El medio millón de usuarios que tiene la línea de autobús del aeropuerto se podrán beneficiar de un transbordo gratuito en la red urbana de Tuzsa este mismo otoño si prospera la propuesta que negocia la DGA con el Ayuntamiento de Zaragoza. El objetivo es muy claro: extender los beneficios de los que ya disfrutan el resto de servicios urbanos y metropolitanos de la capital, que ha permitido que el 20% de los usuarios puedan ahorrarse el billete al llegar a la ciudad.

El Consorcio Metropolitano de Transportes, de la que depende la línea, estima el coste del transbordo en 106.501 euros anuales, lo que unido al déficit que genera la explotación de la línea supondría un desembolso total de poco más de 291.009 euros. Este dinero se debería aportar a partes iguales por el Gobierno regional, el Ayuntamiento y la entidad urbanística de conservación de Plaza, que ya asumen en las actualidad unas pérdidas de 184.508 euros.

Según un estudio encargado a la empresa de sondeos A+M, la mejora en la línea de transporte beneficiaría al 35,6% de los viajeros, el porcentaje que personas que reconocieron en abril que hacían transbordo con el autobús urbano.

Los datos oficiales apuntan que 533.500 usuarios se suben anualmente a los buses que cubren la línea, de los cuales casi 190.000 llegarían a utilizar gratuitamente las rutas de Tuzsa para completar su recorrido a la hora de ir a trabajar a Plaza o de compras al centro comercial. De hecho, únicamente entre el 15% y el 20% de los usuarios tienen como origen o destino el aeropuerto.

Lo que se posterga hasta el próximo año es la división de la línea en dos recorridos diferenciados, Plaza y aeropuerto. No obstante, el compromiso del consejero de Obras Públicas, Alfonso Vicente, de reforzar el servicio y dar mayor cobertura a los trabajadores aún podrá cumplirlo, dado que su compromiso es partir el recorrido que hace Ágreda Automóvil antes de que finalice la legislatura.

Su coste de explotación sería, lógicamente, más elevado y se dispararía en un 61%. Según los cálculos oficiales, la factura de una línea específica a Plaza asciende a casi 950.000 euros, mientras que la del aeropuerto alcanza los 582.725 euros.

La línea de Plaza mantendrá el trazado por la autovía de Madrid, aunque variará su ruta por el interior del macropolígono para mejorar la cobertura a las más de 200 empresas implantadas, en las que trabajan 12.000 personas. El autobús del aeropuerto cambiará de trazado para ganar tiempo y llegará a la terminal por la carretera de Garrapinillos.

Triplicar el déficit con creces

Estos dos servicios generarían un déficit en la explotación (sin contar los transbordos) de 635.000 euros anuales, 450.000 más que en la actualidad. Y eso que el Consorcio de Transportes ha tenido en cuenta en sus cálculos que la demanda de viajeros podría aumentar un 10% y que se mantendrían las frecuencias (una expedición cada media hora). Eso sí, los gastos serían muy superiores porque habría aumentar la flota de tres a cinco autocares.

El Ayuntamiento de Zaragoza ya rechazó en el último pleno, celebrado el mes pasado, una propuesta de IU para dividir la línea.

El gerente del Consorcio Metropolitano de Transportes, Antonio González, sostuvo que con la actual ocupación que mantienen los autobuses "no hay necesidad" de reforzar las frecuencias ni de partir el recorrido. "Los números se mantienen estables, lo que demuestra que la línea está ajustada a la demanda", dijo.

Los viajeros no llegan a ocupar de media ni la mitad de las plazas disponibles en las 70 expediciones que se cubren los días laborables, ya que viajan 22,8 personas, un promedio que aún se reduce más los domingos y días festivos.

En el primer semestre de año han utilizado la línea 251.541 personas, un 3% más que en mismo periodo de 2009. Si en un día laborable viajan, de media, 1.600 personas, en los días de fiesta cae a tan solo 500.

Antonio González sostiene que competir contra el uso del vehículo particular es más que difícil cuando llegar en coche a Plaza desde la ciudad cuesta 18 minutos y el autobús tiene que emplear el doble de tiempo, entre 38 y 45 minutos. "El tiempo es disuasorio y, además, se puede aparcar donde se quiera. La accesibilidad es total", apuntó.

Según un estudio de Comisiones Obreras sobre la movilidad en Plaza, existen 14.810 plazas de aparcamiento repartidas entre el centro comercial, las calzadas y los propios recintos de las empresas.