TRANSPORTES

La estación de autobuses de Calamocha se estrenará este mes tras dos años cerrada

La falta de interesados en explotar la terminal ha retrasado su apertura. Solo se utilizará un tercio del espacio.

Interior de la estación de autobuses, cuya construcción se terminó hace dos años.
La estación de autobuses de Calamocha se estrenará este mes tras dos años cerrada
E. C.

El Ayuntamiento de Calamocha tiene previsto abrir la estación de autobuses en, aproximadamente, quince días, cuando se terminen de ultimar varias modificaciones que el responsable de Tezasa -empresa de transporte de viajeros que se encargará de su gestión- sugería el pasado 23 de diciembre tras efectuar un recorrido por las instalaciones.

El acuerdo al que llegó el Consistorio con Tezasa, que tiene la concesión de la línea entre Zaragoza, Teruel, Valencia, Murcia y Cartagena, fue de uso de parte de las instalaciones para desempeñar las mismas funciones que realiza en su antigua nave.

El Ayuntamiento, atendiendo a las numerosas quejas de usuarios por esperar en la calle y por el atasco que a determinadas horas provocan los autobuses, se vio obligado a no aprobar la actividad que Tezasa venía desarrollando en en la vía pública, entendiendo que para ello se había construido la estación. Con esta prohibición por parte del consistorio se gana en seguridad en el tráfico de Calamocha, al estar la nueva estación de autobuses en la travesía de la carretera nacional Sagunto-Burgos y no tener los autobuses que entrar al centro del casco urbano.

Para llevarse a cabo el acuerdo de uso de la estación por parte de Tezasa y Rosendo Navarro, línea de transporte comarcal, se están realizando varias obras. Uno de estos cambios obedece a la negativa de las compañías a hacerse cargo del mantenimiento de las instalaciones, motivo por el cual el Ayuntamiento ha optado por abrir solo una tercera parte de las instalaciones y habilitar dos nuevas puertas. La zona que será abierta al público próximamente es la sala de espera y bar. El espacio principal de la estación, donde hay varias taquillas, se quedará, en un principio, cerrado por el elevado coste de su mantenimiento.

Se está habilitando también una pequeña taquilla para el trabajador de Tezasa que estará separada por unos nuevos paneles de cristal que ya han sido instalados. Esta misma semana se conocerá si hay una oferta para explotar el servicio de bar, ofrecido a los hosteleros de la localidad. En caso de no ser así, se ha acondicionado esta nueva área para instalar maquinas expendedoras de bebidas.

Las dos puertas, las mamparas de cristal y las nuevas tomas de electricidad ya están listas; tan solo queda la taquilla para la venta de billetes de Tezasa. "Estamos en manos de terceros para abrir la estación, si todo va como está previsto puede ser para el día 10", comentaba Joaquín Peribáñez, alcalde de Calamocha.

El horario de apertura de la estación será de 7.30 a 22.30 horas. "Es importante abrir ya las instalaciones, porque durante estos días los viajeros han tenido que padecer esperando al autobús hasta ocho grados bajo cero", comenta el responsable municipal.

La nueva estación de autobuses lleva casi dos años cerrada al quedar desiertos los concursos y negociaciones para explotar la terminal. Su construcción la llevó a cabo la DGA con una inversión de 2 millones de euros.

Los vecinos de las pequeñas localidades cercanas a Calamocha son habituales usuarios durante toda la semana, además de los viajeros diarios a Zaragoza y Teruel. Pilar, vecina de Bañón, es una usuaria de la línea de autobuses Rosendo-Navarro que conecta las localidades de la comarca del Jiloca. "Estos días de heladas han sido horribles, sobre todo por las mañanas", asegura mientras aguarda.

Como cualquier viajero, se alegra por la apertura de la estación, que siempre mira con recelo cada vez que pasa con su autobús por la travesía calamochina."Espero que esta vez sea la definitiva, ya que llevamos más de 2 años así". Con heladas, nevadas y muchas veces lluvia esperan muchos usuarios a que llegue su autobús en la Plaza del Pilar de Calamocha, donde, sobre todo los fines de semana, se concentran numerosos usuarios, con la consiguiente incomodidad de la espera y de los problemas de tráfico que se producen.