TRANSPORTE

Quejas por la falta de aseos en los autobuses directos a Madrid, que tardan 3 horas y media

Los viajeros califican de «tortura» no poder ir al baño. Empleados de Samar niegan que estén cerrados los lavabos.

Llegada a Teruel el pasado miércoles a las 10 de la noche de un autobús directo de Madrid.
Quejas por la falta de aseos en los autobuses directos a Madrid, que tardan 3 horas y media
JORGE ESCUDERO

Usuarios de la línea de autobuses directos Teruel-Madrid han denunciado la falta de aseos en el interior de los vehículos, un servicio que consideran imprescindible habida cuenta de que el coche no para en todo el trayecto -300 kilómetros-, de tres horas y media de duración como mínimo.


Los viajeros explican que algunos de los autobuses utilizados en la línea ni siquiera están dotados de lavabos, mientras que otros sí que cuentan físicamente con el habitáculo, pero este está siempre cerrado por avería.


Empleados de la empresa de autobuses Samar en la capital turolense rechazan las críticas. Explican que la mayoría de los vehículos llevan aseos y que estos solo se cierran cuando alguno de los viajeros ha hecho un uso inadecuado de ellos. Al no contar con ningún ayudante de viaje, el conductor no puede detener el vehículo y dedicar tiempo a su limpieza durante el trayecto, explican.


«Los servicios están siempre abiertos, salvo cuando alguien no los deja en buenas condiciones; entonces, hay que cerrarlos», indicaron estos trabajadores, que afirmaron hablar en nombre de la empresa tras haber delegado esta en ellos para responder a las quejas.


Los empleados admiten que algunos autobuses no tienen lavabos, pero subrayan que, en esos casos, cada vez que un viajero manifiesta su necesidad de ir al baño, «el conductor se detiene en la primera área de servicio que puede y deja bajar al usuario, porque se trata de una necesidad fisiológica y no hay excusas».


Las mismas fuentes advirtieron, no obstante, de que «la gente tiene que saber que se trata de un autobús directo y que, por tanto, no es conveniente que pare, porque se pierde tiempo y no se cumplen los horarios de llegada».


Una joven de Teruel que estudia en Madrid, Elisa Gómez, y que por ese motivo viaja con mucha frecuencia a la capital española en el autobús directo, criticó que, siendo este medio de transporte el único que existe para ir de Teruel a Madrid -puesto que no hay ni un tren al centro administrativo del país-, «no cuente con unas buenas condiciones». «Es vergonzoso que los coches no lleven aseos. El viaje dura mucho tiempo y una persona no se puede aguantar tanto rato».


Sin desayunar ni beber


Gómez explica que, para evitar problemas, apenas desayuna y no bebe nada de agua antes de coger el autobús ni durante el viaje. «Más de una vez he tenido que levantarme y pedir al conductor que pare, pero a mí no me gusta dar la nota delante de los demás viajeros», protestó la joven.


Otra viajera, María José Esteban, relató que en una ocasión sufrió una auténtica «tortura» al no poder ir al baño en todo el trayecto. Cuenta que, al principio del viaje, al encontrar cerrado el aseo, fue a hablar con el conductor, pero este le dijo que los servicios estaban averiados. «Lo pasé fatal, tenía sudores y náuseas y muchas ganas de llorar. El viaje se prolongó por un atasco a la entrada de Madrid y cuando llegamos al destino y me levanté del asiento, se me escapó todo. Tuve que ir a los lavabos de la estación y cambiarme de ropa. A eso no hay derecho», denunció.


Tras ese episodio, María José Esteban coge el autobús en ayunas y no prueba el agua en todo el viaje. Señala, además, que no ha dejado de ver «escenas tremendas y lamentables, de gente que confía en que hay aseos dentro del coche y luego sufren un auténtico calvario».


Los viajeros se quejan también de que los autobuses llevan monitores de televisión pero están siempre apagados. «Estas carencias no están, por ejemplo, en los autobuses de Madrid a Zaragoza», afirmó Elisa Gómez.


Tampoco salen bien librados en los comentarios de los viajeros los autobuses Teruel-Madrid que no son directos y que por este motivo tardan algo más de cinco horas en cubrir el trayecto. Explican que el coche solo para en un bar de Molina de Aragón (Guadalajara) para que los usuarios vayan al baño, cuando hace solo una hora y media que ha salido de Teruel. «Encima -agregan- este bar está cerrado los domingos».