Atarés: "Ni niego ni reconozco querer ser candidato". El senador del PP por Zaragoza José Atarés aseguró ayer que su partido no ha hablado sobre quién será el candidato popular a la alcaldía de la capital aragonesa. "Ni niego ni reconozco -manifestó el ex alcalde cuando le preguntaron sobre este asunto-. Serviré allí donde corresponda". Atarés reconoció tener "absoluta pasión por la política", aseguró que no posee "mayores ambiciones de cara al futuro" y remarcó que en su formación hay "magníficos compañeros bien preparados" para optar a la alcaldía.

En una conversación de pasillo, hace unos días un concejal del Ayuntamiento de Zaragoza soltó una broma con una sonrisa sardónica: "¿Y a quién va a colocar el PP para la alcaldía? Igual no presentan a nadie...". La ironía es solo un ejemplo de una realidad que se repite cada vez con más insistencia en los mentideros municipales: los populares en el Consistorio siguen sin una referencia clara y, conforme se acercan las elecciones, los rumores crecen.

Una rueda de prensa que convocó ayer el senador popular y ex alcalde de Zaragoza, José Atarés, para hablar de los problemas de las inversiones estatales en Aragón alimentó el debate. ¿Quería dejarse ver en Zaragoza para que a nadie se le olvide que él está en las quinielas? Posiblemente no fuera ese el motivo, pero sin duda avivó las especulaciones, especialmente en círculos populares.

El PP se encuentra en un compás de espera en el que prima la incertidumbre. Principalmente porque todavía no hay un candidato claro que se destaque con solvencia en las quinielas. Y hasta que pasen las fiestas del Pilar no se tomará la decisión, después de que se haga una encuesta en la que se analizará el grado de conocimiento de los posibles aspirantes, así como las expectativas del PP de cara a la cita electoral del próximo año.

En las quinielas hay cinco nombres. Pese a estar muy cuestionada internamente y a su escaso nivel de conocimiento público, la portavoz municipal, Dolores Serrat, es la principal favorita. Tiene a su favor que es la cara visible del PP municipal. Y no hay muchas alternativas. Pero si hace unos meses había pocos que dudaban de que ella fuera a ser la candidata, hoy no hay muchos que crean en sus posibilidades. Ni siquiera la presidenta del PP aragonés, Luisa Fernanda Rudi, lo tiene del todo claro.

Las quinielas

Por eso, si Rudi y la dirección nacional del PP ven que necesitan un plus electoral en Zaragoza, no solo para ganar en la capital sino también en el Gobierno de Aragón, podrían entrar en juego otros candidatos. "Luisa solo se planteará no colocar a Serrat si se da cuenta de que gana votos, imagen o prestigio con el cambio", afirman fuentes del PP. En el caso de que no fuera candidata podría tener salida en la lista de las Cortes, o en la DGA si ganara Rudi.

Uno de los que más suenan es José Atarés, muy conocido en la ciudad y con la experiencia de haber tenido en sus manos la vara de mando municipal. También tienen opciones el portavoz parlamentario, Eloy Suárez, el diputado y ex teniente de alcalde Antonio Suárez (muy próximo a la presidenta popular) o incluso el ex concejal Jorge Azcón, que ha sido propuesto a Rudi por destacados dirigentes del PP aragonés bien como número 1, bien como integrante de la lista municipal y apuesta de futuro de cara a 2015. Pero la presidenta no despeja dudas, ni siquiera sobre si busca un candidato sorpresa.

En cualquier caso, fuentes populares confirman que ahora no hay ningún 'alcaldable' que tenga más posibilidades que los demás y que las encuestas serán las que determinen la decisión final. Y que hay que esperar para ver cómo evoluciona la situación política, el desgaste del PSOE por la crisis económica y los bandazos dados por el gobierno de Zapatero y la factura que todo esto le puede pasar al socialista Belloch. "Todavía queda mucho", dijo ayer un cargo del PP que es consciente de que será muy difícil arrancarle la Alcaldía al PSOE.

Por lo tanto, la receta que quiere aplicar Rudi es la de esperar acontecimientos, aunque sea a costa de colocar al borde de un ataque de nervios a sus correligionarios. Y de segundo, acelerar la movilización interna para que las bases estén activas en la caza del voto. La presidenta del PP sabe que si el PSOE tiene que caer, lo hará por desgaste y que en eso el candidato popular a la Alcaldía de Zaragoza tendrá un papel secundario. Aunque en eso, no todos los populares están de acuerdo.