aragón ex extraordinario

Biscarrués actualiza el ‘no’ al pantano con el ‘sí’ al río

Después de que el Supremo desestimase el proyecto de embalsar el Gállego en el término hace ahora un año, la localidad se ha centrado en iniciativas turísticas sostenibles 

Lola Giménez Banzo es concejal de turismo de Biscarrués y trabaja en Huesca, a donde se desplaza cada día. Su labor de años en la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos encontró un vehículo natural en la lucha contra el pantano, cuya construcción fue desestimada hace un año por el Tribunal Supremo. En la coordinadora también figura Gabriel de Buen, vecino del pueblo desde siempre y almadiero vocacional en el seno de Nabateros D’a Galliguera. «Todo el asunto del pantano –explican– ha sido una escuela política; en todos esos años de lucha aprendimos a organizarnos, a identificar las necesidades de los pueblos... ahora, concluida aquella lucha, toca reconducir nuestro espíritu combativo en otra pelea: del ‘no’ al pantano hemos pasado a primar el ‘sí’ al río, a dejar el negativismo atrás y hacer cosas junto al río y dentro de él». Por ejemplo, recordar el ímprobo trabajo de los nabateros, que preparaban la madera todo el año para que al llegar en primavera el ‘mayenco’ o deshielo se pudiese bajar la mayor cantidad posible de troncos para su venta. Ahora se recuerda aquél afán cada año con una bajada de ocho kilómetros desde la playa de Murillo al puente de hierro de Santa Eulalia.

Lola, más allá de la ilusión, es realista y clara al hablar del presente y el futuro próximo. Las cosas no son sencillas. «Estamos todos igual, los de la España vaciada, buscando el modelo de desarrollo que queremos para nuestros pueblos. No vale con decir ‘esto no’. La apuesta por el desarrollo sostenible supone ir poco a poco, pero creemos que al final es la que funciona. Hay que dar alternativas a todos los chavales de veintipocos que querrían quedarse en su pueblo, porque la salida más fácil es montar una granja de cerdos o unirse a algún gremio. Es verdad que con las aguas bravas de Murillo viene gente por esta zona; aquí en el municipio, concretamente en Erés, hay un proyecto de montar una empresa de turismo de naturaleza, y ganas no faltan en la iniciativa, pero necesitan además de mucha suerte».

Piedramorrera es la tercera localidad del municipio, que sigue buscando actividades sobre las que apoyar sus ilusiones. «Se ha preparado en Biscarrués una zona para aparcamiento de caravanas a la entrada desde Ayerbe, que iremos acondicionando. La idea es apoyar al bar, y dotar a los visitantes de un punto de descanso para conocer nuestro Sendero Botánico, o la Ruta de la Piedra que descubre la arquitectura popular por los campos, dos iniciativas propias que están funcionando bien. Nos movemos a nivel turístico, pero los volúmenes son los que son. No da para una plaza de guía y otra de educador medioambienal todo el año».

La identidad

Lola y Gabriel creen que para hacer cosas en Biscarrués hay que sentirlas. «Identificarse con el pueblo es fundamental; así, cuando vienen los que solamente pueden estar en verano, se darán cuenta de que el pueblo está vivo. Tenemos un doble problema, común a muchos puntos de Aragón: la falta de vivienda en condiciones para alquiler o venta, y la ausencia de banda ancha en internet. De cada decena de casas del pueblo, seis están vacías, pero...nosotros tratamos de concienciar desde el Ayuntamiento, nos ponemos pesados una vez al mes –ríe– pero hasta ahora no tenemos suerte. El Ayuntamiento tiene cuatro viviendas en alquiler, que ya están llenas. Luego están los trazos de lindano en el agua, claro;necesitamos abastecimiento alternativo».

El ejemplo de Artieda con el programa ‘Envejece en tu pueblo’ está muy presente en Lola Giménez. «No se trata de hacer una residencia en cada pueblo; igual es mejor un comedor con servicio a casa para los más mayores, que estén atendidos. Algunas cosas se van logrando, como que la bacheada carretera a Ayerbe haya entrado en presupuesto para su arreglo en 2022... pero hace falta más».

Paco Puch y Sandrine Reynaud son escultores; él se especializa en forja, ella en piedra. Se trata de nuevos pobladores en Biscarrués; su proyecto ‘Muretes de arte’, que coordina Sandrine, vertebra acciones ornamentales dotadas de significado en España y Francia, consistentes en intervenir muros de piedra seca dispersas en el paisaje en torno a una o varias poblaciones próximas. «El ferretero y la picapedrera, buena gente –promea Gabriel– uno de Segovia y la otra francesa, se han hecho al pueblo, hacen unos talleres fantásticos y son buenos vecinos».

Larga vida al Aspirino

«Aspirino es un árbol singular, no sabíamos de su existencia», bromean Gabriel y Lola. «No, en serio, es un sauce blanco de 25 de copa, 21 metros de altura y cinco de diámetro; del sauce se toma el principio activo para el ácido acetilsalicílico. Allí llegan los paseos del Sendero Botánico, se hacen conciertos, anillamientos de aves con SEO BirdLife, reforestaciones, plantaciones, cuidado de chopos... todo con voluntariado».

Biscarrués tiene movimiento este mismo mes. Los itinerarios guiados ‘Primavera en el Gállego’ se celebran este año los sábados y domingos de mayo. El 30 de mayo, además, habrá música en los sotos del río, y el 5 de junio, paseo y anillamiento científico de aves con el guía Pablo Vallés. Hay que inscribirse para controlar el número de pàrticipantes sin vulnerar los límites sanitarios actuales: el aforo es limitado y la inscripción obligatoria, por teléfono (696 110 342) para las salidas y el anillamiento, o por correo electrónico (jornadasriogallego2020@gmail.com) para el concierto. ¿Hace el plan?

Aloha Sun Río, la ilusión que toma forma

Javier López es de Zaragoza, vivió en distintos puntos del Pirineo y ha tocado -sigue tocando- infinidad de palos laborales antes de ubicarse en Erés. «Había trabajado en Murillo con lo del rafting y las aguas bravas, me encanta el Gállego. Vivía en Jaca, pero hace tres años decidí asentarme aquí. Mi proyecto, Aloha Sun Río, aúna el ocio con el agua; he trabajado con Sargantana, como técnico deportivo y con el Teatro del Temple, también canto... tengo experiencia en varios ámbitos. Quiero hacer una actividad con canoas y ‘paddle surf’, aquí las aguas no son tan bravas como en Murillo, y combinarlo con una oferta de entretenimiento. Hay que crear de la nada y eso es complejo si no tienes mucha pasta; para generar volumen hace falta más equipo, y ahora es complicado. Cuento con un grupo de personas que podrían echar una mano, pero empiezo solo. Hay que dar el primer pasito, ser fiel a una forma de trabajar y encontrar el camino».

El gran Pitagol

Liberto Banzo, Pitagol para sus vecinos, es un tipo con carisma. Fue vendedor de chucherías por toda la provincia de Huesca en los 70 y 80 (de ahí el mote: el silbato de fresa era su ‘chuche’ estelar), se bajó a Andalucía y allá se jubiló antes de volver a su pueblo tras la jubilación. Puede distinguir los ocho acentos andaluces, y en el monte sabe dónde y cuando brotan los espárragos trigueros salvajes.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión