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Senderos entre rocas, arte y cascadas en el corazón del Parque Cultural del Río Martín

Situado al nordeste de la provincia, el curso del río Martín es una apuesta segura para los amantes de la naturaleza, en especial el recorrido que separa los pueblos de Alcaine y Obón junto a rutas extra como la Cascada del Cubo.

Vista de La Coquinera.
Vista de La Coquinera.
José Francisco López Martín

Situado al nordeste de la provincia, el curso del río Martín es una apuesta segura para los amantes de la naturaleza, en especial el recorrido que separa los pueblos de Alcaine y Obón junto a rutas extra como la Cascada del Cubo.

Esta ruta del Parque Cultural del Río Martín es una de las baluartes de la zona norte de la provincia de Teruel para todo aquel aficionado a los deportes de montaña. Con unos 16 kilómetros de distancia entre la localidad de Alcaine y el mirador de Obón, la travesía cuenta con diversos roquedos esteparios, pasarelas metálicas que sortean el río e incluso un abrigo con pinturas rupestres. La ruta entre Obón y Alcaine está balizada, correspondiente al Sendero de Gran Recorrido (GR) 262.

El municipio de 53 habitantes de Alcaine, situado en la comarca de las Cuencas Mineras, es el punto inicial para esta ruta de unas cinco horas y 447 metros de desnivel comprendidos hasta el ‘track’ del mirador de Obón, situado al sur.

Solo hay que descender la empedrada ‘Cuesta de San Ramón’ de Alcaine para alinearse con el curso del río Martín, fiel compañero durante la expedición, mientras que se sigue el cartel que marca ‘La Coquinera-Obón’. Conforme se llega a este área, la senda va ascendiendo hasta dejar varios metros por abajo la vega que forma la ribera del río Martín, una altura que se mantiene, alternando bajadas que implican cruzar el río varias veces mientras se disfruta del entorno repleto de plantas aromáticas esteparias muy típicas de la zona como el romero y el tomillo.

La Coquinera, zona de descanso entre roquedos con arte rupestre

Tras algo más de hora y media desde Alcaine, aparece en el camino La Coquinera, lugar donde uno puede reponer fuerzas en el merendero cercano a la orilla del río. Las inmensas rocas, erosionadas por el tiempo, desvelan a su vez rastros de civilizaciones pasadas con figuras rupestres elaboradas en un abrigo que está bastante elevado del suelo, por lo que se recomienda llevar prismáticos si se quiere apreciar mejor los detalles mimetizados en las paredes rocosas. Es destacable la presencia de incontables fósiles de ambientes marinos encontrados en el terreno, pues es una zona que en el Jurásico -hace 175 millones de años- estaba inundada por el agua.

No es el único vestigio rupestre que hay en la zona, ya que en las inmediaciones de Obón hay otros emplazamientos como el barranco de Hocino de Chornas, donde se conservan pinturas en buen estado.

Paraje de la ruta con la localidad de Obón al fondo.
Paraje de la ruta con la localidad de Obón al fondo.
José Francisco López Martín

Además de los frecuentes vadeos por el río en los que se alterna cruzar por pasarela o 'a pie', el recorrido de La Coquinera cuenta con un tramo que se debe atravesar a través de las rocas erosionadas -agujas- en una especie de pasillo brindado por la naturaleza, si bien una de las cornisas viene equipada con un pasamanos por precaución.

Para los senderistas más intrépidos, en un desvío del sendero se puede acceder hasta el Barranco del Regallo, un conglomerado de cañones rocosos respaldados por una cadena de agarre así como algunas clavijas para apoyar los pies con el fin de encaramarse a la pared rocosa. El tramo lleva hasta una poza cuyo volumen varía dependiendo las lluvias de la estación en la que se haga la ruta: en primavera es probable ver al río Martín con crecidas si bien, en verano, el calor dota de mayor aridez el terreno.

Tras retornar al sendero, la pista se va alejando paulatinamente del río para acercarse a la localidad de Obón, llegando al mirador de la localidad de las Cuencas Mineras de 34 habitantes cuyo censo a principios del siglo pasado gozaba de más de 1.200 pobladores.

La Cascada del Cubo, un camino alternativo 

Si cinco horas de ruta no son suficientes, tanto a la ida como a la vuelta se puede tomar un desvío para disfrutar de la Cascada del Cubo, a un kilómetro de la localidad de Alcaine. Tras seguir el cartel de ‘Río Radón-Cascada del Cubo’, el sendero se abre a una zona de matorrales y olivos que conducen a una escalera metálica que da acceso a la cascada, donde, al igual que en el Barranco del Regallo, hay clavijas o grapas en tramos cortos para adentrarse en el interior de la garganta. El recorrido no entraña mucha dificultad, si bien hay que pisar los peldaños con cautela para evitar resbalones.

Cruce del Río Martín en un paso cercano a La Coquinera.
Cruce del Río Martín en un paso cercano a La Coquinera.
José Francisco López Martín

Una vez en la garganta, se camina unos metros hasta divisar una gran pared donde se aprecia la marca de tono verdoso en la roca por donde fluye el agua de la cascada en época de crecidas, si bien dependiendo de la estación en la que se realice la marcha puede estar seca. La erosión permanente de la roca dota al sitio de varios recovecos por los que sumergirse rodeado del musgo que delata a la alta humedad de la zona, una especie de oasis que hace escapar temporalmente de las altas temperaturas si se hace la travesía en verano. La distancia recorrida sumaría casi 3 kilómetros que se añadirían a los 16 de la ruta Alcaine-Obón junto a la vega del río Martín, uno de los atractivos de un Parque Cultural que engloba 160 kilómetros cuadrados de extensión por la provincia turolense.

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