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Ser esquimal por un día: dónde y cómo aprender a construir un iglú

Varias empresas de turismo activo del Pirineo ofrecen la posibilidad de levantar uno de estos refugios en la nieve y, en algunos casos, se puede pasar la noche allí.

Tenapark es una de las empresas que ofrece una actividad de construcción de iglús y posterior pernoctación.
Tenapark es una de las empresas que ofrece una actividad de construcción de iglús y posterior pernoctación.
Heraldo.es

Tenapark trabaja en el valle de Tena y, entre otras actividades, ofrece la posibilidad de pasar la noche en la nieve y construir un iglú. Según su responsable, Iris Grana, es una de las propuestas más demandadas en estos meses, sobre todo por familias y también con alumnos de colegios. “Es perfecto para trabajar en equipo por lo que también forma parte de las actividades de teambuilding que organizamos con grupos”, explica. Lo de dormir dentro de los iglús después de construirlos ya no se hace desde hace varias temporadas pero sí se puede pasar la noche justo al lado, en tiendas de campaña rodeadas de nieve. Para contratar esta actividad se puede reservar a través de la página web de Tenapark. El precio por adulto es de 49 euros y para niños de 7 a 12 años, 45. Se ofrece siempre para un grupo mínimo de seis personas y en estas fechas se ofrece todos los días a las doce y media de la mañana.

TT Aventura opera desde hace 30 años desde Aínsa y la construcción de iglús es una de sus propuestas. “Antes lo hacíamos siempre en un mismo lugar pero ahora se realiza donde hay nieve suficiente y en las condiciones óptimas”, explica Tete Mozota. En su caso, la actividad es totalmente a medida, para grupos pequeños, sobre todo de empresas. Se contrata llamando por teléfono (974 51 00 24) y se concreta cómo, cuándo y dónde.

También en la zona de Sobrarbe trabaja Solomonte, una empresa de turismo activo que, en invierno, adapta su oferta de actividades para familias e incluye la construcción de iglús. La experiencia se puede contratar dentro de dos experiencias. Una se llama ‘Nieve en familia’ y consiste en subir por las pistas de montaña en vehículos 4x4 y, una vez en una zona alta y segura, se da un paseo en raquetas para después hacer juegos en la nieve adaptados a las edades de los participantes infantiles. Uno de ellos es la construcción de estos refugios. La otra alternativa es reservar un taller de supervivencia. Estos se dirigen a niños algo más mayores y se explican más cosas. “Enfocamos la construcción a poder pernoctar en el iglú por lo que también se enseña cómo hacer fuego y otras cuestiones”, explican desde Solomonte. Por sus características, en estos iglús se podría pasar la noche pero, según la experiencia de esta empresa, sus clientes no suelen pedirlo, ya que es un público familiar. “Cada vez gustan más las experiencias cuanto más diferentes mejor, pero no se suele tener el material adecuado ni se está preparado para todo”.

Solomonte está en funcionamiento desde 2008, con sede en Escalona, y las experiencias se pueden reservar directamente a través de su página web. El precio es de 28 euros para niños de hasta 7 años, 38 euros de 8 a 14 años y 48 euros para adultos mayores de esa edad. La actividad se realiza en grupos de ocho personas pero también se puede contratar una privada en caso de no querer compartir vehículo con otros. En este caso, el precio es de 250 euros y puede contratarse para un máximo de cuatro integrantes.

Las Mugas: un hotel iglú con todas las comodidades

Para aquellos que quieran vivir una experiencia diferente pero con todas las comodidades, en la estación de esquí de Formigal está Las Mugas. Es un hotel iglú situado a 1.800 metros de altitud en el que se puede pasar la noche desde 495 euros por pareja. La experiencia comienza a las 17.30, en Anayet, donde se recoge a los huéspedes para subir hasta los iglús. Aunque quienes lo prefieran, pueden llegar hasta allí esquiando, habiendo dejado previamente su equipaje en la consigna de la estación. A las 20.30 se ofrece una cena gourmet y, por la mañana, a las 8.30, el desayuno. Para finalizar, a las 9.00 se puede hacer una excursión con raquetas hasta las inmediaciones del edificio Anayet.

Todas las habitaciones, llamadas domos, tienen capacidad máxima para cuatro personas, dos adultos y dos niños de mínimo 9 años. Las estancias están decoradas con muebles nórdicos de diseño y tienen estufas de pellet para que la experiencia sea cálida y lo más ajustada posible a una cabaña antigua. Los habitáculos son sostenibles ya que por el día absorben el calor del sol y, así, de noche se mantienen a buena temperatura. Desde la cama se puede ver el cielo, porque no hay paredes, todo son cristales en forma de cúpula. Así, son los primeros rayos de luz los que despertarán a los huéspedes. Como condición especial, solo se puede reservar para una noche. Las Mugas lo gestiona el grupo Aramon y, aunque está especialmente pensado para esquiadores, que podrán ser los primeros en bajar por las pistas, así como llegar hasta su iglú esquiando, cualquiera puede alojarse en este lugar único.

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