INFRAESTRUCTURAS

El palacio de los Condes de Aranda de Épila albergará una residencia de ancianos

Los primeros diez años de obras han consolidado el edificio y le han dado un lavado de cara. La restauración total superará los 6 millones.

La parte más antigua del inmueble es del siglo XV, aunque se hicieron ampliaciones posteriores.
El palacio de los Condes de Aranda de Épila albergará una residencia de ancianos
JAVIER MARíN

Después de diez años de obras, el palacio de los Condes de Aranda de Épila ha recuperado parte de su esplendor. Al menos, en el exterior. El edificio se ha consolidado para evitar un mayor deterioro y ahora se trabaja en su interior para adaptarlo a sus usos futuros: una parte como residencia de ancianos y otra como establecimiento hostelero. Este inmueble del siglo XV está ubicado en el centro de Épila y cuenta con un artesonado mudéjar declarado Patrimonio de la Humanidad.

Hasta ahora, se han invertido casi dos millones de euros y se estima que la restauración completa podría superar los 6 millones, según explica el alcalde de Épila, el socialista Martín Llanas. Se trata de un edificio que tiene más de 5.000 metros cuadrados útiles.

Las primeras obras que se hicieron en este edificio emblemático epilense fueron con cargo al 1% Cultural. Se trató de una inversión de 307.000 euros con la que se rehabilitaron los tejados. Estos primeros trabajos fueron en el año 2001. Desde entonces, la Diputación Provincial de Zaragoza ha destinado unos 100.000 euros para pequeñas actuaciones y el pasado año contaron con unos 209.000 euros más del Plan de Infraestructuras y Equipamientos Locales (PIEL) de la institución provincial con los que se arregló la fachada posterior y más destacada, que da a la calle del Bajo Palacio y al convento de clausura.

La inversión más importante llegó de la mano del Plan E. «Una subvención histórica como esta teníamos que destinarla a un edificio histórico», comentaba el alcalde. Fueron más de 752.000 euros en 2009 y algo más de 506.000 un año después.

El regidor asegura que se han planteado muchas alternativas para darle usos a este edificio, que estuvo ocupado por el duque de Híjar después de la Guerra Civil y que está dividido en varias viviendas, que habría que adaptar. En un primer momento, se planteó que albergara un museo de la ilustración o del vino de Valdejalón.

Pero finalmente se pensó que el mejor uso que se le puede dar, dada su ubicación -en pleno casco urbano- es el de residencia de ancianos. Un ala del edificio será utilizada para este fin. Se trataría de un centro municipal (cuya gestión todavía no está definida) con capacidad para 90 residentes.


De momento se han hecho ya los trabajos de la primera fase de adaptación, aunque todavía queda mucho por hacer y, por eso, el alcalde no se aventura a dar plazos. «Todo dependerá de que se encuentre la financiación necesaria para llevar a cabo los trabajos», explica Llanas.

Además, se prevé que otra de las alas (la que alberga el salón que cuenta con el artesonado mudéjar) pueda ser visitable y utilizada como establecimiento hostelero. «Queremos que el edificio se dedique a actividades vivas que generen empleo y ayuden a mantener el palacio», añade el alcalde.

Todos los trabajos que se hacen en el inmueble deben pasar por la Comisión Provincial de Patrimonio para su aprobación. Se trata de un edificio que empezó a construirse en el siglo XV, aunque fue ampliado en centenarios posteriores. Las últimas investigaciones apuntan a que el palacio llegó a tener dos torres, que fueron derribadas en el siglo XVIII.