Quieren vivir aquí -insiste-, pero no encuentran casas con el confort que necesitan».


El problema se puede extender, con matices, a San José, a Torrero... Félix Moreno, presidente de la Federación de Asociaciones de Barrio, avisa: «Si no rehabilitamos y no renovamos edificios, infraestructuras y servicios públicos en los barrios históricos, los jóvenes van a abandonar estas zonas». Moreno dice que el fenómeno «ya se vivió en el Casco Histórico en los 70, 80 y 90. Si no trabajamos, pasará lo mismo en estos barrios». Y las consecuencias, para él, son claras: «Envejecimiento de la población, degradación urbanística, pérdida de vitalidad social...»


Entre 2009 y 2010 el mayor tirón lo dio, cómo no, Casablanca, gracias a la llegada de vecinos a Valdespartera. Esta zona del sur de la ciudad creció en 5.499 personas, una subida que se acrecentó aún más a lo largo del año pasado. El segundo distrito que más creció fue Oliver-Valdefierro (768 empadronados más), mientras que el Rabal ganó 521 vecinos.


Estas subidas permitieron a Zaragoza volver a aumentar su población entre 2009 y 2010, aunque lo hizo a un ritmo muy inferior al que venía haciéndolo. Los distritos incrementaron su censo en 3.341 habitantes, cuando en los años anteriores el repunte fue de entre 7.000 y 15.000 habitantes.


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