FIESTAS DE TERUEL

Miles de visitantes en la puesta del pañuelo al Torico

Las peñas organizaron ayer por la noche sus primeras verbenas y esta tarde desfilarán detrás de las charangas.

En la plaza del Torico no cabía ni un alfiler.
En la plaza del Torico no cabía ni un alfiler.
ANTONIO GARCíA

La Vaquilla ya está aquí. Dentro de unas horas, a las 16.30 exactamente, dos peñistas de El Despiste, José Manuel Fuertes y Juan Francisco Aparicio, subirán por la columna del Torico y pondrán al famoso astado de bronce el pañuelo festivo, dando comienzo a tres días de diversión continua y desenfrenada.


La ciudad espera esta mañana la llegada de miles de visitantes que a primera hora de la tarde convertirán la plaza del Torico en una marea de gente con las ropas empapadas de agua y sangría, como ya es tradición. Aunque la coincidencia con los sanfermines podría restar público a La Vaquilla, se espera que, como cada año, Teruel se llene de gente hasta la bandera.


Los dos peñistas encargados de subir al Torico realizaban la noche del pasado jueves la última prueba sobre el terreno ante la mirada un tanto atónita de los turistas. Juan Francisco Aparicio admitió ayer que el último tramo, el que tienen que superar sin la ayuda de la pirámide humana que les habrá impulsado hasta allí, "es difícil". Por ello, estos días se han estado entrenando, "haciendo flexiones, evitando el alcohol y cuidando la alimentación".


Hoy por la mañana, Fuertes y Aparicio permanecerán concentrados en sus casas hasta las 12.30 -como los toreros ante la faena que les aguarda-, momento en que se irán a comer con los de su peña. A las 15.30, una hora antes del acto, acudirán todos al Torico "a guardar el sitio", pues la afluencia de gente, cada año mayor, obliga a 'madrugar' si se quiere estar en el centro de la plaza.


Las peñas vienen quejándose en los últimos años de que no pueden entrar a la plaza del Torico ante la masificación que registra el acto de la puesta del pañuelo. Sin embargo, la solución es difícil. "La gente tiene que estar. Peor sería que no hubiera nadie", declaraba ayer el concejal delegado de Fiestas, José Antonio Esteban. "Lo que hace falta es que no ocurra nada malo, como no ha ocurrido otras veces", añadió el edil.


Metamorfosis vaquillera

Teruel completaba ayer al mediodía su particular metamorfosis vaquillera, iniciada hacía tan solo dos días. El ajetreo propio del montaje de las peñas y las respectivas barras de bar, con todo el mundo ajustando tornillos y llenando de bebidas los frigoríficos, simulaban una ciudad en construcción. Por el Centro Histórico, los comercios se apresuraban a proteger, con tablones de madera o rejas metálicas, puertas y escaparates de la avalancha de gente que estos días recorrerá las calles.


"Ya tenemos todo listo. Tan solo estamos probando los grifos de la cerveza para ver si funcionan bien. Ahora lo que hace falta es que haga calor y la gente consuma bebidas", explicaba José Luis Ayora, de la peña Los que Faltaban, con sede tras el edificio del antiguo Banco de España . "¡Ah! y que no hagan botellón, que nos vamos a la ruina!" concluyó.


En la llamada 'barra alternativa' -en la plaza de San Juan-, donde solo se servirán bebidas sin alcohol, los voluntarios que estarán al frente de la misma se ocupaban ayer de los últimos detalles, como colocar los carteles con los precios de los bocadillos -a dos euros- y los refrescos -a poco más de un euro-.


Como explicó el concejal de Servicios, Luis Muñoz, la Policía Local se empleó a fondo para ordenar el tráfico, pues el Casco Histórico, donde se concentran las sedes de las peñas, estuvo invadido desde las ocho de la mañana por furgonetas de reparto de alimentos y bebidas a las peñas y por otros vehículos vinculados a la preparación de las carpas.


Ayer noche, las 19 peñas ofrecían ya las primeras verbenas con orquesta en sus sedes. Teruel quedó envuelta en música por sus cuatro costados. De un extremo se oían conocidas canciones veraniegas, de otro, más pachangueras; de otro, rockeras y tampoco faltaron ni la música disco ni el pop.


Las ferias, en la explanada del pabellón de Los Planos, con un centenar de atracciones distintas y pensadas para todas las edades, registraban una buena afluencia de gente. En la zona del Ensanche, las habituales churrerías y los puestos de venta de patatas fritas y salchichas empezaban a funcionar. Al mismo tiempo, decenas de tenderetes en los que se exponían los objetos más curiosos levantaban sus toldos esperando los primeros compradores.


Pantalla gigante

Sin desvirtuar el carácter continuista de esta nueva edición de La Vaquilla, sí habrá un elemento distinto al de otros años que podría provocar algunos cambios. Ante la buena marcha de la selección española en el Mundial de Fútbol, el Ayuntamiento ha decidido instalar mañana, domingo, en la plaza del Torico una pantalla de televisión gigante que permita a todo el mundo vivir en comunidad la alegría del triunfo o la tristeza de la derrota. Será a las 20.30, cuando la tradicional Merienda en la plaza de toros, a la que acuden los peñistas disfrazados de mil y una formas, aún no haya terminado.


"Más de alguno puede que abandone la Merienda y acuda a la plaza del Torico a vivir la emoción del fútbol", apuntaba el concejal de Servicios, Luis Muñoz.


Hay muchas peñas que también han pensado en colocar en sus sedes una gran pantalla para no perderse el resultado final del campeonato futbolístico.