La plaza Mayor de Cetina se volverá a iluminar con el fuego de su contradanza

La representación es Bien de Interés Cultural Inmaterial de Aragón desde 2012 y se celebra cada 19 de mayo. Este año vuelve tras el paréntesis de la pandemia.

[[[HA ARCHIVO]]] Fecha: 20/05/2010 Autor: MIRET, JORGE descri: CONTRADANZA DE CETINA. Mudanzas y hacheros. FOTO JORGE MIRET / JESUS MACIPE. notas:
Contradanza de Cetina, en una imagen de archivo
M.Torres/E.Casas/J.Miret/J.Macipe

Los contradanceros de Cetina (Zaragoza) llevan semanas ensayando una puesta en escena que este año es, si cabe, todavía más especial. La contradanza de Cetina se volverá a representar el próximo 19 de mayo tras las dos ediciones de parón a causa de la pandemia y los nervios están a flor de piel. Lo sabe de buena tinta Alejandro Carramiñana, que encarna al diablo en esta tradición desde hace seis años. “Llevamos ensayando desde el 1 de abril todos los viernes, sábados, domingos y días festivos. Este año está siendo más duro de lo normal porque los dos años que no hemos bailado se notan”, asegura.

Él es uno de los nueve miembros del grupo que representará la contradanza de Cetina en la plaza Mayor. Su papel es de los más cruciales, ya que es quien trepa hasta lo alto de una torre de dos pisos formada por ocho mozos, en sendas filas de cuatro. Cada uno tiene una posición específica y se prepara para ello durante semanas con el objetivo de que todo salga bien en el día de la fiesta. Ser contradancero en Cetina es un honor y es un título que va pasando de generación en generación y que depende de la solidaridad de los propios miembros. Son ellos quienes deciden salir para dejar paso a las siguientes generaciones de jóvenes que están deseando formar parte de la tradición más importante de su pueblo. Este año serán tres mozos nuevos los que se estrenen como contradanceros, lo que también hace más complicada la preparación. “Siempre es más difícil cuando hay que aprender de cero todos los pasos”, apunta Alejandro. Pero con ganas y a base de ensayos, el grupo dará lo mejor de sí durante la puesta en escena del próximo jueves.

“Que no se haya podido celebrar en 2020 y 2021 a causa de la pandemia ha sido algo que no había ocurrido ni con la peste, ni con la guerra”

Además de los propios vecinos, hasta esta localidad zaragozana de la comarca de Calatayud llegan numerosos visitantes tanto de Aragón como de fuera de la Comunidad para ver la contradanza en directo. Si el día 19 cae en fin de semana, la afluencia es mucho mayor. Por este poder de convocatoria, así como por la implicación de todos los vecinos en su recuperación y por su singularidad como elemento del folclore aragonés, la contradanza de Cetina es Bien de Interés Cultural Inmaterial de Aragón desde 2012. Su declaración todavía ha dado a conocer más la fiesta y en las últimas ediciones es frecuente la llegada de autobuses con grupos interesados en presenciar el espectáculo.

Aunque el origen exacto de la tradición no está muy claro, las primeras referencias que se tienen son de 1751, en un baile barroco. Durante la representación, los contradanceros desarrollan las llamadas mudanzas, que son las figuras que van haciendo en la plaza. Lo hacen en silencio, al compás de una música repetitiva. La fiesta es el 19 de mayo porque se celebra en honor al patrón de Cetina, San Juan Lorenzo. Esa noche, el público aguarda con expectación y nervios a que los contradanceros aparezcan. Son ocho mozos, más el diablo y el maestro, quien va dando las indicaciones pertinentes durante el baile. Van ataviados con vistosos trajes y portan antorchas de fuego que los iluminan.

El resultado son casi dos horas de espectáculo durante las que los contradanceros miden cada paso que dan y cada posición que adoptan para que todo salga a la perfección. Los cuatro mozos que se sitúan delante llevan traje negro con cadenetas en blanco y suelen ser los más robustos, ya que durante las figuras son quienes ocupan los puestos de abajo. Los cuatro de detrás, vestidos con el mismo traje pero, en este caso, con el fondo blanco y los detalles en negro, son más menudos y ágiles para poder trepar sobre sus compañeros y colocarse en la parte superior de las torres. A estos ocho contradanceros les acompaña siempre el diablo, quien vestido de rojo corona las figuras, colocándose arriba del todo una vez que la formación está hecha.

Además de su vistosidad por su carácter casi acrobático, las figuras tienen un significado y representan imágenes laicas, como arcos o fuentes; mitológicas, como el dios de las aguas; y especialmente religiosas, con San Juan Lorenzo, la Virgen de Atocha o Santa Quiteria, incorporada al baile hace menos de diez años.

Desde los años 90 del siglo pasado, la contradanza de Cetina se celebra anualmente pero esto no siempre ha sido así. La tradición ha pasado por épocas más flojas a causa de que no había voluntarios que quisieran ser contradanceros, entre otros motivos. Pero hace unos años un grupo de jóvenes de la localidad quiso recuperar la celebración y, desde entonces, solo ha quedado en blanco los dos años anteriores, por la covid. En etapas anteriores, la Guerra Civil también fue causa de la ausencia de fiesta y, por diversos motivos, llegaron a pasar incluso siete años sin representación.

La contradanza de Cetina vuelve con más fuerza que nunca en un año que no solo es especial por ello. Lo que lo hace todavía más excepcional es que también se volverá a representar el dance de Cetina. “Que no se haya podido celebrar en 2020 y 2021 a causa de la pandemia ha sido algo que no había ocurrido ni con la peste, ni con la guerra”, señala Nines Maicas, concejal de Fiestas de la localidad. Aunque la contradanza ha ganado popularidad por su espectacularidad, el dance es la tradición más característica de las fiestas de San Juan Lorenzo. Del resto de actos de este tipo, al de Cetina lo diferencia que solo lo componen niños. Además del paloteao habitual, éstos representan los dichos, haciendo un repaso de las buenas y no tan buenas acciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento durante el año, así como de otras cuestiones de la actualidad social.

Este año, por fin, el dance se vuelve a representar tanto la víspera del día del patrón, es decir, el 18 de mayo por la tarde, como el 19, por la mañana. Ese mismo día, a las once de la noche, comenzará la contradanza. A menos de una semana, todo está listo en Cetina para volver, ahora sí, a la normalidad. Volverá la orquesta, los juegos infantiles, el tiro de barra y una plaza Mayor abarrotada para honrar al patrón, San Juan Lorenzo.

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