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El Camino del Cid: tras los pasos de Rodrigo Díaz de Vivar en Aragón

A pie, en coche, en bici… El viaje entre Burgos y Valencia realizado por el caballero medieval, protagonista del Cantar del Mío Cid, pasa por puntos de Zaragoza y Teruel.

Camino del Cid, en Cella, Teruel
Camino del Cid, en Cella, Teruel

Por carretera o por sendero, a pie, en bici, en coche, en moto… El Camino del Cid es una ruta turística y cultural que se puede realizar de diferentes formas. El recorrido sigue los pasos de Rodrigo Díaz de Vivar, caballero medieval protagonista del Cantar del Mío Cid, que pasó por tierras aragonesas en su periplo desde Burgos hasta Valencia.

El viaje que emprendió el Cid Campeador para reconquistar Valencia, en manos musulmanas, está descrito en uno de los grandes poemas épicos de la literatura universal y en Aragón transcurre por varios puntos de las provincias de Zaragoza y Teruel. La ruta no es lineal, sino que se distribuye en etapas que no tienen por qué recorrerse de forma consecutiva. En total, el consorcio Camino del Cid tiene señalizadas más de diez rutas, de las que siete pasan por Aragón, ya sea en vehículo, a pie o en bici.

Una de ellas es la conocida como Tierras de Frontera, en la que el Cid entra en la Comunidad procedente desde Atienza, en Guadalajara. El rey Alfonso VI lo había desterrado de Castilla y el caballero emprende el viaje por la noche. La primera localidad zaragozana una vez dejada atrás la provincia de Soria es Torrehermosa. Esta etapa finaliza en Calatayud, tras pasar por diez pueblos de la comarca, como Ariza, Alhama de Aragón o Ateca.

La distancia total, incluidos los tramos castellano-manchegos, es de entre 258 y 296 kilómetros, dependiendo de cómo se recorra. Si se hace en coche o moto, la duración recomendada es de tres días, en bici entre 4 y 5, y a pie, 13 jornadas. El itinerario senderista y de bici está señalizado con dos rayas rojas en los tramos donde el Camino del Cid no está homologado como GR (Sendero de Gran Recorrido) y con una raya roja y blanca donde sí lo está o coincide con otro GR. Por carretera, los cruces y puntos estratégicos también están indicados, como sucede en todas las rutas.

Las Tres Taifas es la siguiente etapa en el viaje de Rodrigo Díaz de Vivar hacia tierras levantinas. Esta ruta transcurre casi en su totalidad por Aragón, con un ligero desvío hacia Guadalajara. Comienza en Ateca, en la comarca de Calatayud, tras haber ganado su primera gran batalla contra el ejército musulmán en Alcocer, según el Cantar del Mío Cid. Desde aquí parte hacia el sureste, en concreto hasta la localidad turolense de Cella. Esta es la ruta que más localidades aragonesas incluye, hasta 30. En el primer tramo, son todas las que aparecen siguiendo el cauce del río Jiloca, destacando Daroca, Calamocha o el Poyo del Cid. En Monreal del Campo, el viaje se desvía hacia la provincia de Guadalajara para volver a entrar en Aragón por la comarca de la Sierra de Albarracín, pasando por Bronchales y Albarracín, entre otros, antes de llegar a Cella.

La distancia de esta ruta es de casi 300 kilómetros, que se recomiendan recorrer sin prisa para poder visitar los lugares más emblemáticos, como los cuatro complejos amurallados medievales de Calatayud, Daroca, Molina de Aragón y Albarracín. La duración estimada en coche es de tres o cuatro días, a pie 14 y en bici, seis jornadas. En este último caso, los amantes del cicloturismo podrán disfrutar de dos carreteras singulares en Aragón: el tramo de 4 kilómetros entre Villafeliche y Murero (Zaragoza); y los 15 kilómetros entre Orihuela del Tremedal y Bronchales, por el espacio natural de los Tremedales y los ríos de piedra.

La Conquista de Valencia es la última gran ruta del Camino del Cid antes de dejar Aragón. Esta etapa, de 250 kilómetros, discurre entre Cella y Valencia, pasando por Concud, Caudé, Teruel capital y cinco localidades de Gúdar-Javalambre. La última es Olba, en el límite con la provincia de Castellón.

Antes de partir, relata el Cantar del Mío Cid, el caballero esperó en Cella a todo aquel que se quisiera unir en su misión de conquistar Valencia. “A quien quiera ir conmigo a cercar a Valencia... tres días les esperaré en el Canal de Cella”, dice el poema. Reunidos sus seguidores, partieron hacia el Mediterráneo en un viaje que hoy permite conocer Teruel y su riqueza mudéjar, así como Mora de Rubielos o Rubielos de Mora, declaradas Conjunto Histórico.

Para los senderistas, la duración aproximada de esta etapa es de 12 días mientras que en bici se puede recorrer en cuatro jornadas, aprovechando parte de la Vía Verde Ojos Negros. Si se va en coche, la distancia se reduce a 200 kilómetros que se recomienda recorrer en tres días.

Cuatro rutas circulares

Junto con estas tres grandes etapas del Camino del Cid, hay otras cuatro rutas más modestas que también transcurren por Aragón. No todas se pueden realizar a pie o en BTT, porque no están señalizadas, pero sí son aptas para vehículos o bicis de carretera.

Se denominan anillos porque son circulares, es decir, empiezan y terminan en el mismo punto. En el límite entre las provincias de Zaragoza y Teruel transcurre el Anillo de Gallocanta, una vuelta por el entorno natural de la laguna desde Daroca. Es un itinerario pequeño pero intenso, tomando como contexto que el Cid acampó durante varios días en en Daroca, en el año 1090. Antes de partir, allí firmó un acuerdo con el conde catalán Berenguer Ramón II, a quien había derrotado poco antes en el Maestrazgo. Es la única de estas cuatro propuestas que se puede recorrer por todos los medios antes citados.

Las tres opciones restantes (los anillos de Montalbán, Maestrazgo y Morella) solo se pueden realizar en coche o en bicicleta de carretera. La primera tiene como punto de partida y llegada Calamocha y pasa por El Poyo del Cid, donde se asentó uno de los campamentos más importantes del viaje. Tomando como referencia Rubielos de Mora, la ruta circular del Maestrazgo recorre buena parte de esta comarca turolense.

Pese a denominarse Anillo de Morella, localidad castellonense, esta última propuesta parte desde la localidad de La Iglesuela del Cid (Teruel). Antes de adentrarse en la provincia de Castellón, el Cid pasó por Cantavieja y Mirambel.

Aunque ya no hagan falta salvoconductos para poder desplazarse de un sitio a otro, quienes realicen el Camino del Cid podrán ir obteniéndolos en cada etapa que completen. Además de ser algo simbólico, estos documentos tan característicos de la Edad Media servirán al viajero para beneficiarse de ventajas, como descuentos en alojamientos y restaurantes o acceso a promociones especiales.

Para una experiencia completa, se recomienda llevar un ejemplar del Cantar del Mío Cid mientras se recorren las etapas. Como desventaja, llevar un peso extra. Pero, como el saber, poder recrear in situ algunos de sus pasajes no ocupa lugar.

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