METEOROLOGÍA

El cierzo da la puntilla a la hostelería

El fuerte viento que ha azotado a Zaragoza en los últimos días hace perder más del 30% de la clientela en bares y restaurantes. El cierzo también repercute en la salud, provoca dolores de cabeza y cambios de humor.

Las bufandas volvían hoy a la calle para combatir el cierzo
El cierzo da la puntilla a la hostelería
ESTHER CASAS

El recién estrenado mes de marzo marcea y el cierzo se hace notar estos días en la capital aragonesa. Desde el pasado fin de semana, Zaragoza ha sufrido fuertes rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora, que han hecho aumentar la sensación de frío, tras unos días de primavera adelantada a mediados de febrero.


Este molesto viento del noroeste, tan conocido en el valle del Ebro, no solo hace que volvamos a sacar la bufanda y el gorro para evitar resfriados y enredos en el pelo, también afecta a la economía de la ciudad y a la salud de sus ciudadanos.


Este fenómeno meteorológico provoca pérdidas en hostelería, sobretodo desde la entrada en vigor de la ley antitabaco, ya que los fumadores tienen que salir a la calle, y soportar sus envites, para poder fumar. «Todo son zanjas», reconoce el presidente de la Asociación de Restaurantes de Zaragoza, José Luis Yzuel, que cifra entre un 30% y un 40% las pérdidas de clientes en bares y restaurantes los días de cierzo fuerte en la ciudad.


Yzuel reconoce que entiende que la gente decida no salir de casa. «Es horroroso, no te apetece hacer nada porque este tiempo te deprime», asegura.


Los turistas que estos días pasean por la Aljafería o la plaza del Pilar tampoco se libran de las fuertes ráfagas. Los madrileños Celia R. y su novio Javier, que visitaron Zaragoza el pasado fin de semana, dicen que la ciudad les gustó mucho pero comentan lo molesto que es el viento aquí. «¿No sé cómo no os volvéis locos? No puedes andar en línea recta y necesitas litros de laca para ir peinada», dice Celia, quien reconoce que si viviera aquí, en días de viento fuerte «no pisaría la calle»

La salud se resiente


Según un informe de Consumer Eroski, en zonas que sufren de manera periódica vientos intensos hay una mayor incidencia en crisis de migrañas cuando estos soplan con fuerza.


Vanesa Cereza Izquierdo, de Elán Psicología,  corrobora este dato y apunta a que estos dolores de cabeza provocados por el viento pueden producir cambios de humor y ansiedad.  «Los vientos cargados de iones positivos y los cambios de presión atmosférica pueden alterar nuestro sistema nervioso central y porducir episodios de agresividad, ansiedad, depresión, fatiga, trastornos del sueño o falta de concentración», asegura Cereza.


La psicóloga dice que las inclemencias meteorológicas influyen en nuestro bienestar y que pacientes con trastornos del estado de ánimo ven aumentados sus síntomas los días de fuertes vientos.


Con humor

A pesar de los problemas que genera el cierzo, los aragoneses se han acostumbrado a sufrirlo y algunos se lo toman con humor. En la red social Facebook se han creado divertidos grupos como ‘Odio el cierzo’, ‘He visto volar perros en Zaragoza’ o ‘ Si el cierzo se personificara, le haría la vida imposible’.


Uno de los más divertidos es: ‘Yo tampoco creo que Bear Grylls sobreviviera cruzando el puente de Piedra’, en el que el administrador del grupo reta al televisivo aventurero estadounidense, que sobrevive en situaciones extremas en selvas y desiertos, a venir a Zaragoza e intentar cruzar el puente de Piedra en una noche de invierno con mucho cierzo.